Dios Padre
LA LUZ DIVINA VENCERÁ LA OSCURIDAD DE SATANÁS
Rosario vespertino
Temas:
Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no
estáis viviendo en el Verdadero Amor.
Habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el
Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría.
Sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y
dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis
vencer a Satanás.
¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en
un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado
nunca?
Es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de
entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.
V. (8 de Marzo de 2012)
Primer Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si
no estáis viviendo en el Verdadero Amor.
Hijitos Míos, habéis desperdiciado el núcleo familiar, vosotros en la familia
que os he permitido tener en la Tierra, para que os unierais en Mi Pensar, en Mi
vivir, y así pudierais vosotros vivir ya desde la Tierra lo que debéis vivir
eternamente en el Reino de los Cielos.
Pero no ha sido así, en la gran mayoría de los hogares no se vive lo que se os
ha enseñado. Debisteis haber vivido bajo Mis Enseñanzas, tomando una
responsabilidad grande, muy grande, que es la enseñanza de Mi Amor y de todo lo
que se os ha dado de vida espiritual, primeramente de parte Mía, de vuestro
Padre y después, de Mi Hijo.
¿Qué habéis hecho con todas estas enseñanzas
que os iban a llevar a la
perfección y al ser perfectos, ser santos?
Antes del Matrimonio debierais haber tendido a la búsqueda de la perfección,
tomando para sí, todo lo enseñado que tenéis en las Sagradas Escrituras y,
después, haberos unido con esa finalidad, mantener Mi Vida espiritual sobre la
Tierra, uniéndoos el hombre con la mujer para mantener la especie, pero sobre
todo, para mantener Mi Vida, Mis Enseñanzas, la Vida que se os ha dado, que se
os ha enseñado, que Mi Hijo os la vino a dar y que la vino a vivir para que
vosotros la tomarais, que fuerais vosotros ejemplo de Él y de esta forma,
pudierais entrar después al Reino de los Cielos fácilmente.
Habéis desperdiciado mucho, Mis pequeños, los valores del Cielo no se deben
desperdiciar, la vida espiritual la debéis vivir y con ello,
dar ejemplo a
vuestros hermanos de lo que debe ser un alma entregada a Mí, aquí en la Tierra,
pero, desgraciadamente, os habéis entregado a Satanás, una gran mayoría de
vosotros, Mis hijos, habéis preferido a Satanás que a Mí, en vuestro corazón, y
con esto, al tomar sus enseñanzas, caísteis, volvisteis a caer, como vuestros
Primeros Padres. Vosotros habéis venido, después de ellos, para recuperar lo que
ellos perdieron, para que vosotros levantarais, nuevamente, al género humano a
donde habían estado ellos antes de su caída. Pero, al contrario, en lugar de
subir, bajasteis, y seguís bajando, seguís cayendo, seguís desperdiciando lo que
se os ha dado y,
todo
esto, debió salir de la familia, del núcleo familiar, del apoyo de los padres
hacia los hijos, de los hermanos entre sí.
Mis pequeños, no habéis luchado por lo que es Mío, ¿de qué ha servido que se os
dijera en el Primer Mandamiento que Yo Soy lo Primero y lo último? Habéis
preferido al enemigo antes que a Mí, vuestro Padre, que Soy más que un amigo,
Soy vuestro Dios y Creador. Me hicisteis a un lado y por eso la humanidad está
así porque, ciertamente, que Satanás no os va a enseñar nada para que vosotros
os unáis, por eso estáis ahora desunidos, peleados unos con los otros, creando
guerras, creando destrucción por todos lados, separando las familias, guerras
internas dentro de vuestra familia y en vosotros mismos.
Yo, vuestro Dios, creé todo para la unión,
Satanás es el que desune, es el que
aparta, ¿acaso esto es lo que vosotros deseáis?, ¿os gusta el pleito, la
destrucción, la muerte, la maldad?
