DIOS PADRE
MI AMOR ES EL QUE VENCERÁ Y VOSOTROS
SERÉIS MIS INSTRUMENTOS DE AMOR
Rosario vespertino
Temas:
Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de este rebaño
escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón,
encontradme a Mí ahí dentro.
Ciertamente, esta purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la
gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por
vosotros.
Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos
venceremos a Satanás y muchas almas le quitaremos.
Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de
vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra,
quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor.
Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a
vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera
plenamente en ellos.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V. (22 de Agosto de 2014)
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de este
rebaño escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro
corazón, encontradme a Mí ahí dentro.
Hijitos Míos, ¿a qué teméis?, si os he avisado que los acontecimientos son
inminentes, es para que os apuréis a poner toda vuestra vida ante Mis Ojos,
reparéis lo que hayáis dañado, pero, sobre todo, reparéis lo que le hicisteis a
Mi Corazón Sacratísimo.
Ciertamente, los acontecimientos son inminentes, pero, todavía, tendréis un
tiempo para enmendar mucho mal que hicisteis a lo largo de vuestra existencia y,
aún, los mismos acontecimientos se prestarán a que los utilicéis como penitencia
y ofrecimiento a Mí, vuestro Dios, por todo el mal que Me hicisteis y le
hicisteis a vuestros hermanos.
Os sigo repitiendo que, siempre de un mal, Yo saco un bien y que lo que se viene
es un mal aparente, porque, realmente, os va a servir de purificación. Ya os he
dicho que el dolor es purificador y así lo deberéis tomar.
Mis pequeños, no os pongáis tristes, os dije hace mucho tiempo que, cuando
empezaran los acontecimientos, no os fijarais en ellos, que éstos se tienen que
dar para vuestro bien y para la purificación y eliminación de toda la maldad que
os hace caer en el mal.
Sed conscientes, Mis pequeños, que vuestra alma es débil por causa del Pecado
Original y si tenéis a vuestro lado a Satanás, que os está tentando
continuamente, muchas veces caeréis y esta purificación, en la cual ya estáis
viviendo sus inicios, os va a llevar a que Satanás sea erradicado de la Tierra,
porque así os lo he prometido, que tendréis un cierto tiempo, en donde viviréis
sin ningún ataque satánico, para que vuestra espiritualidad se desarrolle
grandemente, ¿no os parece esto bellísimo, Mis pequeños? Yo estoy esperando ya
este momento, para ver almas renovadas, que Me amen como Me lo merezco, que Me
agradezcan por tantas cosas bellas que os doy y que busquen más de Mí, que estén
ansiosas de saber más de Mí, para que podáis amarme más, porque las almas que
quedarán después de la purificación, desearán esto y más, porque cuando Me vean,
absortas quedarán de Mi Amor, de Mi Belleza, de Mis Potencias.
Vosotros, los que estáis Conmigo entendéis todo esto y debierais estar ya
ansiosos, también, de que la purificación se dé y que ya haya terminado y que
estéis ya viviendo estos Nuevos Tiempos que os tengo prometidos para que estéis
gozando de Mis Bienes espirituales y Celestiales.
Que esa alegría, Mis pequeños, ojalá la podáis vivir y transmitir a vuestros
hermanos, que, aún a pesar de los acontecimientos que se estén dando, vosotros
estéis felices, sabiendo que cada día que pasa, es un día que os acerca más a
Mí. Así que, no os preocupéis, no os entristezcáis por lo que suceda, gozad aún
lo que Yo os vaya quitando, sí, Mis pequeños, gozad, porque si os lo estoy
quitando, es porque os está deteniendo para que crezcáis espiritualmente, que
mucho Me agradeceréis cuando os deis cuenta que lo que Yo os estaba quitando,
era lastre, para que pudierais volar hacia Mí.
Ya os he dicho que sufriréis, porque estáis muy arraigados con las cosas de la
Tierra, con las cosas del Mundo, con todo aquello que veis y os atrae, pero que
no es bueno para que crezcáis espiritualmente.
Dejaos pues, mover por Mi Gracia, dejad que Mi Amor os llene, porque Mi Amor es
el que vencerá y vosotros seréis Mis instrumentos de Amor. Satanás será vencido
por el Amor, sí, por el Amor de una Criaturita Perfecta, Santísima, Bellísima,
Mi Hija, la Siempre Virgen María.
Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de este rebaño
escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón,
encontradme a Mí ahí dentro, en vuestro ser e iniciad ya el coloquio final que
os preparará a una vida bellísima Conmigo. Os amo, Mis pequeños y os bendigo,
quedaos Conmigo,
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ciertamente, esta purificación, os hará crecer en el amor, os hará
crecer en la gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo
he hecho por vosotros.
