Rosario vespertino.
Temas:
Os asombraréis de todas las cosas inimaginables que conoceréis y, esto os lo
digo ahora, para que centréis vuestra atención a todas las bellezas que
conoceréis después del tiempo de la purificación.
Mataron al Amor los jefes del pueblo de Israel y vosotros seguís matando al Amor
por no querer aceptar todo el Tesoro Celestial que os trajo a la Tierra.
Agradeced, Mis pequeños, este tiempo de purificación, que ya estáis teniendo y
que en breve tendréis más fuertemente, porque Mi Santo Espíritu pondrá todo en
su lugar, conoceréis los que Yo creé, Mis intenciones, Mis Deseos, Mi Voluntad.
Mi Hijo os dijo “sed perfectos como Mi Padre es Perfecto”, Él os dio, os vuelvo
a repetir, la pauta para la perfección, seguidla, Mis pequeños, deseo
consentiros, pero también deseo ser consentido por vosotros, mostrándome un
corazón perfecto.
Crearéis junto Conmigo una potencia de Amor inmenso que destruirá la maldad de
Satanás, protegeréis, con vuestra oración, a infinidad de almas y también lo
Creado, contra todas las fuerzas de Satanás.
Entended que no estáis solos, que un deseo hecho de corazón y unidos a las
Potencias Celestiales, puede hacer milagros, habéis sido preparados para crear
milagros, para desear milagros.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V. (27 de Marzo de
2014)
Ofrecimiento. Habla Dios Padre.
Sobre: Os asombraréis de todas las cosas inimaginables que conoceréis y, esto
os lo digo ahora, para que centréis vuestra atención a todas las bellezas que
conoceréis después del tiempo de la purificación.
Sí, hijitos Míos, Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy La Vida. Vosotros tenéis vida por
Mí, todo lo que os rodea tiene vida, el Universo está vivo, porque todo tiene
vida en Mí. Llegará un momento en que os enseñaré a cada uno de vosotros esta
realidad, la palparéis, sabréis cómo Yo, vuestro Dios, he hecho todo y le he
dado vida particular a todo.
Vosotros, estáis muy limitados en capacidades y a lo que vosotros llamáis vida
inanimada, no la podéis entender. Elucubráis, imagináis, inventáis infinidad de
cosas, porque vuestras capacidades humanas, limitadas por el mismo Pecado
Original, no os permiten conocer Mis realidades.
Vosotros tenéis vida y queréis que todo lo que os rodea debe tener una vida
similar a la vuestra y no, Mis pequeños, cada cosa creada tiene su forma de vida
y, así todos os complementáis con todos.
Después de esta purificación que tendréis que, ciertamente será muy difícil para
algunos, pero también muy deseada por otros, os develaré vuestros ojos, vuestra
mente, vuestras capacidades intelectuales, sensoriales y conoceréis algunos de
Mis Misterios y, digo algunos porque no os voy a dar el Conocimiento de golpe,
iréis poco a poco recibiendo el Conocimiento que tenían vuestros Primeros
Padres, será paulatino para que apreciéis más Mi Obra.
Mis pequeños, os asombraréis de todas las cosas inimaginables que conoceréis y,
esto os lo digo ahora, para que centréis vuestra atención a todas las bellezas
que conoceréis después del tiempo de la purificación. Están a la puerta y os
alegraréis, inmensamente, los que quedéis, los que habréis pasado la prueba de
la purificación. Agradeceréis tantas, tantas bendiciones que derramaré sobre lo
seres humanos que quedéis después de la purificación.
Os aseguro que gozaréis inmensamente todo lo que recibiréis, así que, deseadlo
desde ahora, Mis pequeños.
Mucho bien tendréis, mucho bien os cubrirá, mucho bien veréis a vuestro
alrededor, tanto en vuestros hermanos, como en lo que será renovado porque,
ciertamente, habrá una renovación Universal.