Si es así, Mis pequeños, no merecéis entrar al Reino de los Cielos, el Reino de
los Cielos es para los que saben amar, para los que saben ayudar, para los que
saben unir, para los que saben amarse los unos a los otros, para los que saben
ayudarse los unos a los otros, para los que saben ayudar a crecer a los demás en
Mis Leyes y en Mi Amor.
Si vosotros seguís prefiriendo lo que Satanás os ha dado, desde ahora os vuelvo
a repetir, no merecéis el Reino de los Cielos.
Envié a Mi Hijo para que os enseñara todo esto, para que
vosotros pudierais ver y sentir, con Su Presencia, lo que se vive en el Reino de
los Cielos, y es el Amor, Mis pequeños, un Amor intenso, un Amor Divino y esto
no lo estáis viviendo en la Tierra,
porque vosotros habéis preferido
la destrucción de vuestra alma, a su santidad, a vuestra santificación.
Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no
estáis viviendo en el Verdadero Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo,
el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría.
Hijitos Míos, os he dicho tantas veces que vosotros fuisteis creados para vivir
vida de amor. Fuisteis creados para que Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os
consintiera, porque vosotros bajasteis a la Tierra a
servirme, y este es un
sacrificio grande y bellísimo, Mis pequeños,
dejasteis ese lugar Bendito, que es
el Reino de los Cielos, para bajar, como Mi Hijo, a servirme en el Amor.
Mis pequeños, por eso os amo tanto y por eso os pongo tanta protección porque,
como Mi Hijo os dijo, Satanás es el príncipe de este mundo, es el reino de la
maldad, ¿cómo voy a dejar Yo, que Mis hijos, que se donan a Mí, queden sin
protección?
Os doy toda la protección posible para que vosotros no seáis
afectados por Satanás a tal grado de que vuestra alma se pierda.
Os he dejado Mi Vida de Sacramentos, se os ha dado protección con los santos
Ángeles, tenéis la protección de los unos para con los otros con vuestra
oración, viviendo en la hermandad. Mi Hija, la Siempre Virgen María os cuida y
os protege, os ha dejado el rezo del Santo Rosario como el arma más poderosa en
estos tiempos para vencer a Satanás, tenéis las Enseñanzas de Mi Hijo para que,
viviendo con Su Ejemplo, con Su Amor, con Su protección, pudierais vosotros ir
quitándole poder a Satanás. Él no puede contra el Amor, vosotros vinisteis a
vivir el Amor Divino a la Tierra, vinisteis a destruir su reino con vuestro
ejemplo, que deben ser las Enseñanzas de Mi Hijo y las normas que Yo, como Padre
Divino os di, aquí a la Tierra.
Vuestra misión es Amor, Mis pequeños, os lo he dicho tantas veces, pero seguís
haciendo a un lado el Amor y el respeto que os debéis los unos a los otros, con
las Virtudes, pero insistís en vivir en la maldad del Príncipe de este mundo,
que es Satanás.
¿Qué queréis pues, entonces, Mis pequeños? Tenéis Mi protección, tenéis todo lo
que un alma necesita para que Satanás no os venza aquí en la Tierra,
pero vosotros os escapáis de Mis
Manos para que no os consienta.
Preferís vivir en la maldad, viendo maldad, transmitiendo maldad, en lugar de
imponer el Amor, exigiendo Amor entre vuestros hermanos y no dejando que la
maldad os destruya y destruya a los demás.
Estáis viviendo en el error y en el odio porque así vosotros lo habéis buscado,
no porque Yo quisiera que así vivierais. Vuestros Primeros Padres vivían en la
plenitud del Amor y eran felices por ello, hasta que fueron engañados por
Satanás.
Yo os di los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento, Mi Hijo os dio Sus
Enseñanzas en el Nuevo Testamento y todo se resume en el Amor.
