Antigua Oración a San José
y otras oraciones al Santo
Oh San José, cuya protección es tan grande, tan poderosa y eficaz ante el trono
de Dios, en vuestras manos entrego todos mis intereses y mis deseos.
Oh San José, asistidme con vuestra poderosa intercesión. Obtened para mí, de vuestro Divino Hijo, Nuestro Señor, todas las bendiciones espirituales que necesito. A fin de que, habiendo conseguido, aquí en la tierra, la ayuda de vuestro poder celestial, pueda ofrecer mi gratitud y homenaje, al Padre más Amoroso.
Oh San José, nunca me cansaré de contemplaros con el Niño Jesús dormido en vuestros brazos. No me atrevo a acercarme mientras que el Niño reposa sobre vuestro corazón. Abrazadle fuertemente en mi nombre; y de parte mía, besad su fina y delicada Cabecita. Luego, suplicadle que me devuelva ese beso a la hora de mi último suspiro. San José, patrón de los moribundos, rogad por nosotros. Amén.
Rezarla por nueve mañanas consecutivas por lo que usted desea(no
olvidar rezar también por los que no rezan). Jamás o raramente
ha fallado.
Esta oración fue descubierta el año quincuagésimo de Nuestro Señor Jesucristo.
En el siglo XVI. envió el Papa esta Oración al
Emperador Carlos. El emperador recibió esta oración al prepararse para emprender
la batalla.
Los que leyesen esta oración serán premiados. Igualmente se premiará a los que
la escuchasen al ser leída o si la llevasen en su persona. A todas estas almas
se les promete que no morirán repentinamente; ni se ahogarán; ni serán afectados
por el veneno. No caerán en manos de sus enemigos; ni serán consumidos en ningún
incendio; ni aun derrotados en la batalla.
Haced esfuerzos para que se conozca esta oración, y propagadla en todas partes.
Imprimatur
Rvdsmo. Jorge W Ahr
Obispo de Trenton
Agradecimientos a Hilda Soto
Oración a
San José
¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír
al Dios, a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino
también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!
V. Ruega por nosotros, bienaventurado José
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración: Oh Dios que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que,
así como San José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo
unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón
limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto Cuerpo
y Sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración
para pedir la pureza
San José, mi padre y señor, tú que fuiste guardián fiel del Hijo de Dios
y de su Santísima Madre, la Virgen María, alcánzame del Señor la gracia de un
espíritu recto y de un corazón puro y casto para servir siempre mejor a Jesús y
a María. Amén.
Súplica a San José
José
dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, a ti te elijo como mi protector en
vida y en muerte; y consagro a tu culto este día, en recompensa y satisfacción
de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas vanidades. Yo te
suplico con todo mi corazón que por tus siete dolores y goces me alcances de tu
adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia de
emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma.
Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de
contrición para llorarlas y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas
más, fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para seguir el
camino de la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración (hágase aquí
la petición) y una cristiana disposición para morir bien. Esto es, Santo mío, lo
que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderosa intercesión, espero
alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo amaste y
serviste siempre, por siempre, y por una eternidad. Amén.
Oración para todos los días
¡Glorioso
Patriarca San José!, animado de una gran confianza en vuestro gran valimiento, a
Vos acudo para que seáis mi protector durante los días de mi destierro en este
valle de lágrimas. Vuestra altísima dignidad de Padre putativo de mi amante
Jesús hace que nada se os niegue de cuanto pidáis en el cielo. Sed mi abogado,
especialmente en la hora de mi muerte, y alcánzame la gracia de que mi alma,
cuando se desprenda de la carne, vaya a descansar en las manos del Señor. Amén.
Jaculatoria. Bondadoso San José, Esposo de María, protegednos; defended a la
Iglesia y al Sumo Pontífice y amparad a mis parientes, amigos y bienhechores.
Visita de San José
¡Oh castísimo esposo de la Virgen María, mi amantísimo protector San
José! Todo el que implora vuestra protección experimenta vuestro consuelo. Sed,
pues, Vos mi amparo y mi guía. Pedid al Señor por mí; libradme del pecado,
socorredme en las tentaciones y apartadme del mal y del pecado. Consoladme en
las enfermedades y aflicciones. Sean mis pensamientos, palabras y obras fiel
trasunto de cuanto os pueda ser acepto y agradable para merecer dignamente
vuestro amparo en la vida y en la hora de la muerte. Amén.
Jaculatoria.-¡Oh glorioso San José! Haced que sea constante en el bien; corregid
mis faltas y alcanzadme el perdón de mis pecados.