Confiad en lo que os digo, Mis pequeños, confiad. ¡Os amo tanto, Mis pequeños!,
que, cómo quisiera que ya hubiera pasado la purificación, éste trago amargo que
tendréis que pasar, como lo pasó Mi Hijo Jesucristo por salvaros, será vuestra
purificación y, después, tendréis Mis regalos.
Agradecedme, Mis pequeños, desde ahora, todo lo que os he permitido conocer,
todas las Promesas que os he hecho, que se han de cumplir al pie de la letra.
Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones y desead de todo corazón el
Advenimiento de Mi Hijo, pero deseadlo profundamente, para que se dé lo más
pronto posible, para el bien y para el gusto de todos vosotros, los escogidos,
los que seréis los consentidos para el Nuevo Mundo que he prometido para los
justos, para los buenos, para los que no se separaron de Mí, para los que Me
transmitieron a sus hermanos y, sobre todo, para aquellos que dieron un gran
ejemplo de llevarme siempre en su corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Mataron al Amor los jefes del pueblo de Israel y vosotros seguís
matando al Amor por no querer aceptar todo el Tesoro Celestial que os trajo a la
Tierra.
Hijitos Míos, cantad, cantad al Señor con todo vuestro corazón, gritad vítores y
alabanzas a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Así alaban todas las almas
que en el Cielo están, a Nuestro Dios, Nuestro Creador, vuestro Salvador, al
Dios Amor.
Mis pequeños, el Cielo alegre está, las almas en el Cielo gozan de estar ante la
Presencia de Nuestro Dios. Ese deseo debiera existir en cada uno de vosotros,
vuestro corazón debiera estar unido, perfectamente, con la Vida del Cielo. Si
vosotros os dierais plenamente cuenta, si hubierais entendido todo lo que se os
ha explicado y que habéis hecho a un lado, desearíais estar ya en el Reino de
los Cielos.
Yo, como Madre vuestra, os llevo a cada uno de vosotros a desear esos momentos
pero, por vuestra falta de Fe y vuestra falta de oración, no os adentráis en
vuestras realidades futuras.
Mis pequeños, todos estáis llamados a regresar al Reino de los Cielos pero,
también, sabéis que para lograrlo, se os exigen ciertas cosas. La vida en la
Gracia es importantísima, vuestro deseo de amar, como os enseñó Mi Hijo, es
primordial. El hecho de desear la Vida Celestial, Mis pequeños, es ya un gran
paso para vosotros porque, vosotros, ciertamente, habéis entendido que estáis de
paso por la Tierra y habéis crecido en Fe y, esa Fe, es la que os está indicando
que volveréis al Reino de los Cielos, por eso vuestro regreso es un regalo a
vuestra Fe pero, también, un esfuerzo grande de haberos mantenido sirviendo a
Nuestro Dios.
No os imagináis, Mis pequeños, cuántas almas se pierden o cuántas almas no
desean si quiera vivir y desear ese futuro espiritual que tanto se os ha
explicado. Hay un vacío tan grande en tantas almas. Cuánto tiempo desperdiciado,
cuánto amor desperdiciado, cuánta donación de Mi Hijo desperdiciada. Almas, que
pudieron haber ganado un lugar muy especial en el Reino de los Cielos y Satanás
fácilmente las desvió y prefirieron seguir viviendo para el mundo, que luchar
por el Reino de Mi Hijo, aquí en la Tierra.
Cuánto Dolor de Mi Hijo en Su Pasión Dolorosa pero, básicamente causado por este
desperdicio de Su Bondad, de Su Donación. Almas que no aprecian todo lo que se
hizo por ellas, almas que no creen, aún a pesar de que se les ha explicado
tantas veces a lo largo de su vida. Almas tercas, prefiriendo vivir en el mal,
en el mundo, en la ignorancia, para no tener obligaciones, para no tener que
pagarle a Mi Hijo, a Nuestro Dios, por Sus Bondades.