Ciertamente, Mi Hijo no fue aceptado por una gran mayoría de personas de su
tiempo porque también vivían en la maldad y es que, necesariamente,
para vivir
en el Amor y vivir en el bien, debéis primero vivir en la humildad, reconociendo
vuestra debilidad, vuestros errores, vuestra mala vida, al aceptarlo, es cuando
empezáis a mejorar y es cuando venís a Mí para pedir Mi ayuda, para que vuestro
cambio se vaya dando, pero son muy pocos los que aceptan el error en el que
vivís y buscáis, con vuestra soberbia, aprovecharos de vuestros hermanos,
buscando ser superiores a ellos, para destrozar a las almas en diferentes
formas.
Estáis aquí para vivir como verdaderos hermanos, os habéis vuelto enemigos de vuestros hermanos, no hay cordialidad entre los pueblos, os queréis quitar vuestros bienes unos y otros y muy pocos buscan el deseo de mejora espiritual y, desgraciadamente, aquellos que están luchando por su perfección, para que los lleve a la santidad, son atacados por sus mismos hermanos, empezando muchas veces desde dentro de la familia, en donde no reciben ese apoyo, porque se salen de la normalidad en la que viven y esa “normalidad” es ya la maldad de Satanás.
Ciertamente, en estos momentos, si os queréis mantener en el Bien, seréis
castigados con desprecio, con maldad, con grosería y hasta con muerte. Si
queréis vivir en el Bien, y buscáis el Bien, sois luz entre las tinieblas, pero
la gran mayoría no quieren ver la luz, no quieren ver Mi Luz que traéis ya de
los que Me estáis buscando y los que os mantenéis Conmigo y, por eso, sois
despreciados los que Me buscáis, porque al estar entre los que viven en las
tinieblas, vosotros, los que sois luz, destacáis y se sienten mal los que están
viviendo en la oscuridad.
Prefieren destruir a aquellos que están produciendo luz, para que, entonces, el
mal sea lo “normal” y ya no se sientan mal los unos con los otros.
Ciertamente, a eso Me refería cuando os decía que ibais a ser otros Cristos
sobre la Tierra en estos tiempos, pero también ibais a ser despreciados por
vuestros hermanos, como Mi Hijo lo fue. Él fue Luz en ese momento cuando todo
alrededor eran tinieblas. Los mismos altos dirigentes, vivían en la oscuridad y
llevaban al pueblo hacia la oscuridad, al venir la Luz al mundo con Mi Hijo, Él
hizo que se sintieran mal los que vivían y transmitían la oscuridad y para no
sentirse mal, Lo destruyeron, Lo crucificaron, se burlaron de Él.
Ciertamente, la Luz surgirá, es tiempo ya de que se dé la Luz nuevamente entre
los hombres, estos son tiempos de una gran lucha espiritual, de entre la Luz y
las tinieblas, y la Luz Divina vencerá a la oscuridad de Satanás.
Manteneos pues, Mis pequeños, los que habéis sido llamados hacia la Luz, los que
reflejáis Nuestra Luz Divina, manteneos en pie, aceptad el dolor que recibiréis,
como Mi Hijo lo aceptó, porque eso os llevará a la santificación de vuestras
almas.
Manteneos transmitiendo la Luz Divina, para que las tinieblas se vayan disipando
sobre la Tierra. Manteneos unidos los que sois luz, para que se dé la Gran Luz
en vuestro mundo con la llegada de Mi Hijo a la Tierra. Es inevitable que la Luz
se dé, Satanás no puede vencer a la Luz Divina, éstos son tiempos de la
oscuridad y son tiempos de la gran prueba entre aquellos hermanos vuestros que
escogerán la Luz o escogerán las tinieblas.
Se os dio la Luz, y vosotros escogisteis a las tinieblas,
aceptad pues vuestro castigo, los que habéis aceptado las tinieblas en vuestra
vida. En estos momentos, vuestra soberbia os hace creer que vivir en las
tinieblas es lo mejor, porque tenéis el poder del mundo y ¿qué es el mundo ante
el Universo? Los que
habéis escogido la Luz, estáis Conmigo y tenéis el Universo entero con vosotros,
porque el Universo fue creado para los que estuvieran en la Luz.