Oración a San José
San José, casto esposo de la Virgen María intercede para obtenerme el don
de la pureza. Tú que, a pesar de tus inseguridades personales supiste aceptar
dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma
actitud para responder siempre y en todo lugar, a lo que el Señor me pida.
Varón prudente que no te apegas a las seguridades humanas sino que siempre
estuviste abierto a responder a lo inesperado obtenme el auxilio del Divino
Espíritu para que viva yo también en prudente abandono de las seguridades
terrenales.
Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal
solicitud, obtenme esas bendiciones, para que pueda crecer cada día más en ellas
y así asemejarme día a día al modelo de la plena humanidad: Nuestro Amado Jesús.
Oración a
San José. Protector de las familias
Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas:
Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión,
la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de
los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos
del cielo.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses.Ruega al Señor que bendiga nuestra
casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado.
Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la
tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.
Consagración a San José, ante las tribulaciones
¡Oíd, querido San José, una palabra mía !... Yo me veo abrumado de
aflicciones y cruces, y a menudo lloro... Despedazado bajo el peso de estas
cruces, me siento desfallecer, ni tengo fuerzas para levantarme y deseo que mi
Bien me llame pronto. En la tranquilidad, empero, entiendo que no es cosa
difícil el morir... pero si el bien vivir. ¿A quién, pues, acudiré sino a Vos,
que sois tan bueno y querido, para recibir luz... consuelo… y ayuda? A Vos,
pues, consagro toda mi vida, y en vuestras manos pongo las congojas, las cruces,
los intereses de mi alma… de mi familia… de los pecadores… para que, después de
una vida tan trabajosa, podamos ir a gozar para siempre con Vos de la
bienaventuranza del Paraíso. Amén.
Jaculatoria: San José, Protector de atribulados y de los moribundos, rogad
nosotros.
Invocación a San José
"San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tu empleaste toda tu vida
en el perfecto cumplimiento de tu deber,
tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos.
Protege bondadosamente a los que recurren confiadamente a ti. Tu conoces sus
aspiraciones y sus esperanzas. Se dirigen a ti porque saben que tu los
comprendes y proteges.
Tu también conociste pruebas, cansancio y trabajos. Pero, aun dentro de las
preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y
cantó llena de verdadera alegría por el íntimo trato que goza con el Hijo de
Dios, el cual te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre.Amén." (Juan XXIII)
Consagración a San José
Oh Glorioso Patriarca San José, heme aquí, postrado de rodillas ante
vuestra presencia, para pediros vuestra protección. Desde ya os elijo como a mi
padre, protector y guía. Bajo vuestro amparo pongo mi cuerpo y mi alma,
propiedad, vida y salud. Aceptadme como hijo vuestro. Preservadme de todos los
peligros, asechanzas y lazos del enemigo. Asistidme en todo momento y ante todo
en la hora de mi muerte. Amén.
Oraciones de indulgencia a San José
Concédenos, sagrado San José que siempre bajo tu protección, podamos pasar
nuestras vidas sin pecado. San José, padre adoptivo de Señor Jesús y verdadero
esposo de María siempre Virgen, ruega por nosotros. San José, modelo y patrono
de aquellos que aman al Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Oración a San José antes de la Eucaristía
Oh José Bendito, a quién se le concedió no sólo ver y escuchar a Dios a quien
muchos reyes anhelaron ver y no vieron, anhelaron escuchar y escucharon; y
además llevarle en tus brazos, abrazarlo, vestirlo, guardarlo y defenderlo.
V.: Ruega por nosotros, Oh José Bendito.
R.: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Oh Dios, Tú que nos has dado un sacerdocio real, te pedimos que así como el
Bendito José fue encontrado digno tocar con sus manos y llevar en sus brazos a
Tu Hijo, nacido de la Virgen María, seamos también dignos, por la limpieza de
nuestro corazón y la inocencia de nuestra vida, con devoción reverente compartir
en este día el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, y ser contados en este mundo entre
quienes consideran dignos de recibir la recompensa eterna. Por el mismo Cristo
nuestro Señor. Amén.
Oración a San José para una buena muerte
Oh José Bendito, tú que expiraste en el abrazo amoroso de Jesús y María. Cuando
el sello de la muerte se cierne sobre mi vida, ven en mi auxilio junto con el
Señor Jesús y Santa María Inmaculada. Obtenme este solaz para que en esa hora
pueda morir en sus santos brazos a mi alrededor.
Jesús, María y José, les encomiendo mi ser, viviente y agonizante, en sus santos
brazos. Amén.
Buscando la protección de San José
Recuerda, castísimo esposo de la Virgen María, San José, nuestro querido patrón,
que nunca se ha sabido que alguien haya invocado tu protección y buscado tu
ayuda sin ser confortado.
