EL SIMBOLO DEL ICTUS SERA LA SEÑAL DE MIS REFUGIOS MARIANOS

Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con todos vosotros.

Hijitos, estoy muy triste y no paro de llorar, por esta humanidad ingrata y pecadora; ya la voluntad de mi Padre debe cumplirse y con ella su Santa Justicia. Yo seguiré intercediendo por todos mis hijos y muy especialmente por los más apartados de la casa del Padre; hasta el último segundo suplicaré al Padre por ellos.

Ya mi Padre ha descargado su brazo y dará inicio a todos los acontecimientos descritos en su Santa Palabra, para estos últimos tiempos. Todo ya está consumado. Orad conmigo pequeñitos míos y yo vuestra Madre, intercederé ante el Padre, para que vuestra purificación sea más llevadera. Días aciagos vienen para la humanidad, pero si vosotros rebaño de mi hijo, permanecéis unidos a vuestro Padre y Madre Celestial, todo irá pasando y los días, mi Padre os los acortará más, para que podáis soportar las pruebas de vuestra purificación.

Hijitos, hogar que sea cenáculo de oración y se rece mi Santo Rosario con fervor y meditación; hogar donde se ponga en práctica la Santa Palabra de Dios, se cumplan sus preceptos y esté consagrado a nuestros dos corazones, será refugio para los tiempos de la persecución; y yo vuestra Madre, lo cubriré con mi manto y lo haré invisible a los ataques y asechanzas del maligno y huestes del mal. Ya sabéis pues, para que hagáis de vuestros hogares fortines de oración, que os protejan en estos tiempos de oscuridad.

Hijitos, estos hogares de oración deben de estar limpios de toda contaminación de este mundo; las personas que los habitan deben vivir en comunión con Dios y debe reinar en ellos la paz, la armonía y la oración. Nadie debe vivir apartado de los mandamientos de Dios, ni puede habitar en ellos, personas que vivan en unión libre, ni adulterios, o pecado mortal. Si hay jóvenes, estos deben consagrarse a mi Corazón Inmaculado y no escuchar música mundana, ni de mi adversario y no fornicar con sus parejas. Todos los que habiten estos hogares deben cumplir con los preceptos de mi Padre, solo así, serán escogidos como mis refugios marianos.

El símbolo del Ictus o pez, será la señal de mis refugios marianos. Esta señal debéis de colocarla a la entrada de la puerta principal; en la parte interior de dicha puerta, debéis de colocar: Un Detente, la Cruz Gloriosa de Dozulé, el Divino Rostro de mi Hijo, una medalla de San Miguel, una medalla en mi advocación de la Milagrosa, y una medalla o imagen de mi amado esposo José. Todo debe de estar bendecido por uno de mis hijos predilectos (Sacerdote).

Hijitos míos, estos hogares elegidos como mis refugios, serán protegidos por la mano de mi padre y por Mí, cuando el Ángel de la Justicia Divina, pase derramando la copa de la amargura sobre la humanidad. Os pido hijitos, que los hogares que reúnan estas condiciones se vayan preparando para albergar a mis hijos en los tiempos de la persecución. Hijitos, que no halla en estos hogares, discriminación, ni soberbias, ni envidias; por el contrario, que la caridad y el amor estén abiertos, para recibir a mis hijitos cansados y agobiados de su caminar por el desierto. Id pues acondicionando desde ya mis refugios, porque la creación está a punto de comenzar su transformación y el tiempo de la justicia divina está tocando a la puerta. Que la paz de Dios os acompañe y mi protección maternal os asista. Vuestra Madre, María Santificadora.

Comentario nuestro: En este mensaje, la Santísima Virgen se refiere a la época del anticristo, cuando van a ser prohibidas las religiones cristianas. Los refugios marianos van a ser ocultos a los ojos de cualquiera, por eso se explica que se hable de varios sacramentales colocados en la puerta de entrada. Debemos quedarnos con lo siguiente: 1.- Vida santa de los habitantes de la casa. 2.- Ir preparando los sacramentales.

En futuro mensajes a los videntes de los últimos tiempos, se irá explicando con mayor detalle sobre los refugios marianos. Por el momento, quedémonos con esta explicación.

El pez (Ictus) como signo de Nuestro Señor Jesucristo es usado desde muy antiguo. Tras la Ascensión del Señor, los primeros cristianos caen en la cuenta que la palabra pez, en griego y en latín (ICTUS) es un anagrama referido a Jesús. 0 sea, cada letra de la palabra Ictus (pez), es la inicial de una palabra que señala al Maestro: I (Iesus), C (Cristus), T (Theos-Dios), U (Uius-Hijo), S (Soter-Salvador). Ictus significa: Jesús Cristo-Dios Hijo-Salvador.

En varias apariciones la Santísima Virgen pidió encarecidamente que se pusiera el lctus en las puertas de las casas, lo que está descrito detalladamente en los libros que he mencionado sobre las apariciones de Peñablanca.

Aunque parezca increíble, algunos connotados miembros del clero se burlaron de esto, desconociendo que en muchas Iglesias y Altares está el Ictus. Lamentablemente, agravaron su actitud al hacerlo en forma pública a través de medios de difusión masiva, con lo cual confundieron a muchos católicos.

Pienso que aunque hayan transcurrido varios años desde que la Santísima Virgen dio este mensaje en Peñablanca, se hace cada vez más necesario que las familias pongan sus hogares bajo la protección divina, atendiendo a Su petición de colocar el Ictus en las puertas de sus casas.

- "En cada puerta deberá ponerse un Ictus que es el signo del Cristianismo".

- "No temáis los que tienen el Ictus con fe, os salvaréis".

-"Está muy cerca la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo, prepárense y estén en vigilia".

- "Es un símbolo de Nuestro Señor Jesucristo que significa: Yo estoy con Él y lo estaré siempre por los siglos de los siglos".

- "Poned el Ictus en las puertas de sus casas, sin tener miedo porque ha llegado la lucha decisiva: los que están con Dios y los que están contra Él".

Explicación del Padre Contardo, en referencia a lo señalado por la Santísima Virgen, en las apariciones de Peñablanca, Chile. Apariciones que se encuentran en estudio por parte del Vaticano.

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