Cuántos corazones viviendo en la necedad de no querer cambiar y mantenerse tan
alejados de la realidad Divina. Ciertamente, la Misericordia Divina de Nuestro
Dios, les dará oportunidades de conversión, de arrepentimiento. Les dará deseos,
en su corazón, para buscar lo bello que se les ha enviado desde el Cielo y, aún
así, muchas almas no responderán.
Poneos, por un momento en el lugar de Mi Hijo. Vosotros, como seres humanos,
ciertamente, no entendéis plenamente el Sacrificio de Mi Hijo pero, podéis
sentir en vuestro corazón, algo de ello. Poneos por un momento en el lugar de Mi
Hijo, Es el Amor en pleno, que se da en totalidad para salvar almas. Sentid
vosotros, en vuestro corazón, lo que Mi Hijo vivía, vosotros mismos diríais que
es una ingratitud tremenda el que no respondáis a tanta Bondad, vosotros mismos
os enojaríais por tantas almas que no os agradecerían vuestra donación de amor,
vuestro sacrificio total, eso lo podéis comprender bien porque, en algún momento
de vuestra vida os habéis dado por algún semejante y ni las gracias recibisteis
de ellos a los favores que les concedisteis, ahora, imaginad eso, lo que hizo Mi
Hijo por vosotros, multiplicado por miles de millones de veces.
Ciertamente, Él no se va a enojar, pero fue una gran Tristeza en esos momentos
de Su Donación, el ver cómo en ese momento y en lo futuro, muchas almas no iban
a responder a tanto Amor.
Os pido, Mis pequeños, que oréis por esos hermanos vuestros que no han
comprendido tanto Bien que Mi Hijo os dio con Su Donación. Orad, para que
vosotros, también, entendáis en plenitud, tantas Bondades, tanto Sacrificio,
tanto Amor, tanto Dolor que Le costó a Mi Hijo salvaros.
No dejéis de orar, Mis pequeños, por todos aquellos hermanos vuestros que no
quieren entender o no les interesa conocer y aceptar el Bien que os trajo Mi
Hijo a la Tierra con Su Donación, es Puro Amor, Mis pequeños. Mataron al Amor
los jefes del pueblo de Israel y vosotros seguís matando al Amor por no querer
aceptar todo el Tesoro Celestial que os trajo a la Tierra.
Llorad vuestros pecados, pedid que se os abran vuestras capacidades espirituales
para que podáis entender este Misterio de Amor, en el cual poco meditáis y poco
provecho le sacáis. Llorad acompañando a Mi Hijo en los momentos que Él lloró
por vosotros, por vuestra salvación. Él es vuestro Hermano, Él es vuestro Dios,
acompañadlo y pedidle que os perdone, pero que os dé la Gracia de entender las
Bendiciones de todo un Dios hacia los seres humanos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Agradeced, Mis pequeños, este tiempo de purificación, que ya estáis
teniendo y que en breve tendréis más fuertemente, porque Mi Santo Espíritu
pondrá todo en su lugar, conoceréis los que Yo creé, Mis intenciones, Mis
Deseos, Mi Voluntad.
Yo le dije al pueblo escogido “vosotros seréis Mi pueblo y Yo Seré vuestro
Dios”, pero también le puse condiciones, condiciones que no cumplieron.
Ciertamente, cuidé de Mi pueblo, el pueblo escogido de ese momento, como el
padre cuida al hijo. Lo perdoné muchas veces de sus errores, de sus caídas, de
sus traiciones; se componían por algún tiempo y volvían a darme la espalda,
pueblo infiel, pueblo terco, pueblo malvado. Conocían Mis intenciones, Mis
Promesas a través de los profetas, pero no querían tomar todo ese Conocimiento,
aceptar esas Promesas y cumplir lo que les pedía. Pueblo infiel, buscando
solamente su bienestar humano, económico, buscando posesiones terrenas, y lo
siguen haciendo, no han aprendido.
