Dios Padre

Vais a la par con mi Hijo: Otro Cristo en la tierra

 

Dios Padre habla a sus hijos

 

 

 

 

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No os quedéis solamente ante el cuerpo inerte, gozad porque ya regresó a Mí y eso os debe llenar de alegría.

Son tiempos de Gracia, en donde Mi Justicia ya debiera haber terminado con todo este cambio que en breve tendréis.

Os pido Mis pequeños, que entendáis esto, que entendáis bien cómo Mi Misericordia y Mi Justicia trabajan, para que no seáis injustos en juzgarme a Mí, vuestro Dios.

No juzguéis mal lo que está sucediendo, todo tiene una finalidad, Mis pequeños, y es para que os unáis los unos a los otros.

Debéis enmendar el camino ya que es poco el tiempo que queda para los mayores desastres que pudieran venir.

 

 

 

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre

 

Sobre: No os quedéis solamente ante el cuerpo inerte, gozad porque ya regresó a Mí y eso os debe llenar de alegría.

 

Hijitos Míos, la resurrección de las almas se va a dar. Las almas deben resucitar en Mi Amor. Las almas viven en la Tierra con un cuerpo, vienen a misionar, vienen a darse por Mí, por vuestro Dios para la salvación de otras almas y como premio por misionar, os ganáis la santidad de vuestra alma, por haber sido almas misioneras, almas dadivosas, como os enseñó Mi Hijo Jesucristo.

 

Vosotros tenéis un alma, un alma bella, pero esta alma tiene que trabajar para Mí, vuestro Dios y al darse por los demás, Mis pequeños, os vais alcanzando capacidades infinitas de amor, porque el darse por vuestros hermanos es movido por el Amor y Yo Soy todo Amor, Mis pequeños. Nadie se puede dar a los demás si no es que el Amor le mueve por la ayuda hacia el crecimiento de sus hermanos, ya sea en lo humano o en lo espiritual.

 

Vosotros os dais a los demás, cuando realmente es el alma la que os mueve, cuando es vuestro corazón, lleno de Mí, el que actúa y os dais, porque amáis. En cambio, si os dais por interés, no es el Amor el que os está moviendo y vuestro acto no os va a ayudar a vuestra santificación, pero si estáis movidos por Mi Amor, habitando en vuestro corazón, estad seguros, Mis pequeños, que estáis viviendo para vuestra resurrección.

 

Mi Hijo Jesucristo vivió y murió por vosotros y también Resucitó, para enseñaros que vosotros, vuestra alma, es eterna, que no morís. Cuando vuestro cuerpo se queda inerte, vuestra alma vive, ya que vuestra alma tiene que vivir siempre, Mis pequeños.

 

Vuestra alma baja viva, ciertamente, en algún momento está muerta por el Pecado Original, pero al recibir el Sacramento del Bautismo, empieza a tener vida, vida de actuación en la Tierra. El alma va creciendo y debe crecer en Mí, debe vivir en Mí, y debe hacer que otras almas vivan en Mí y para Mí.

 

El cuerpo va envejeciendo y el alma debe seguir creciendo, creciendo en virtud, creciendo en amor. Ciertamente también cae en el pecado, pero se debe levantar, si realmente Me ama y Me busca a Mí, vuestro Dios. Luego moriréis, como murió Mi Hijo, ante lo humano, pero resucitó y, vosotros también resucitáis por Mi Amor y por vuestros méritos.

 

Si veis Mis pequeños, vais a la par con Mi Hijo y esa debe ser vuestra vida, la de otro Cristo sobre la Tierra y ya estáis en los momentos en que quizá vuestro cuerpo morirá, pero vuestra alma resucitará en Mí, eternamente.

 

Os pido, Mis pequeños, que gocéis ese momento, que no os entristezcáis con ver un cuerpo inerte, porque vosotros habláis de muerte y habláis como si todo se hubiera perdido, no, Mis pequeños, todavía estáis muy en el mundo cuando pensáis así. Cuando os quedáis ante el cuerpo inerte de algún familiar vuestro, de algún amigo, de algún ser querido, debéis trascender a eso, no os debéis quedar nada más en el cuerpo inerte, debéis alegraros de que ya esa alma haya regresado a Mí, que cumplió su misión, que dejó amor sobre la Tierra y que regresa al Reino de los Cielos, al Reino del Amor, por el amor que dejó sobre la Tierra y por eso os debéis de alegrar, de que ya esa alma haya regresado a Mí, porque va a tener su premio eterno.