Grandes regalos tendrán los que viven en la Luz, mucho dolor tendrán los que
sigan despreciando la Luz y sigan escogiendo las tinieblas, habéis sido avisados
por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo
se abrió para anunciar lo que se os vendría. Es el tiempo de la separación del
trigo y la cizaña, escoged pues vuestro futuro, acercaos a Mí, pedid Sabiduría y
Discernimiento Santo, pero antes que nada, pedid humildad, que eso es lo que os
va a abrir las Puertas de Mi Misericordia sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María
Sobre: Sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro
Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma,
podréis vencer a Satanás
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, busco vuestro bien, así como os lo dio Mi
Hijo a través de Su Vida, de Sus Enseñanzas, de Su Amor, de Su Muerte, de Su
Resurrección, sois Mi herencia, porque así Me lo pidió Mi Hijo desde la Cruz. Un
Gran Dolor donado por vosotros, Él dándose por vuestra salvación y pidiéndome a
Mí, Su Madre, que siguiera Su tarea de Salvación por Él para vosotros. Mi
Corazón, adolorido, al ver a Mi Hijo en la Cruz sufriendo pero, también,
contento, porque os estaba redimiendo. Mi Corazón, ciertamente, adolorido,
uniéndose al de Él y recibiendo ésta tarea de seguir con vuestra salvación, en
el tiempo venidero.
Mis pequeños, Mi Corazón de Madre os ama infinitamente, porque el Corazón de Mi
Hijo está junto con el Mío. Una madre también busca lo mejor para sus hijos y se
da plenamente por su bienestar.
Mi Hijo Me encomendó a la humanidad entera, para que fuerais
salvados, porque todos tenéis que regresar al Reino de los Cielos, al Reino del
Amor. Seréis juzgados en
el Amor, se os abrirán las Puertas si vuestro corazón sabe amar.
¡Cuántos, cuántos han cerrado su corazón al amor!,
pero Yo, como Madre vuestra sigo
tocando corazones, sigo
buscando que vuestro corazón aprenda a amar.
Habéis constatado los milagros que se han dado alrededor del
mundo, ya sea con la Presencia de Mi Hijo o con Mi Presencia, para que
regresarais hacia las Verdades enseñadas y para que vivierais plenamente el Amor
que se os enseñó. Muchos han sido tocados en su corazón y aún corazones muy
duros, completamente cerrados, por la Gracia de Nuestro Dios, se han abierto.
El Amor de Dios todo lo
puede, vuestras oraciones, unidas a las Mías, pueden producir Milagros, Mis
pequeños.
Todos estamos unidos en el Amor y por eso se os ha insistido tanto que viváis en
la oración, en vuestra donación y en el respeto a lo enseñado por Nuestro Dios
en Su Santísima Trinidad. Mucho se puede lograr todavía para la salvación de
tantas almas que alejadas están del Verdadero Amor.
Ciertamente, Satanás Me tiene pavor, porque nada puede contra Mí, contra esta
humilde Esclava del Señor, donada completamente a Su Voluntad. Es Mi pequeñez,
es Mi Humildad, es Mi Amor total por Mi Dios lo que no soporta Satanás y, por
eso, cuando rezáis el Santo Rosario y vuestra boca y vuestro corazón, pronuncian
Mi Nombre, Satanás se aleja, se desvanece, porque no puede contra Mí,
que Soy
reflejo de Nuestro Dios. Por eso os hemos pedido que vosotros seáis reflejo
también del Amor de vuestro Dios, por eso Mi Hijo os enseñó cosas sencillas,
para que en estos tiempos fueran grandes.