Inspirado por esta confianza, a ti me encomiendo. No desprecies mi petición,
querido padre adoptivo de nuestro Redentor, sino acéptala amablemente y ruega
por mí a tu Hijo adoptivo, Nuestro Señor. Que así sea, Amén.
San José Protector de la Iglesia
(Importante rezar
por la Iglesia que le vienen muchas tribulaciones)
Bendito José, casto esposo de la Virgen María, permanece con nosotros en este
día. Tú que protegiste a la Virgen; y amaste al Niño Jesús como a tu propio
Hijo, le rescataste del peligro de muerte. Defiende la Iglesia, la casa de Dios,
comprada por la sangre de Cristo.
Guardián de la Familia Santa, permanece con nosotros en nuestras pruebas. Que
tus oraciones nos obtengan la fuerza para huir del error y luchar contra los
poderes de la corrupción de manera que en esta vida crezcamos en santidad y
después de la muerte nos regocijemos con la corona de victoria. Amén.
Oración a San José por toda la Iglesia
(Importante rezar por la Iglesia que le vienen muchas
tribulaciones)
Oh glorioso San José, tú fuiste escogido para ser el padre adoptivo del Señor
Jesús, el esposo de María nuestra Madre, siempre Virgen, y la cabeza de la Santa
Familia.
Tú has sido también escogido por el Vicario de Cristo como el Patrono celestial
y protector de la Santa Iglesia fundada por Cristo.
Protege al Supremo Pontífice y a todos los obispos y sacerdotes en comunión con
él. Sé tú el protector de todos los que trabajan por los fieles en medio de las
pruebas y tribulaciones de este mundo; y concede a todos los hombres ser dóciles
a la Iglesia fuera de la cual no hay salvación.
Querido San José, acepta esta ofrenda que te hago. Sé mi padre, protector y guía
en el camino de la salvación. Obtenme la pureza de corazón y el amor para
fortalecer mi vida espiritual.
Que siguiendo tu ejemplo, todas mis acciones sean ofrecidas para mayor gloria de
Dios, en unión con el Divino Corazón de Jesús y de María. Finalmente, ruega para
que pueda yo compartir la paz y el gozo de tu santa muerte. Amén.
Oración a San José (Papa Pío X)
San José, nos acercamos a ti con confianza a pedir tu protección. Reconocemos en
ti a un poderoso intercesor ante Dios.
Te pedimos nos ayudes a nosotros, pecadores, a obtener del Señor toda la gracia
y misericordia que necesitamos para trabajar celosamente por el Reino de Dios, y
servir a nuestro prójimo en todas sus necesidades. Te lo pedimos por Cristo,
Nuestro Señor, Amén.
Oración a San José ante una necesidad
Venimos a ti, Oh bendito José, en nuestro dolor. Después de haber buscado la
ayuda de tu bendita esposa, ahora imploramos confiadamente tu ayuda también.
Humildemente te pedimos que, teniendo en cuenta el afecto que tuviste a la
Virgen Inmaculada Madre de Dios, y del amor paternal que tuviste al niño Jesús,
mires amorosamente la herencia que dejó el Señor Jesús por su sangre, y por tu
intercesión poderosa nos ayudes en esta necesidad urgente.
Guardián prudente de la Familia Santa, protege a las personas escogidas por el
Señor; mantén lejos de nosotros, Padre prudente, todo error y pecado. desde tu
lugar en el cielo ven en nuestra ayuda en este conflicto con los poderes de
oscuridad, y así como en antaño protegiste al Niño Jesús del peligro de la
muerte, defiende ahora a la Iglesia santa de las trampas del enemigo y de toda
adversidad.
Extiende a cada uno de nosotros tu incesante protección, por tu ejemplo podamos
vivir y morir en santidad obtennos la felicidad eterna en cielo. Amén.
Para pedirle a San José santidad y pureza
Oh José bendito, guardián fiel y protector de las vírgenes, a quienes Dios
confió a Jesús y María, te imploro por el amor que les tienes, me guardes de la
infidelidad de alma, cuerpo y espíritu, y siempre les sirva en santidad y pureza
de amor. Amén.
Oración a San José para que nos ayude a decidir nuestra vocación
Oh grandioso San José, tu que fuiste completamente dócil a las mociones del
Espíritu Santo, obtenme la gracia de conocer
el estado de vida al que el Señor en su providencia ha escogido para mí.
Y ya que mi felicidad en la tierra y la eterna en el Cielo dependen de esta
opción, permíteme elegir sin errar. Obtenme la luz para conocer el Plan de Dios,
para seguirlo confiadamente, y escoger la vocación que me habrá de llevar a la
vida eterna. Amén.