Hijitos Míos, las almas que saben escuchar Mi Voz, siempre salen bien libradas
de las pruebas, aunque éstas sean muy fuertes. Tenéis a Noé, y es una tristeza
que, solamente fuera Noé y su familia los que se pudieron salvar, porque muchos
miles murieron porque no eran gratos a Mis Ojos. Sodoma y Gomorra, dos ciudades
y nuevamente una familia salvada, la de Lot. Un ejemplo grande para todos los
tiempos, Nínive, que respondió al llamado del profeta, se arrepintieron y los
perdoné.
¿Cuántos serán ahora, Mis pequeños?, ¿cuántos los que saldrán adelante? Os he
dicho que el resto fiel es pequeño, muy pequeño y esto es una tristeza, porque,
en el pasado, tuvieron la voz de los profetas y pocos o muchos se salvaron, pero
vosotros habéis tenido la Voz de Dios, Mi Voz en Mi Hijo Jesucristo y ¡qué
desperdicio de una gran mayoría de vosotros! No os imagináis, Mis pequeños, el
dolor que esto Me causa.
Seáis salvados o seáis condenados, en algún momento conoceréis Mi Amor, el Amor
que tengo por cada uno de vosotros y os daréis cuenta que durante vuestro tiempo
de vida sobre la Tierra, nunca, nunca nadie tuvo algún amor como el Mío hacia
vosotros, hacia cada uno de vosotros, muy en lo personal, muy en lo íntimo,
porque Mi Amor es Divino, Mi Amor es inmenso, es Infinito, Purísimo y Santísimo,
nunca en vuestra vida, tuvisteis algo así, algo semejante y lo despreciasteis.
Tristeza también os debiera dar y un arrepentimiento intenso, porque no
aprovechasteis Mi Amor.
Ahora lo sabéis, reparad el tiempo que os quede de vida, para que Yo Me conmueva
más por vosotros y salve a infinidad de almas.
Muchas almas se perdieron en el pasado porque no apreciaron tampoco Mi Amor, no
quisieron escuchar a los profetas de aquel tiempo y, aunque, ciertamente, los
profetas les hacían conocer Mis Designios, no los tomaban en cuenta, no
apreciaban tampoco lo que se les dio en ese tiempo. No seáis como ellos,
agradecedme que he sido Benevolente con cada uno de vosotros porque, si
recorréis vuestra vida, toda vuestra vida, sed conscientes de que os mereceríais
la muerte eterna, o sea, la condenación de vuestra alma, pero os perdoné muchas
veces vuestros pecados mortales, los pecados que llevaban a la muerte, pero por
la Gracia Divina, por el derramamiento de Mi Amor al mandaros a Mi Hijo,
recuperabais la Gracia, cada vez que recibíais la absolución de algún ministro
Mío, en la Iglesia. ¿Cuántas veces pudisteis haber muerto, estando en pecado
grave?, y Yo no lo permití y os daba la oportunidad de confesaros y volver a
recuperar la vida de la Gracia.
Daos cuenta que muchas veces estuvisteis en ese peligro de morir estando en
pecado grave, pero os perdoné y os di una y muchas veces más oportunidades de
regresar a Mí y terminar vuestra misión.
Hay tanto que debéis meditar y mucho más que Me debéis agradecer. Os colmé de
favores, aún a pesar de que Me dabais la espalda. Vosotros, como seres humanos,
no haríais eso o no hicisteis eso, con aquellos que consideráis vuestros
enemigos, daos cuenta que fuisteis enemigos Míos, cuando Me disteis la espalda y
cometíais pecados graves, erais Mis enemigos porque, cada vez que pecabais
grave, estabais con Satanás, que es Mi peor enemigo, porque no ama Mi Amor y,
aún así, os perdoné infinidad de veces, para que volvierais a una amistad íntima
Conmigo.
¿Cuántas veces, realmente, os arrepentisteis de corazón de haberme dañado tanto?
volviéndoos enemigos Míos, porque le hicisteis muchas veces caso a Satanás, de
ofenderme, de darme la espalda, de no cumplir con lo que Yo os pedía, para que
os mantuvierais en estado de Gracia y así crecierais hacia la perfección.
Pocas, muy pocas veces meditasteis sobre ello y Me pedisteis perdón y menos
veces Me agradecisteis por la absolución que Yo os daba a través de Mis
ministros.
¿Os dais cuenta de qué tan distraídos estáis, de que no respondéis como
verdaderos hijos? ¡Cuánto desamor hacia Mí!, os decís seguidores Míos, de
vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad y no respondéis como tales. No sois amigos
leales, pero Yo, como Padre vuestro, os seguía, iba tras de vosotros, os cuidaba
sin que os dierais cuenta, cuando caíais os levantaba, Me alegraba cuando
estabais Conmigo. ¡Siempre atrás de vosotros, protegiéndoos! Y aquí estoy
nuevamente, tras de vosotros, anunciándoos estos cambios, que Me debierais
agradecer de corazón y, en lugar de eso, el miedo, el terror, no os deja pensar
ni actuar debidamente, porque no confiáis en Mí, que os quiero dar siempre lo
bueno, lo mejor que tengo Yo.