La Humildad, la sencillez, la docilidad, es lo que os hace grandes ante los Ojos
de Nuestro Dios y cuando sois más pequeños, sois más grandes ante Su Presencia y
más poderosos contra los poderes del mal; satanás no puede contra los pequeños
por eso os lo decía así Mi Hijo, que fuerais pequeños, porque al ser pequeños,
estáis confinado plenamente en vuestro Dios, al ser pequeños, aceptáis vuestra
debilidad y os acercáis a Aquél que tiene el Poder grande de protegeros y en
este caso es vuestro Dios y, si vuestro Dios os protege, nada puede Satanás
contra vosotros.
Ahora, como Madre vuestra, os repito nuevamente las Palabras de Mi Hijo,
sed
pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y
dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis
vencer a Satanás y ayudaréis a vuestros hermanos para que
Satanás no los
destruya. Dad ejemplo de esto, Mis pequeños, a vuestros hermanos y, os repito,
al estar trabajando y viviendo plenamente Nuestro Dios en vosotros, lo primero
que transmitiréis a vuestros hermanos, será una paz indescriptible, porque
¿qué
más podréis necesitar cuando el Creador del Universo está con vosotros?
Eso es
la plenitud de la Gracia, Mis pequeños, que viva vuestro Creador, vuestro Dios
plenamente en vosotros, como vivía plenamente en vuestros Primeros Padres.
Esa es vuestra misión, regresar, regresar nuevamente a
ese tiempo de vuestros
Primeros Padres viviendo la plenitud con vuestro Creador. Cuando Él vive
plenamente en un alma, el alma no necesita nada más, no desea nada más, no
envidia nada más, es el éxtasis de Amor al que todos vosotros debéis llegar.
Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os guíe, para que Yo os enseñe a llegar a
ése éxtasis de Amor en el que Yo también vivo, porque estoy plena del Amor de
Nuestro Dios. Sois Mis hijos, Soy vuestra Madre y deseo lo mejor para vosotros
como Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad así lo desea.
Buscad pues la
plenitud siendo pequeños, siendo como niños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un
Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis
experimentado nunca?
Hijitos Míos, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que os
he prometido, ciertamente, por un lado, es el vivir en un Nuevo Mundo, un Mundo
preparado para los escogidos, pero escogidos por Mí,
porque vosotros primero Me
escogisteis, cambiasteis vuestra vida y quisisteis manteneros Conmigo, con
vuestro Dios.
Ciertamente, tendréis un lugar bello, porque eso es lo que quiero para los hijos
consentidos. Vosotros sufristeis y estáis sufriendo por haber escogido vivir en
Mis Enseñanzas, vivir Mi Amor y transmitirlo y, como os he dicho, habéis sido
también mártires de éste tiempo, mártires cruentos e incruentos y por eso os
consentiré con este regalo tan grande que daré para vuestro cuerpo, para vuestra
vida, pero también los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, no solamente será
algo externo, sino, sobre todo, será un experiencia espiritual bellísima, porque
vuestro ser no puede gozar plenamente si vuestra alma no vive plenamente Conmigo
y por eso ese estado espiritual va a ser algo bellísimo que no habéis
experimentado la gran mayoría de vosotros. Y eso será todavía más bello que el
lugar en el que viviréis y las cosas que veréis con vuestros ojos humanos.
Viviréis plenitud de gozo en cuerpo y en alma, gozaréis lo que Yo, vuestro Dios
puedo crear para vosotros que, en éste momento, es inimaginable, porque no
tenéis ningún punto de comparación para lo que Yo os daré, porque no ha habido
antes, en la historia de la humanidad, lo que tendréis ahora vosotros, los
escogidos, porque Me escogisteis a Mí, vuestro Dios.
Todo actuar tiene su repercusión, si actuáis en el Bien, gozaréis Mi Bien y todo
os saldrá bien, si actuáis en el mal, todo os saldrá mal. No os puedo Bendecir
como quisiera, si vosotros estáis escogiendo vivir en el mal porque, de esta
forma, estáis atacando al Bien Supremo, que Soy Yo, Me estáis traicionando, Me
estáis cambiando a Mí, vuestro Dios, que Soy todo Bien, por el mal que habéis
escogido para vuestro corazón y para vivir en él.
