DIOS PADRE
MIS LEYES SON ETERNAS Y NO DEBEN SER MODIFICADAS
POR NINGÚN HOMBRE
Rosario
vespertino
Temas:
Ahora vosotros también sufriréis, sufriréis porque se os tratará de quitar a
vuestro Dios, pondrán en duda Mi Divinidad, harán a un lado Mi Amor, Seré un
Simple Hombre ante muchos ojos.
Lo que Mi Hijo os dio, no es obsoleto, lo que Mi Hijo os dio, es lo que escuchó
de Mí, vuestro Padre, Mis Leyes son eternas y no deben ser modificadas por
ningún hombre.
Dejaos, cada uno de vosotros, ser instrumentos de Mi Amor, dejadme que Yo os
tome y que Yo haga grandes maravillas a través de vosotros.
Satanás no quiere que vosotros os salvéis y que regreséis al Reino de los
Cielos, triunfantes, él perdió esa Gracia y él luchará fuertemente para
destruiros, su maldad es absoluta.
Un alma pecadora que cambia hacia el bien, se vuelve un alma poderosa en la
oración y en su donación total a Nuestro Dios, ayudadles a que sean de esas
almas donadas y amantes de Nuestro Dios.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y La Santísima Virgen María a J.
V. (9 de Enero de 2014)
Primer Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Ahora vosotros también sufriréis, sufriréis porque se os tratará de
quitar a vuestro Dios, pondrán en duda Mi Divinidad, harán a un lado Mi Amor,
Seré un Simple Hombre ante muchos ojos.
Hijitos Míos, prepárense para grandes pruebas que tendréis, son pruebas que
afectarán a los que Me aman, porque, a muchos de vuestros hermanos que no Me
aman, las tomarán sin importancia. Vosotros, los que estáis ya en Mi Corazón,
conocéis Mi Amor, conocéis Mis Sentimientos de Dios, de Padre, de Amigo.
Así, como eran Mis apóstoles, en aquél tiempo, ahora sois vosotros los que Me
entendéis, porque habéis estado Conmigo ya por mucho tiempo y conocéis cómo
actúa vuestro Salvador, cómo siente vuestro Salvador, cómo llora vuestro
Salvador, cómo ama vuestro Salvador.
Para muchos, sigo siendo el Dios desconocido. Para muchos, no les importa el que
Yo haya venido a salvarles, a abrir las Puertas del Cielo que estaban cerradas,
no les interesa Mi Vida Activa, en donde les enseñé a vivir de acuerdo a lo que
se vive en el Cielo, a vivir el Amor que se vive en el Cielo.
Mis pequeños, vosotros estáis dentro de Mi Corazón y sufrís cuando escucháis o
veis cosas que no van de acuerdo a lo que Yo os enseñé y, por eso, sufriréis,
porque Me amáis.
Muchos hermanos vuestros Me rechazan, muchos hermanos vuestros Me atacan, muchos
hermanos vuestros no quieren saber nada sobre Mí. Todo esto Me duele, Mis
pequeños, porque Soy vuestro Dios, no entendéis todavía lo que es vuestra
posición de criaturas y lo que es Mi posición de Dios, por eso, os creéis a
veces, superior a Mí, que podéis hacer lo que queráis Conmigo, la soberbia, os
ha nublado la mente y el corazón.
Buscáis por muchos otros lados cosas en qué creer y qué seguir, cuando Yo,
vuestro Dios, Soy el Único que tiene la Verdad Absoluta, porque Soy vuestro
Creador, Soy vuestro Salvador, Soy la Vida de vuestra alma y Soy la Vida de
cuanto existe.
Por eso, Mis pequeños, os pido lo mismo que les pedí a Mis apóstoles, momentos
antes de que fuera Yo entregado a los soldados: uníos Conmigo en la oración,
acompañadme, Mis pequeños, en la oración, os lo pido Mis pequeños, porque,
ciertamente, no Me veis, pero sabéis que Existo, sabéis que estoy en vuestro
corazón y vosotros estáis en el Mío.
Se volverá a dar el sufrimiento, pero ahora vosotros también sufriréis,
sufriréis porque se os tratará de quitar a vuestro Dios, pondrán en duda Mi
Divinidad, harán a un lado Mi Amor, Seré un Simple Hombre ante muchos ojos, ya
no seré el Dios que debo ser ante todos vosotros.