 

Nuevamente os repito, no os quedéis solamente ante el cuerpo inerte, gozad porque ya regresó a Mí y eso os debe llenar de alegría. Estad alegres cuando un cuerpo inerte esté ante vosotros y sobre todo, si sabéis que el que tuvo ese cuerpo, que ahora se quedó ahí, fue un alma que Me amó y amó a sus hermanos sobre la Tierra, entonces que esa alma ya está Conmigo, con toda seguridad, gozando el Reino de los Cielos.

Gracias, Mis pequeños.

 

 

Segundo Misterio, Habla Dios Padre

 

Sobre: Son tiempos de Gracia, en donde Mi Justicia ya debiera haber terminado con todo este cambio que en breve tendréis.

 

Hijitos Míos, se os ha hablado de una purificación que tendréis a nivel mundial y a la eliminación de cuando menos, las dos terceras partes de la población mundial por el mal que habéis aceptado en vuestro corazón y que estáis realizando en vuestra vida diaria.

 

Ciertamente ahora se habla y, así está escrito, que será una purificación de una gran cantidad de almas sobre la Tierra, pero una buena parte se ha de librar de esta purificación y esto, a diferencia de la destrucción que tuvieron Sodoma y Gomorra, se debe a la Evangelización de Mi Hijo, a la intercesión de Mi Hija, La Siempre Virgen María y a la oración de muchos de vosotros, que habéis entendido que estáis en la Tierra para servirme, para orar, para interceder por vuestros hermanos, para pedir Mi Misericordia, para pedir perdón.

 

Vosotros podéis ver que, para Sodoma y Gomorra, solamente hubo un hombre que intercedió por su salvación y éste fue Abraham, que pidió varias veces para que Yo perdonara a sus habitantes, pero no había almas justas, no había almas buenas, más que la de Lot y de su familia.

 

Mis pequeños, ¿no se os hace esto triste, que entre tantos habitantes, solamente tres o cuatro fueran almas buenas, almas justas, que estaban alcanzando Mi Misericordia, para que no pudieran ellos sufrir la destrucción tan fuerte y ejemplar que tuvieron?

 

A Mí Me duele hacer esto, Mis pequeños, pero cuando la maldad ya es tan grande y que puede afectar a otros pueblos, a otras almas, que pueda destruir Mi Obra de Amor, tengo que entrar Yo con Mi Justicia a proteger a las almas buenas, a las almas que luchan por mantenerse en Mí, a las almas que han dejado que Mi Amor habite en su corazón y que defienden Mi Amor contra todo mal. Es por eso que algunas almas se han de salvar, pero otras serán destruidas, igual que las de Sodoma y Gomorra, almas malas, almas que no quisieron avanzar hacia el Amor, almas que no quisieron cambiar su vida de maldad y de pecado, por Virtud y Mi Presencia en ellas. Gracias a almas buenas, a almas que oran y muchas de ellas, escondidas al mundo, que no sabéis de ellas y que se están dando a tiempo completo en oración por vuestra salvación, Yo estoy permitiendo que se salven muchas.

 

Pero debéis orar por aquellas que serán eliminadas, para que esta eliminación no quiera decir condenación eterna, para que tengan Mi Gracia en el último momento, aunque sea para que se salven por Mi Misericordia Infinita, por los Méritos de Mi Hijo que se dieron para todas las almas y para todos los tiempos, para que Sus Méritos Divinos, que Su Sangre Preciosa, no se desperdicie.

 

Orad, para que haya almas que sean ejemplo vivo, de la Vida de Mi Hijo, en estos momentos sobre la Tierra y que su vida haga que muchas almas, al verlas, comprendan su error y se conviertan, regresen a Mí. Que vean que la vida del alma no es solamente vida de mundo, si no que es vida espiritual, lo cual es algo más grande, es algo que va a trascender para toda la eternidad.

 

Que vuestro ejemplo, Mis pequeños, sea un ejemplo que transforme almas que están dormidas en el pecado, que están envueltas del mal. Sed vosotros ejemplo, aún ante la adversidad, aun ante el pecado, que tan gravemente se está dando alrededor del mundo. Sed ejemplo de vida espiritual, mostrando a vuestros hermanos que Yo sigo Vivo, que Soy eterno, que Mi Hijo Resucitó y que está en aquellas almas que Me buscan, que buscan mantener lo que viene de Mí y que es para todos.