Se les quitó la
primogenitura y aún se siguen queriendo llamar el pueblo escogido y se siguen
aprovechando de los demás pueblos de la Tierra. No buscan agradarme, son pura
apariencia, no hay un verdadero cambio en su interior. Siguen buscando
posiciones altas, nombre, fama, como lo hacían los antiguos fariseos y escribas.
Pueblo infiel, pueblo malo, que debió ser ejemplo ante los demás pueblos de la
Tierra y, ahora, los descendientes farisaicos mueven todas las estructuras
conocidas, creadas por el hombre, a su antojo. Matan, destruyen, como si fueran
dueños de todo, afectan a tantas almas, esclavizan, oprimen, maltratan.
Ciertamente, tendrán su purificación, conocerán el Deicidio cometido y espero su
arrepentimiento. Yo he creado a todos lo pueblos de la Tierra para que fuerais
hermanos, para que os amarais los unos a los otros, para que os cuidarais los
unos a los otros con los dones recibidos y no para que algunos os convirtierais
en dictadores de otros.
Agradeced, Mis pequeños, este tiempo de purificación, que ya estáis teniendo y
que en breve tendréis más fuertemente, porque Mi Santo Espíritu pondrá todo en
su lugar, conoceréis lo que Yo creé, Mis intenciones, Mis Deseos, Mi Voluntad.
El hombre, manipulado por Satanás, ha echado a perder Mi Obra, Mis Deseos, el
Bien que Yo quería para el género humano.
Aquellos que, verdaderamente, se arrepientan de corazón y deseen hacer Mi
Voluntad, permanecerán. Todos aquellos que no sean buen trigo y que sean como la
cizaña que estáis viviendo, que fue la cizaña que asesinó a Mi Hijo, será
quemada, eliminada, olvidada de la Tierra. ¡Pobre pueblo escogido! ¡Tanto bien
que pudo haber hecho!, y Me sigue dando la espalda, no quiso seguir viviendo de
acuerdo a Mi Voluntad y hasta a su Mesías, Mi Hijo, destruyó.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Hijo os dijo “sed perfectos como Mi Padre es Perfecto”, Él os dio,
os vuelvo a repetir, la pauta para la perfección, seguidla, Mis pequeños, deseo
consentiros, pero también deseo ser consentido por vosotros, mostrándome un
corazón perfecto.
Hijitos Míos, tantas veces os he dicho que Soy vuestro Dios y Creador y que Soy
muy sensible a todo lo que sucede. Si vosotros cometéis un mal, llega a Mí,
multiplicado; si vosotros hacéis un bien, también llega a Mí, multiplicado, por
Mi Sensibilidad Divina. Yo todo lo percibo aumentado infinitamente.
Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que debéis cuidar perfectamente bien
todas vuestras obras y pensamientos, porque todo llega a Mí. Os conozco
perfectamente, cuando hacéis un mal, o aún si lo pensáis, lo conozco, lo percibo
y Me duele. Quizá para vosotros, porque estáis inmersos en el mal, lo que
cometéis como pecado “venial” no se os hace tan grave, pero para Mí, es grave,
Mis pequeños, porque os está alejando de crecer en santidad.
Imaginad ese mal que cometisteis, que vosotros catalogasteis como pequeño,
ahora, imaginad que un santo, al que apreciéis infinitamente, está cometiendo
ese mal, no podéis concebir que semejante santo, esté haciendo ese mal que
vosotros cometisteis. Ahora, pensad en Mí, vuestro Dios, que Soy Todo Santidad y
Pureza, es inconcebible que Me manchéis con un mal, que, aunque vosotros lo
llamáis un pecado pequeño, mucho daño Me hace y, os lo hacéis vosotros mismos.
Entended, Mis pequeños, que Yo os quiero perfectos y así está escrito en las
Sagradas Escrituras. Soy vuestro Dios, Soy Perfecto y con todo lo que Yo os he
dado en el Antiguo Testamento, lo que Mi Hijo os ha dado en el Nuevo Testamento,
es para que vosotros buscarais la perfección y con ello vuestra santidad.