Os amo, Mis pequeños, porque vosotros Me amáis. Acompañadme, para que no Me
sienta Solo, sufrid Conmigo y eso Me alegrará.
Os bendigo, Mis pequeños, bendigo a los vuestros y sonreíd, sonreíd, Mis
pequeños, porque estáis en Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio.
Habla Dios Padre.
Sobre: Lo que Mi Hijo os dio, no es obsoleto, lo que Mi Hijo os dio, es lo
que escuchó de Mí, vuestro Padre, Mis Leyes son eternas y no deben ser
modificadas por ningún hombre.
Hijitos Míos, os he venido pidiendo por mucho tiempo, por años, que Me pidáis el
Discernimiento Santo, a algunos os lo he dado ya, pero ahora debéis agudizarlo
y, pedidme también.
Mis pequeños, Satanás es muy astuto, él os puede engañar muy fácilmente con un
manipuleo de palabras y vosotros, escuchando cosas agradables, podréis aceptar
pensamientos que son contrarios a Mis Leyes, a Mis Enseñanzas, tened cuidado con
lo que dejáis entrar en vuestra mente y en vuestro corazón.
Lo que Mi Hijo os dio, no es obsoleto, lo que Mi Hijo os dio, es lo que escuchó
de Mí, vuestro Padre, Mis Leyes son eternas y no deben ser modificadas por
ningún hombre.
Vuestra naturaleza está caída por el Pecado y eso debéis entenderlo, Mis
pequeños, no podéis acomodar Mis Leyes a vuestros gustos. Vuestra naturaleza
caída siempre os va a llevar hacia el pecado, hacia el mal, sólo aquellos que se
acercan a Mí, que buscan y, porque Me piden Mi Sabiduría Santa os la concedo,
para que podáis daros cuenta en dónde están los errores que Satanás os envía a
través de personajes célebres en vuestro mundo. Yo estoy por encima de cualquier
ser humano, aquellos que Me sigan, deben mantenerse bajo Mis Leyes, Mis
Mandatos. Se deben de nutrir con los Sacramentos que os he dejado. Debéis tomar
el Ejemplo de Mi Hijo, que para eso os lo envié, para que vierais en Él, a Quién
debíais seguir y, así, a pesar de vuestra naturaleza, afectada por el pecado,
pudierais tener un Ejemplo Santo por Quién vivir y para que vosotros os
pudierais santificar en Su seguimiento.
Todo aquél que enseñe cosas diferentes a lo que se os ha dado en el Antiguo
Testamento, o en el Nuevo Testamento, no vienen de Mí y ahí es donde entra el
Discernimiento Santo.
Tened cuidado pues, Mis pequeños, por eso, habrá mucha diversidad de opiniones,
pero vosotros, siguiendo las Mías, estaréis siempre en el camino de la Verdad.
Orad por vuestros hermanos que os quieren engañar, para que Mi Santo Espíritu
los haga regresar al buen camino.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Dejaos, cada uno de vosotros, ser instrumentos de Mi Amor, dejadMe que
Yo os tome y que Yo haga grandes maravillas a través de vosotros.
Hijitos Míos, no os imagináis las multitudes de hermanos vuestros que están
atrapados en las garras de Satanás. Ciertamente, a vosotros os he escogido, os
apoyo, os llevo, os cuido, os amo, porque a pesar de las adversidades del mundo,
de vuestra problemática particular, vosotros seguís adelante, habéis escogido la
mejor parte, como María.
Pero hay tantos hermanos vuestros que, a pesar de que tuvieron la oportunidad de
escogerme, no lo hicieron y, tampoco, tienen deseos de buscarme para estar
Conmigo y entrar en Mi Voluntad.
Tenéis que estar conscientes, Mis pequeños, de que, aunque, vosotros vinisteis a
la Tierra a servirme, sois criaturitas, muy pequeñas, sois Mis nadas, sois
piedrecillas en el camino, pero, cuando vosotros estáis Conmigo, vuestro ser se
llena de Mi Amor y Yo no puedo rechazar Mi Amor cuando lo veo en otros. Por eso
sois Mis consentidos, pero no por eso vosotros os debéis sentir mejor que los
demás, ciertamente, respondisteis a Mi Llamado, pero hay muchos hermanos
vuestros, que, por innumerables causas, no están Conmigo ni quieren estar
Conmigo.