¡Qué ingratos sois, Mis pequeños! ¡Qué ingratos sois! Ciertamente, ésta
purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la gratitud, os dará
una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por vosotros y
entenderéis más, ahora, lo que significa un Amor de un Dios hacia Su criatura.
Pedidme ya desde ahora, vosotros, los que Me amáis, que os enamoréis de Mi Amor,
para que podáis gozarme ya, desde ahora, de todas las Bendiciones que tendréis
durante este tiempo de purificación porque, yendo atrás de vosotros, iré y os
seguiré protegiendo, levantando, compartiendo con vosotros vuestras alegrías,
sin que os deis cuenta, hasta que llegue un momento en que Yo ya no vaya atrás
de vosotros, sino junto a vosotros, que lleguéis a esa confianza tal, en la
cual, caminemos juntos y seamos uno solo.
Pedidme, Mis pequeños, esa transformación de vuestro cuerpo y de vuestra alma,
para que podamos ya ser uno solo, Mi Voluntad con vuestra voluntad.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal,
juntos venceremos a Satanás y muchas almas le quitaremos.
Aquí estoy, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María,
y como os ha dicho Mi Padre, vuestro Padre, estos son Mis tiempos.
Esta Pequeña Criatura del Señor, Su Sierva, os ayudará a vencer las fuerzas de
Satanás. Soy la Pequeña Servidora de Mi Dios y Servidora de vosotros, Mis
pequeños.
Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos
venceremos a Satanás y muchas almas le quitaremos.
Mi Amor y vuestro amor, le arrebatará muchas almas al enemigo. Se creía seguro
de que se llevaría a infinidad de almas hacia la muerte eterna y no será así,
Mis pequeños.
Vosotros, los que estáis transformados, sentís la vida, la vida de Nuestro Dios
en vosotros. Sentís una obligación, pero más que obligación, sentís el Amor que
Mi Hijo siente por vosotros. Mi Hijo, Mi Dios, vuestro Dios y Salvador, os ha
enseñado lo que es la vida en el Amor, Él os hermanó a todos vosotros, son
Misterios y regalos Divinos, que no alcanzáis a comprender, pero que tampoco
alcanzáis a agradecer. Hermanos de todo un Dios.
Si esto lo meditáis y lo meditáis de corazón, debéis caer de rodillas y con
vuestra frente en el piso, agradeciéndole a Nuestro Dios y Señor, tal dignidad
que tenéis y que no apreciáis y, si realmente lo entendéis, os daréis cuenta de
vuestras obligaciones espirituales para con vuestros hermanos que no están
preparados para la gran prueba, que ya empezó. Esa era la única preocupación de
Mi Hijo y por eso se pasaba días y noches orando, por todos vosotros, por todas
las almas, pasadas, presentes y futuras, era y es su única preocupación, vuestra
salvación eterna.
No alcanzáis a comprender, Mis pequeños, cómo todo un Dios se digne voltear a
veros. Si os dierais cuenta de Su Magnificencia, de Sus Potencias, de Su
Inmensidad, la cual llena al Universo entero y todavía os viene a buscar a cada
uno de vosotros, a pesar de vuestra pequeñez, a pesar de vuestra nada.
Sí, Mis pequeños, pedidle a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os ayude a
comprender, aunque sea un poquito, tanto Amor y Bendiciones que tenéis de
vuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, y que también os ayude a saber
agradecerle con todo vuestro ser.
Sois Mis hijos, también intercedo por vosotros, os enseño, como ahora,
explicándoos todo esto. Dadme vuestras intenciones, vuestros agradecimientos,
vuestra pequeñez, llenaos de humildad, para que Yo también lleve a Nuestro Dios,
en Su Santísima Trinidad, vuestras alegrías, vuestros agradecimientos, vuestro
amor. Ciertamente, sois muy pequeños, pero vuestro amor de corazón, es grato a
los Ojos del Padre y alegría inmensa para todos Nosotros.
Pedid vuestra perfección, porque así gozaréis cada vez más, todo lo que de
Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, derrame sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno
de vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra,
quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor.
Hijitos Míos, ciertamente, veréis muchos cambios. Iréis viendo cómo el mal va
terminando, va siendo eliminado y cómo el Bien va quedando, pero algo muy
importante os pido, que no seáis jueces de nadie en estos momentos, Yo Soy
vuestro Dios y Yo Soy el Único Juez, Yo conozco los corazones, las intenciones.
Conozco lo secreto de vuestro corazón, de cada uno de vosotros y Yo Soy el Único
que puede Juzgar.