 

Buscadme, Mis pequeños, llevadme a las almas, que Yo os protegeré, Yo os alentaré, Yo os daré palabras sabias, palabras llenas de Amor, palabras de gran Sabiduría Divina, que penetren hasta en los corazones más dañados por Satanás.

 

Son tiempos de Gracia, en donde Mi Justicia ya debiera haber terminado con todo este cambio que en breve tendréis, pero gracias a que muchas almas se han volcado hacia Mí, nuevamente, que han orado, Me han buscado y han pedido perdón por sus faltas, por estas almas, el tiempo de Mi Justicia se ha retrasado para ayudar a la conversión de muchos de vuestros hermanos.

 

Aunque no lo veáis, Mis pequeños, vuestras oraciones, vuestros deseos grandes hacia la salvación de las almas, están haciendo su trabajo y, realmente, se están moviendo muchas almas hacia la conversión y hacia su salvación.

 

Perseverad pues, Mis pequeños, en esta tarea tan grande, tan bella que os he encomendado, la de ser corredentores en estos tiempos del cambio y veréis, Mis pequeños, el regalo que os daré, porque Yo regalo abundantemente a las almas, grandes riquezas espirituales y, a veces, aun materiales, para aquellos que están Conmigo, aquellos que Me buscan, pero sobre todo, que buscan por el bien de sus hermanos, porque de esta forma estáis cumpliendo con lo que os pidió Mi Hijo, que os amarais los unos a los otros y no os podéis amar, realmente, los unos a los otros, si no estáis buscando el Bien para vuestros hermanos.

 

Si vosotros estáis cuidando por la salvación de vuestros hermanos, que es el mayor Bien que les podéis hacer, es cuando realmente estáis siguiendo lo que Mi Hijo os pidió, que os amarais los unos a los otros.

Gracias, Mis pequeños.

 

Tercer Misterio, Habla Dios Padre

 

Sobre: Os pido Mis pequeños, que entendáis esto, que entendáis bien cómo Mi Misericordia y Mi Justicia trabajan, para que no seáis injustos en juzgarme a Mí, vuestro Dios.

 

Hijitos Míos, orad por aquellos de vuestros hermanos que se envalentonan en el pecado, se sienten fuertes con el apoyo de Satanás, se sienten fuertes porque creen que estar en el pecado les da esa libertad de actuar contra Mí y, de esta forma, hasta Me retan, creyendo o haciendo creer a los demás, que no hay futuro en su existencia, que Mi Gracia perdona todo, que Mi Misericordia se va a derramar sobre todas las almas, aún las más pecadoras y que pueden seguir pecando, sin ningún problema, que porque Mi Misericordia les va a perdonar todo, porque Mi Bondad es Infinita y, de esta forma, no hay arrepentimiento en su corazón y siguen pecando gravemente, creyendo que Mi Justicia no tiene derecho a derramarse sobre los hombres, y están en un error, Mis pequeños. Orad por ellos, para que se den cuenta del error en el que están viviendo, porque tengo derecho a Mi Justicia, tengo derecho a pedir lo Mío. Se os ha dado el libre albedrío. Por un lado, tenéis Mi Benevolencia, Mi Misericordia y Mi Amor Infinitos si escogéis el lado del Bien, si estáis Conmigo, tenéis todo lo bello que sale de Mí, sois Mis hijos predilectos, porque estáis buscando lo Mío y Me estáis dando contento con vuestros actos, con vuestros pensamientos, con vuestras palabras, con vuestra vida.

 

En cambio, aquellos que han escogido el camino del mal, también, en su libre albedrío, ellos no están haciendo lo que Yo os he pedido, no están cumpliendo con los Mandamientos que os he pedido cumpláis todos los hombres de todos los tiempos. En cierta forma es burla el decir que pueden estar viviendo su vida, haciendo lo que ellos quieran, en su libertinaje pecaminoso. No hacen caso a Mis Leyes, no ponen un freno a su vida de pecado y sienten que Mi Misericordia los tiene que alcanzar después de toda una vida de maldad, de pecado y de burla hacia Mis Leyes, hacia Mi Amor, hacia todo lo que Yo os he dado.