Cuando vosotros tenéis algo bello, algo que os gusta, lo presumís o lo compartís
a vuestros hermanos, porque os gusta mucho. Vosotros que estáis llenos de Mí,
¿acaso no tenéis el deseo de compartirme con vuestros hermanos? Soy mejor que
cualquier regalo o cualquier cosa que pueda haber en la Tierra, ¡Soy el Gran
Tesoro! ¿Por qué no Me compartís a vuestros hermanos? ¿Por qué no Me lleváis a
ellos y les enseñáis de lo que está lleno vuestro corazón y el porqué estáis
alegres, continuamente, a pesar de que todo alrededor es negativo?
Vosotros, orgullosos debierais estar de poseerme. Ciertamente caéis, no por el
hecho de tenerme estáis exentos de pecar, os he dicho que vuestra naturaleza es
débil y seguiréis cayendo, hasta que seáis tomados de regreso para el Reino de
los Cielos pero, mientras tanto, Mis pequeños, seguís cayendo y eso os sirve,
también, para que os deis cuenta de que necesitáis de Mí en todo momento y,
sobre todo, para que no caigáis en soberbia, creyéndoos superiores a vuestros
hermanos.
Sois igual que ellos, pero vosotros disteis vuestro fíat y estáis Conmigo y os
cuido, os levanto y os ayudo para que vuestro amor se potencialice y podáis
darlo a vuestros hermanos, para que no os quedéis vosotros con el Gran Regalo,
sino que Lo compartáis.
Por tenerme, Mis pequeños, tenéis la gran Misión, de compartirme. Estos son los
tiempos en que deberéis dar a vuestros hermanos el ejemplo, como verdaderos
apóstoles, que sois, de estos tiempos.
Teméis, como temieron Mis primeros apóstoles, al sentir el peso de su
obligación, Yo nada más quiero vuestro fíat, nuevamente, y Mi Santo Espíritu os
dará lo que necesitaréis para los tiempos venideros, para que seáis el ejemplo
santo que Yo quiero que seáis ante vuestros hermanos. No os atemoricéis, no os
imaginéis cosas que no existen, sois Míos, Yo consiento a los Míos, dejadme a
Mí, vuestro Dios, que Me realice a través de vosotros, que Me vean vuestros
hermanos a través de vuestras palabras, de vuestros actos, del amor que salga de
vosotros.
Trabajaremos unidos, Mis pequeños, apoyaos siempre en Mí, vuestro Dios, y juntos
trabajaremos para levantar innumerables almas que necesitan de Mí. Estos son
tiempos de salvación de almas, almas que han sido engañadas por Satanás y que Me
las quiere quitar.
Dejaos, cada uno de vosotros, ser instrumentos de Mi Amor, dejadme que Yo os
tome y que Yo haga grandes maravillas a través de vosotros. Os asombraréis,
también, vosotros mismos de cómo Yo obraré a través de los Míos.
Humildad, Humildad necesitaréis para que no os crezcáis en soberbia, dejadme
obrar, Mis pequeños, sed instrumentos fieles de Mi Ser en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio.
Habla Dios Padre.
Sobre: Satanás no quiere que vosotros os salvéis y que regreséis al Reino de
los Cielos, triunfantes, él perdió esa Gracia y él luchará fuertemente para
destruiros, su maldad es absoluta.
Hijitos Míos, la mayoría de vosotros, tenéis hijos, tenéis un hogar. Habéis
enseñado a vuestros hijos de muchas formas y de muchas cosas, pero en vuestro
hogar, desde pequeños, conocieron vuestras reglas, de cómo se debían comportar
dentro y fuera del hogar.
Yo, vuestro Dios, os he puesto también Reglas. Sois Míos, Me pertenecéis porque
Yo os he creado, ciertamente sois libres y, si queréis seguirme, si queréis
apoyarme, ayudando a vuestros hermanos a crecer en Mi conocimiento y en Mi Amor,
os lo agradeceré, pero sois libres de hacerlo o no hacerlo.
Vosotros, al poner reglas en vuestro hogar, cuando vuestros hijos se salían de
esas reglas, tenían un castigo. Algunos, aprendieron a respetar esas reglas,
otros fueron rebeldes, a veces las respetaban o a veces no y, otros, de a tiro
iban en contra de las reglas.