Entended perfectamente que no tendréis entrada en el Reino de los Cielos si no
estáis perfectamente purificados, o sea, si no estáis perfectamente limpios
espiritualmente hablando. Ahora, preguntaos a vosotros mismos, ¿si en éste
momento os llamara de regreso ante Mi Presencia, cómo estaríais?, ¿os sentiríais
perfectos, limpios, santos, como para que pudierais entrar inmediatamente al
Reino de los Cielos? Mi Santo Espíritu os dará la respuesta.
Yo os quiero dar un regalo que ni siquiera podéis imaginar. Es inmenso,
inconmensurable, vuestras capacidades tan pequeñas, no pueden imaginar, ni
siquiera, lo que tendréis cuando regreséis a Mí y por qué merezcáis ese regalo,
aunque, también, para obtenerlo, tenéis que pasar ciertos requisitos. ¿Por qué
no empezáis ya desde ahora vuestra perfección? Que todo lo que hagáis y penséis
os vaya perfeccionando para que lleguéis ante Mí, listos para entrar en el Reino
de los Cielos.
Mi Hijo os dijo “sed perfectos como Mi Padre es Perfecto”, Él os dio, os vuelvo
a repetir, la pauta para la perfección, seguidla, Mis pequeños, deseo
consentiros, pero también deseo ser consentido por vosotros, mostrándome un
corazón perfecto.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Crearéis junto Conmigo una potencia de Amor inmenso que destruirá la
maldad de Satanás, protegeréis, con vuestra oración, a infinidad de almas y
también lo Creado, contra todas las fuerzas de Satanás
Hijitos Míos, uníos, uníos todos en oración, lo que no podáis hacer físicamente,
hacedlo espiritualmente.
Muchas, muchas almas alrededor del Mundo, y aún en el Universo entero, orando
están, por este cambio que se ha de dar, para que sea benéfico para todos aunque
ciertamente, también sabéis que muchas almas se perderán, pero no porque Yo
quiera que se pierdan, sino porque ellos, no quieren estar Conmigo, con vuestro
Dios.
La Fe, la Fe, hace Milagros, Mis pequeños y por medio de la Fe es como os vais a
unir perfectamente con vuestros hermanos espiritualmente. Yo os voy a ir
uniendo, crearéis junto Conmigo una potencia de Amor inmenso que destruirá la
maldad de Satanás, protegeréis, con vuestra oración, a infinidad de almas y
también lo Creado, contra todas las fuerzas de Satanás, las que también se están
preparando para destruiros y destruir la Creación.
Os he dicho que Satanás, manipulará las fuerzas naturales y las ha venido
alterando para ir desestabilizando a muchos pueblos de la Tierra. Con esto, Mis
pequeños, en lugar de que os preocupéis, alegraos, porque estáis ya viendo los
signos que se os habían profetizado, signos que anteceden a la Venida de Mi
Hijo.
Yo Estoy con vosotros, unido en Mi Santísima Trinidad para protegeros, para
incrementar vuestra espiritualidad, vuestro amor a Mí, vuestro amor entre
hermanos. Todo esto será para vuestro bien, ya que muchas veces, os he dicho,
que de un mal siempre saco un bien. Por este mal, con el que Satanás os quiere
destruir, nacerá una estirpe bellísima, llena de amor, respetuosa de Mis
Mandamientos, ávida de servirme, de llenarse de Mi Conocimiento, de Mi
Sabiduría, pero sobre todo, de vivir Mi Amor en pleno. ¿No se os hace esto
bellísimo, Mis pequeños?
Satanás tratará de destruiros, de destruir Mi Obra de Creación y en lugar de que
sus planes se lleven a cabo, un gran bien surgirá, el que os acabo de describir
y que algunos de vosotros gozaréis y viviréis.