Oración a San José Obrero
Nos dirigimos a ti, Oh bendito San José, nuestro protector en la tierra, como
quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado.
A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y sabiendo el
amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos nos asistas en
nuestras necesidades y fortalezcas en nuestros trabajos.
Por la promesa de realizar dignamente nuestras tareas diarias, líbranos de caer
en el pecado, de la avaricia, de un corazón corrupto. Se tú el solícito guardián
de nuestro trabajo, nuestro defensor y fortaleza contra la injusticia y el
error.
Seguimos tu ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros
esfuerzos, para así poder obtener contigo el descanso eterno en el Cielo. Amén.
Oración a San José para obtener el espíritu en el trabajo
Glorioso San José, modelo de todos los trabajadores, obtenme la gracia de
trabajar en un espíritu penitente para compensar mis pecados; para trabajar
conscientemente, anteponiendo el deber a mis tendencias e inclinaciones; para
trabajar con gratitud y gozo, considerando como un honor usar y desarrollar en
mi trabajo los dones que he recibido de Dios; para trabajar con orden, paz,
moderación y paciencia, y nunca ceder ante el cansancio o las dificultades.
Ayúdame a trabajar, sobre todo, con pureza de intención y desprendimiento,
teniendo siempre ante mis ojos la hora de la muerte y la cuenta que debo dar a
Dios por mi tiempo perdido, talentos desperdiciados, omisión de buenas obras, y
vana complacencia por el éxito, tan fatal para el trabajo de Dios.
Todo por Jesús, todo por María Inmaculada, todo por seguir tu ejemplo, ¡Oh
Patriarca San José! Amén
Consagración al Castísimo Corazón de San José
San José, esposo de la Virgen María, consagramos a tu Castísimo Corazón,
nuestra familia, para que en todos reine el amor y la comprensión, que nuestros
hogares sean un refugio del amor de Dios, donde se defienda la vida, pureza,
dignidad, y castidad, donde florezcan todas las virtudes cristianas.
Amado San José, acepta esta consagración, que tú siempre seas nuestro custodio,
padre y guía en el camino de la salvación. Obtennos una gran pureza de corazón y
una ferviente devoción a la vida interior.
Concédeme que, siguiendo tu ejemplo, podamos dirigir todas nuestras acciones
hacia la mayor gloria de Dios, en unión con el Sagrado Corazón de Jesús y el
Inmaculado Corazón de María.
Oh San José, que fuiste bendecido por el Señor con la beatitud prometida a los
puros de corazón, ya que durante tu vida terrena compartiste la vida de Jesús y
viviste en Su presencia visible. Dígnate interceder por nosotros ante tu amado
Hijo. Pídele que nos ayude, para que nuestra conciencia sea recta y veraz, y que
nuestros corazones sean puros. Libérame de la doblez y la malicia. Llena mi
corazón de esperanza para que nunca dilate innecesariamente en mis pesares. Te
pido con fe simple y ardiente para que pueda servir a mis hermanos y hermanas
con un corazón generoso. De esta manera, como tu, me deleitaré en el profundo
gozo y en la paz de la presencia misericordiosa de Dios.
Que con tu ayuda nuestra familia sea una fabrica de santos, donde broten
vocaciones a la vida matrimonial, sacerdotal y religiosa, que cada uno según los
designios de Dios como, podamos ser constructores eficaces de la civilización
del amor. Para que todos los matrimonios católicos podamos dar testimonio de
vida cristiana, llevando la buena nueva de salvación a los necesitados, con
predicación, caridad y buen ejemplo. Moldeadnos según tu carácter, para que
reinen en todas nuestras familias la paz de Cristo Jesús Señor Nuestro. Amén
Oración de San José del Papa León XIII
(Importante rezar esta
oración por todo lo que le viene a la Iglesia)
A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y,
después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también
confiadamente vuestro patrocinio.
Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo
unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os
suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió
Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.
Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida
descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y
corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en
esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al
Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia
Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada
uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro
y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir
y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén
Bendito seas San José
¡Bendito seas San José, que fuiste testigo de la Gloria de Dios en la tierra.
Bendito sea el Padre Eterno que te escogió.
Bendito sea el Hijo que te amó y el Espíritu Santo que te santificó. Bendita sea
María que te amó!
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Les pedimos que se sumen a la Gran Muralla
de Oración de la Santísima Virgen
rezando diariamente el Santo Rosario,
por los acontecimientos que están por venir.
¡Doblad también rodillas por la Santa Iglesia!
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