En vuestro mundo sucede algo similar, es vuestro hogar, pero en grande. Muchos
hermanos vuestros también se han mantenido fuera de Mis Reglas, son una gran
mayoría los que no quieren estar Conmigo ni saber de Mí y, al estar en contra de
lo que Yo os he pedido, reciben sus castigos, igual que como los reciben dentro
del hogar. Muchos de los castigos que reciben vuestros hermanos, ellos mismos se
los atraen. Yo, como Padre bondadoso, no estoy buscando quién está en contra Mía
para castigarlo inmediatamente, como os dije, ellos mismos se atraen el castigo,
porque si no están Conmigo, con Mi Protección, con Mi Amor, quedan desamparados,
porque ellos mismos así lo quieren y entonces entran en el terreno de Satanás y,
es Satanás el que los castiga.
Sí, Mis pequeños, os he dicho muchas veces que a Mí Me echan la culpa vuestros
hermanos de lo que sucede, ya sea en lo particular, ya sea en lo comunitario o
en pueblos o naciones. Pero sois vosotros mismos los que os ganáis ese castigo
por rechazar Mi Gracia, Mi Compañía, Mis Reglas, Mis Mandamientos, Mi Amor.
¿Qué pasó con Sodoma y Gomorra? Me dieron la espalda, ellos mismos se atrajeron
el castigo. Ya no era Yo el que vivía en esos pueblos, era Satanás quien,
primeramente, los llevó a una degradación humana y espiritual, porque Satanás
sabe cómo Me molesta ver al ser humano, al rey de la Creación, sometido por el
pecado, escogiendo el vivir en lo más bajo. Después de que los llevó a lo más
bajo, pero, sobre todo, poniéndolos en contra Mía, causó su destrucción.
Ciertamente, es lo que quiere con vosotros, también, en estos tiempos, llevaros
a una destrucción espiritual, humana, que ya no seáis los hombres que Yo quiero
ver en Mi Creación, seres espirituales, que Me respeten, que Me agraden por
vuestras buenas acciones, por el amor que propaguéis. Ya que os destroza
espiritualmente, destruye vuestro cuerpo, vuestro vehículo.
Entended bien esto, Mis pequeños, Satanás no quiere que vosotros os salvéis y
que regreséis al Reino de los Cielos, triunfantes, él perdió esa Gracia y él
luchará fuertemente para destruiros, su maldad es absoluta.
Entendedlo, estáis viendo cómo ya los climas se han vuelto adversos y, en alto
grado, contra vosotros. Los alimentos faltarán, la vida espiritual, que ya falta
entre vosotros, hará que vosotros no os sintáis seguros y a gusto de vivir en
vuestro mundo. Ya no salís con comodidades y seguros de vosotros a las calles,
el temor os agobia, la maldad os acecha.
Estas y muchas otras cosas más, las está provocando Satanás, porque os lo habéis
ganado. Ciertamente Yo voy protegiendo a los Míos porque, ya os he dicho, que no
se le puede castigar igual al mal hijo que al bueno. Aún el bueno puede errar,
pero regresa al bien, el castigo no puede ser igual que a aquél que vive en el
mal y no le interesa regresar al bien, se mantiene en el mal y no le importa lo
que pueda pasar.
¿Acaso queréis que todo se vuelva más adverso a vuestro alrededor? Los que
estáis Conmigo, seguid adelante, orando, dándoos en totalidad, aceptando Mi
Voluntad en vosotros, sabiendo que, aunque todo parezca adverso en vuestra vida,
siempre surgirá un bien para los que están Conmigo. Soy vuestro Dios Amor y
consiento a los Míos, de eso, vosotros estáis seguros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio.
Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Un alma pecadora que cambia hacia el bien, se vuelve un alma poderosa
en la oración y en su donación total a Nuestro Dios, ayudadles a que sean de
ésas almas donadas y amantes de Nuestro Dios.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Estoy con vosotros y
con cada hijo Mío alrededor del Mundo y del Universo entero.
Mis pequeños, cada uno de vosotros es Mi hijo. A cada uno de vosotros os protejo
de las garras de Satanás. A cada uno de vosotros os llevo en Mi Corazón, como
llevo a Mi Hijo Crucificado, porque Él se dio por cada uno de vosotros.
No puedo dejar de ver a Mi Hijo Sufriente al veros a cada uno de vosotros, Él Me
dio esa tarea en la Cruz. Os tomo, os cuido, os protejo, porque sois pequeños y
débiles, no habéis madurado espiritualmente y no tenéis las fuerzas, porque no
queréis, para luchar contra las fuerzas de Satanás.