Ciertamente, os iréis alegrando de que el mal vaya terminando, iréis viendo a
vuestro alrededor cómo aquellos que seguían al mal y se congratulaban con él,
irán siendo eliminados, pero que esto os cause tristeza, no alegría, tristeza,
porque son hermanos vuestros. Tendréis alegría, en el sentido de que,
ciertamente, os oprimían y ya no padeceréis después de su eliminación de la
Tierra.
Acordaos que seréis Juzgados en el Amor y deberéis ser hijos virtuosos y, si os
burláis y si veis el mal en un hermano vuestro y os alegráis de su eliminación,
ya no estáis viviendo en la virtud.
Estos detalles os lo menciono porque pasan muy desapercibidos en vuestra forma
de ser, actuáis todavía muy humanamente y debéis aprender a vivir más en lo
Divino, porque si sois del resto fiel, debéis llenaros de una vida espiritual
más profunda, de una cercanía Conmigo mucho más íntima. Os deberéis poner en el
lugar de vuestros hermanos juzgados y quizá, eliminados, ¿acaso os gustaría
estar en el lugar de ellos y padecer Mi Juicio en contra de ellos? No, ¿verdad,
Mis pequeños? ¡Claro que no os gustaría!, porque sabéis cuál será vuestro futuro
eterno. ¿Podéis estar alegres viendo cómo hermanos vuestros, aún sabiendo que
actuaban en el mal, van a estar sufriendo toda la eternidad?
Si realmente hay amor en vuestro corazón, si realmente vivís ya una hermandad
Divina con vuestros hermanos, no os debe alegrar esto, debéis llorar su destino.
Recordad que su alma, es parte de Mí, Yo os creé a cada uno de vosotros y esa
partecita Mía va a sufrir eternamente, esa partecita Mía, o sea, vuestra alma,
no quiso seguirme y mantenerse Conmigo.
Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de
vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra,
quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor,
que también existe y es real cuando veo que un alma se condena, porque no quiere
estar Conmigo, con su Padre y Creador. Mucho, todavía, tenéis qué aprender, Mis
pequeños, vuestro corazón tiene que ser transformado y, pedídmelo, porque
todavía os alegráis y juzgáis de lo que no debéis, creced en virtud, creced en
amor. Creced en perfección, para que podáis estar más íntimamente Conmigo,
vuestro Dios y podáis entender Mi Obra de la Creación, en donde vosotros, cada
uno de vosotros, sois Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse
a vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera
plenamente en ellos.
Hijitos Míos, recordad que Satanás quiere destruir principalmente vuestra alma,
su estado espiritual, así que, la prueba, va precisamente por ahí y os deberéis
cuidar. Ya os lo había Yo anunciado en las Sagradas Escrituras, que temierais a
aquellos que le pudieran dar muerte a vuestra alma y no tanto a la muerte del
cuerpo, que el cuerpo, al fin y al cabo es un vehículo, y en la Tierra ha de
quedarse, pero vuestra alma trasciende.
¿Cómo cuidaréis vuestra alma? ¿Estaréis preparados? Si contáis con vosotros
mismos, para la gran prueba, seguro está que os vencerán las tentaciones, la
maldad de Satanás, vuestras propias inclinaciones hacia el mal.
Os he dicho que, en esta prueba, caminaremos juntos o, al menos, así deseo que
se lleve a cabo. Yo no os dejaré, Mis pequeños, pero deberéis tenerme la plena
confianza de dejaros mover por Mí, para que Yo os lleve por caminos seguros y os
haga actuar con Sabiduría Divina, para ayudar a vuestros hermanos, que en el
Mundo están y que muchos de ellos necesitan una guía fidedigna Mía, porque,
también, anunciado está, que escucharéis: “el mesías está aquí, ¡no!, el mesías
está allá” y os confundiréis si no lleváis una vida profunda de oración y de
intimidad Conmigo, vuestro Dios.
Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a
vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera
plenamente en ellos, Me regalaron su libre albedrío y, por eso, los santos
emanaban Mi Amor a donde iban, porque era Yo el que trabajaba a través de ellos.
Este es vuestro tiempo, esta es vuestra oportunidad de llegar también a vuestra
santificación.
Dejadme, Mis pequeños, que Yo os levante a esos niveles incomprensibles todavía
para vosotros, que se llaman de santidad. Muchos de vosotros pensáis que
necesitáis ser personas muy especiales para alcanzar la santidad y no es así,
Mis pequeños, os he dicho que la santidad se alcanz dejándome Ser en vosotros,
o sea, que Mi Voluntad trabaje plenamente en vosotros.
Tened confianza, Mis pequeños, gozaréis los resultados y espero Me los
agradezcáis de corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal (Índice del tema)
Página siguiente (Este "pronto" ya llegó, ahora....
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.