El mal y el Bien, no pueden vivir en el mismo lugar, si escogéis el mal, Yo Me
aparto, si escogéis el Bien, estoy con vosotros y os protejo para que el mal no
entre en vosotros, a menos que, en vuestro libre albedrío, insistáis en hacerme
a un lado, en sacarme de vuestro corazón.
Pero entended, que en vuestro
libre albedrío, podéis escoger la Bendición o la maldición, el Bien o el mal, la
Vida o la muerte, la Luz o las tinieblas, sois libres y podéis escoger lo que
queráis.
Todo esto son tribulaciones para el alma, mientras vivís sobre la Tierra, porque
sois débiles y Satanás os pone muchas tentaciones, a lo largo de vuestra vida,
para desviaros. Ciertamente, en momentos estaréis en contra Mía, porque estaréis
pecando y, a veces, hasta gravemente. En otros momentos estaréis Conmigo y
sacaréis de vuestro corazón la maldad, gracias a Mis Sacramentos, Sacramentos
que son Luz y Vida para vosotros. Yo no os traiciono, Yo busco siempre vuestro
Bien, si os donáis a Mí, no solamente viviréis en Mi Bien, sino éste se irá
incrementando, acrecentando, haciéndose cada vez más fuerte en vuestro ser y os
dará más gozo.
Cuando un alma Me ha escogido, cuando un alma ha escogido
vivir en el Bien y empieza a probar de las mieles del Amor, difícilmente se
apartará de Mí, porque
Yo
sé consentir a las almas que dejan todo por Mí
y, con esto os quiero decir que dejan el pecado, que tratan de vivir según Mis
Mandatos, según Mi Amor, según Mis Enseñanzas.
Cuando un alma no desea vivir ya de lo que el mundo le da, sino que busca lo que
el Cielo le provee, es cuando Yo vuelo hacia esa alma, la abrazo, la beso, le
cambio sus vestiduras y la empiezo a alimentar con manjares exquisitos y, así,
al consentir a las almas, busco que nunca más se aparten de Mí,
pero para esto
debéis poner todo vuestro deseo, toda vuestra fuerza, todo vuestro amor para
llenaros de Mí.
Es una lucha fuerte, interna, del alma contra el mundo. Ciertamente, todos
vosotros habéis caído en el mal, habéis caído en el pecado,
pero el hecho de que
os levantéis, ya esto implica que Me estáis escogiendo, que estáis haciendo a un
lado el pecado de vuestra vida. Pedidme que os ayude a que deis el cambio
decisivo, que es el vivir plenamente en Mí y para Mí. Con esto no os estoy
diciendo que os llevaré a vivir una vida diferente a la que estáis viviendo,
sino que seguiréis viviendo lo que Yo os pedí que vivierais, pero en plenitud
total. Vuestros actos serán donados totalmente a Mí, serán Bendecidos por Mí,
vuestro Dios y serán más perfectos, aún aquellos actos sencillos, a veces
insignificantes, actos de todos los días, porque vuestro estado de vida así los
exige, al ser ofrecidos a Mí, vuestro Dios, con todo vuestro corazón, ya no van
a ser actos sencillos, sino adquirirán un Poder Divino que os cambiará a
vosotros y cambiará a los que estén a vuestro alrededor, porque así seréis luz,
seréis ejemplo, seréis Mi Hijo sobre la Tierra, porque Mi Hijo llevó una vida
sencilla, cumplió Sus obligaciones de estado ante los hombres, pero todo lo
hacía en unión Conmigo, con vuestro Padre, con vuestro Dios y, así, Sus actos se
volvían Divinos, porque Él estaba unido a Mi Divinidad con Su Divinidad.
Todo en Mí es sencillez, todo en Mi es Bondad, todo en Mi es Paz,
todo en Mi es alegría, todo en Mi es progreso, todo en Mi es puro Amor.
Aprovechad todo esto, Mis pequeños,
¿Por qué queréis seguir sufriendo
cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos
de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?