Si os acercarais a Mi Hijo, vuestro Dios y tomarais de Él, todo lo que os
heredó, podríais fácilmente luchar contra las fuerzas de Satanás, pero estáis
demasiado distraídos por las cosas del mundo y caéis fácilmente en sus engaños.
Estos son Mis tiempos también, porque así el Padre Me lo concedió y, por eso,
aquellos que están con Satanás, tratarán de hacerme a un lado, para que no os
acerquéis a Mí, para que no confiéis en Mis cuidados, en Mi apoyo, en Mis
Consejos, en Mi protección contra las fuerzas de Satanás; él sabe que es
pequeño, muy pequeño ante Mi Hijo y ante Mí y, por eso, está tratando de
eliminarnos del corazón de los hombres y mucho ha logrado en una gran mayoría de
vuestros hermanos.
Recordad, Mis pequeños, que cuando hay un alma llena de un amor verdadero, de un
amor que solamente puede salir de la Divinidad, esa alma se vuelve poderosísima
y Satanás no puede contra esas almas que son instrumentos absolutos del Amor de
la Santísima Trinidad.
Yo quiero que cada uno de vosotros seáis de esas almas. Tenéis el ejemplo de
vuestros hermanos, los santos que, aunque eran atacados fuertemente por Satanás,
no los vencía, porque estaban protegidos totalmente con Nuestro Amor, con
Nuestra Gracia, con la vida espiritual a donde los llevamos.
Estos son tiempos de los Míos, de Mis pequeñitos, los que se han apoyado en su
Madre Santísima.
Soy vuestra Madre, Mis pequeños. Una Madre nunca se olvida de los hijos, Soy,
como decís vosotros, una Madre bien nacida, una Madre llena de Amor, una Madre
que conoce Sus obligaciones y ama esas obligaciones, porque vienen de Nuestro
Dios y Señor. Porque ciertamente, ahora, hay madres que se olvidan, rechazan y
asesinan a sus propios hijos, esas madres, no pueden ser llamadas así, Satanás
las ha desviado, orad por ellas, orad por esta generación, orad por el mundo
entero.
Ciertamente, Mis pequeños, tendréis un tiempo de purificación, que será benéfico
para todo el mundo. Sabéis que Nuestro Dios y Señor os tiene preparados inmensos
regalos, que en estos momentos no alcanzáis ni siquiera a imaginar que puedan
existir y que tendréis, son regalos de Su Sacratísimo Corazón para todas las
almas fieles. Yo os quiero llevar a todos a que podáis gozar de estos regalos
futuros, que se os darán en las Nuevas Tierras que vendrán.
Agradeced a Nuestro Dios Su Infinito Amor por todos vosotros pero, en especial,
por las almas necesitadas, porque para ellas envió a Su Hijo, para darles la
salvación eterna.
No despreciéis a ninguno de vuestros hermanos, por más malo que vosotros
consideréis que sea. No conocéis su historia, no conocéis su nacimiento, no
conocéis su crianza, entonces, no juzguéis, no está en vosotros el juzgar a un
hermano vuestro, el juzgar no os va a dar méritos de salvación, pero sí el orar
y el interceder por ellos. No los despreciéis, amadlos, porque no os imagináis
lo que ellos quizá puedan hacer por vosotros en lo futuro.
Un alma pecadora que cambia hacia el bien, se vuelve un alma poderosa en la
oración y en su donación total a Nuestro Dios, ayudadles a que sean de esas
almas donadas y amantes de Nuestro Dios, a quien ahora no conocen porque no se
Lo han enseñado. Amaos los unos a los otros como Mi Hijo os lo pidió, porque eso
es lo que os falta en la Tierra y en el Universo entero, que os améis como Mi
Hijo os amó.
Pedidle a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor que os transforme en almas
agradables a los Ojos de Nuestro Padre y Nuestro Dios. Vosotros mismos lo
agradeceréis y Nuestro Padre y Nuestro Dios, contento estará de vuestro cambio
y, sobre todo, de vuestra donación a Su Voluntad.
Os bendigo, Mis pequeños, os llevo Conmigo, Soy vuestra Madre, la siempre Virgen
María, que os protege y aboga continuamente, ante Nuestro Dios, por vuestra
salvación.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal (Índice del tema)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.