Que vuestra alegría sea plena, que vuestro agradecimiento os rebase, que vuestro
amor se potencialice con el simple hecho de saber que estoy contento con
vosotros, los que estáis Conmigo, los que Me amáis.
Envío Mis bendiciones sobre vosotros, sobre los vuestros y sobre los escogidos
que crearán la nueva estirpe de amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Entended que no estáis solos, que un deseo hecho de corazón y unidos a
las Potencias Celestiales, puede hacer milagros, habéis sido preparados para
crear milagros, para desear milagros.
Hijitos Míos, los que habéis sido preparados de tanto tiempo, os pido que toméis
en serio, ya, vuestra posición de intercesores, de luchadores, porque el bien se
implante ya sobre la Tierra y en el Universo entero.
Conocéis muchas cosas que una gran cantidad de hermanos vuestros no conocen. Os
he dicho que vosotros estáis en la Tierra intercediendo ante Mí, por lo que pasa
en ella. Estáis viendo lo que otros no ven, oyendo lo que otros no escuchan,
conociendo lo que está escondido para muchos otros.
Es tiempo ya, Mi pequeños, que toméis en serio vuestra posición, que toméis en
serio las Enseñanzas que os he dado y sabéis que, unidos a la Comunión de lo
Santos, vuestra intercesión por vuestros hermanos, vuestra intercesión por todo
lo creado, tiene un poder muy grande, ya que estáis unidos a infinidad de almas
que desean el Bien.
Vosotros, debéis estar deseando ya el Bien continuamente, día y noche. La maldad
que estáis viendo a vuestro alrededor, que ha diseminado Satanás por todos
lados, la debéis estar contrarrestando, en cada momento, al interceder junto con
vuestros hermanos en la Comunión de los Santos, para que todo cambie, para que
todo se vuelva bueno, para que todo regrese a Mí, en bondad, en buenas obras, en
buenos deseos, en buenas intenciones y no se quede la maldad ahí, como la estáis
viendo.
Cualquier cosa que veáis de malo, inmediatamente lo debéis contrarrestar con
algo bueno y, esto es a través de vuestros deseos de corazón.
Entended que no estáis solos, que un deseo hecho de corazón y unidos a las
Potencias Celestiales, puede hacer milagros, habéis sido preparados para crear
milagros, para desear milagros. Ciertamente, Yo los voy a producir, pero a
través de vuestras buenas intenciones y deseos. Necesito de vosotros, necesito
que se mueva vuestro corazón a desear el bien, a querer vivir el bien, a buscar
el bien para todos vosotros, para vuestros hermanos, para el Universo entero,
para que vuestro mundo cambie.
Todo lo que veáis malo, desead componerlo, uniéndoos a vuestros hermanos, para
que lleguen a Mí vuestras intenciones y vuestras intenciones, al llegar a Mí, se
traducirán en un bien que, al salir de Mí, transformará todo. Por donde vayáis,
dejadme que Yo lo vaya transformando, no dejéis, en ningún momento que el mal
subsista. Aparentemente lo veréis seguir, pero vuestras intenciones, por vuestra
intercesión, al llegar a Mí, lo transformará.
Vosotros estáis ahora ya para ir transformando todo lo que os rodea y que
Satanás ha afectado.
Mi Gracia tiene que transformar todo lo malo en bueno, pero por vuestra
intercesión. ¿Ahora entendéis plenamente el valor que tiene vuestra vida en la
Tierra en estos momentos? Sois importantísimos para Mí, fuisteis creados para
este momento, se os ha dado una instrucción especial para estos momentos. Me
disteis vuestra voluntad, Me disteis vuestro “fiat”, vuestra posición es
necesarísima en estos momentos para transformar todo lo afectado por el mal, en
el bien Supremo que se tiene que dar.
Por eso os pido que vuestra oración sea continua, que vuestros deseos de bien
sean continuos, que no dejéis pasar ningún mal que veáis o viváis, sin que sea
este transformado por vuestros buenos deseos.
Gracias, Mis pequeños.
|