Que vuestros actos y vuestra vida cambien a este mundo que estáis viviendo.
Vivid en Mi Plenitud para que en Mi Plenitud de Amor destruya la maldad que
Satanás ha sembrado en vuestros corazones.
Lo podéis lograr, Mis pequeños,
porque Mi Hijo lo logró por vosotros, uníos a Él y sed esos Cristos de este
tiempo, para que todo se plenifique en Mi Amor, porque así es lo que Yo deseo,
porque Soy vuestro Dios, porque Soy vuestro Creador.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: Es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad
antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela
tanto.
Hijitos Míos, cuando Yo os dije “sean perfectos como el Padre es
Perfecto”, os estoy pidiendo que lleguéis a ese grado, porque sois hijos de todo
un Dios y sois hermanos Míos.
Mis pequeños, el Cielo es perfección porque es perfecta toda
hechura de vuestro Padre y vuestro Dios. Todo lo creado lleva un orden perfecto,
el Universo entero está creado en un orden perfecto,
lo que conocéis es perfecto,
aunque fue alterado por el Pecado Original,
aún, en estos momentos, vosotros, la ciencia y los más prominentes en
conocimiento en vuestro mundo, os seguís asombrando de la perfección que os
rodea y de lo que hay en el Universo entero.
Cuando os he pedido que seáis perfectos, como Mi Padre y vuestro Padre es
Perfecto, es para que podáis entrar al Reino de los Cielos, pero antes luchando
para alcanzar esa perfección,
porque para entrar a un reino
perfecto, vosotros debéis ya haber cambiado de la imperfección en la que vivís,
a la perfección en la cual fuisteis concebidos en la Mente de vuestro Padre y
vuestro Dios.
Vosotros mismos podéis constatar lo que la imperfección puede causar en aquello
que está creado en la perfección. Cuando vosotros veis lo que los grandes
científicos o inventores de vuestro mundo pueden hacer, guiados por la Luz del
Espíritu Santo, os asombráis de lo que el hombre puede crear que, aunque no es
perfecto, sí lleva un alto grado de perfección, porque está guiado por Nosotros,
y si esa maquinaria es trabajada por alguien que no tiene las capacidades, que
es imperfecto, porque no tiene las capacidades para mover toda esa perfección,
posiblemente se pueda destruir esa maquinaria fabulosa, que fue creada
prácticamente en perfección.
Por eso no puede entrar un alma imperfecta al Reino
de los Cielos, simplemente, no hay lugar para ella en el Reino de los Cielos y,
por eso, se os exige una purificación total antes de entrar al Reino de los
Cielos y ésa, también, es vuestra tarea de toda una vida, apartar de vosotros
vuestras imperfecciones, especialmente porque os llevan al pecado y no puede
entrar un alma, que produce pecado, al Reino de los Cielos porque, en el Reino
de los Cielos, se vive de la Pureza y de la santidad. Se viven todas las
Virtudes en alto grado, en grado perfecto y, vuestra imperfección no puede
entrar al Reino de los Cielos.
Por eso, agradeced a vuestro Padre y vuestro Dios, todo lo
que permita en vuestra vida, para que os vaya purificando, y ofreced cada
instante de vuestra vida, ya sea bueno o doloroso,
para que os vayáis purificando,
vosotros y vuestros hermanos, al ofrecer también vuestros deseos por ellos.
Sed perfectos, como vuestro Padre es Perfecto, mantened en vuestra mente y en
vuestro corazón esta frase, para que ella os vaya apartando del mal y para que
luchéis para alcanzar esa perfección a la que estáis llamados todos vosotros,
sobre todo para que podáis entrar al Reino de los Cielos,
porque es una
exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al
Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto,
y solamente
lo lograréis con vuestra vida de ejemplo, con vuestra vida en virtud, con
vuestra vida llena de amor. No hay otra forma, Mis pequeños, porque así es como
se vive en el Cielo y es como debéis empezar a vivir ya sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.
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