 

Y ciertamente, que Mi Misericordia no los va a alcanzar, porque si un alma vive en el pecado, si vive en la maldad, no van a tener tiempo de arrepentirse, por no creer en Mí, en Mi Bondad Infinita. No tendrán el suficiente tiempo para recapacitar y pedir perdón de toda una vida de maldad.

 

Hay almas que sí, ciertamente las alcanza Mi Misericordia, pero estas almas, las más de las veces, son las que han vivido en el error, pero un error impuesto, un error que no buscaron, un error con el que tuvieron que vivir porque, los que convivían con ellos, los llevaban hacia ese error y, quizá, hasta ni fueron libres de vivir en ese error y buscaban el Bien de alguna forma, sin conocerme plenamente. Y hay almas así, que viven con un corazón arrepentido, pero tienen que vivir en el error, porque los que las rodean, las obligan y estas almas realmente sí tendrán su perdón y Mi Misericordia sí las alcanzará. Son almas que están sufriendo por el pecado que cometen y en cambio las otras, siguen viviendo con gusto en el pecado y en la maldad, gozan en esa maldad que cometen y no hay ningún tipo de arrepentimiento en su corazón. Estas almas difícilmente alcanzarán el arrepentimiento, ni aún en el último momento de su vida y, de esta forma, no podrán alcanzar su salvación eterna.

 

Os pido Mis pequeños, que entendáis esto, que entendáis bien cómo Mi Misericordia y Mi Justicia trabajan, para que no seáis injustos en juzgarme a Mí, vuestro Dios, que no debierais, porque no tenéis las capacidades para juzgarme.

 

Actuad con Sabiduría y actuad en el Bien y así aseguraréis vuestra vida eterna. Si vivís en la maldad, si vivís en el error y no buscáis el Bien en vuestra vida ni en la de vuestros hermanos, os repito, difícilmente encontraréis la vida eterna.

Gracias, Mis pequeños.

 

 

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre

 

Sobre: No juzguéis mal lo que está sucediendo, todo tiene una finalidad, Mis pequeños, y es para que os unáis los unos a los otros.

 

Hijitos Míos, os pido que la tristeza no envuelva vuestro corazón. Por lo único que vuestro corazón se debe entristecer, es por el saber que no se está viviendo en el Amor, que muchas almas se pierden, que muchas almas Me odian, que muchas almas prefieren vivir en el pecado y no quieren venir hacia Mí.

 

Pero, de ahí en fuera, Mis pequeños, debéis vivir siempre en la alegría, porque esa alegría es la que va a hacer que vuestra vida sea más llevadera sobre la Tierra y, la alegría, quiere decir esperanza en un futuro, esperanza de que algún día llegaréis a Mí y que os daré un premio eterno por haber cumplido bien vuestra misión sobre la Tierra.

 

Esa es la alegría que debéis vivir y que debéis mostrar a vuestros hermanos, para que ellos se den cuenta de que, aun a pesar de que hay maldad, tristeza, destrucción en el mundo, la alegría les puede permitir, también a ellos, seguir adelante, y vosotros debéis explicarles esto que os explico a vosotros, que debéis tener siempre esperanza en que habrá un Bien, que esto que estáis padeciendo ahora es una purificación, que servirá para ver un nuevo amanecer. Que esto, que está sucediendo, es para un Bien para todas las almas, es para que vuestras almas endurecidas por el egoísmo, por el pecado, por la maldad que Satanás ha puesto en todos los corazones, porque vosotros le abristeis vuestro corazón a Satanás e hizo de vuestro corazón un corazón de piedra. Ahora, con todos estos desastres que se están dando alrededor del mundo, vuestro corazón se tiene que enternecer, tiene que regresar al Amor, tiene que vivir ese deseo de poder ayudar, aunque no lo podáis hacer, pero ya vuestro deseo ya está causando un cambio en vuestro corazón.

 

Si vuestro corazón está duro como piedra, no se puede enternecer, no puede sentir lo que vuestros hermanos están sufriendo, y que vosotros no quisierais padecer, ya ese deseo de ayuda en la oración de pedrime a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, que Yo ayude de alguna forma a vuestros hermanos, es lo que está haciendo el cambio, realmente, sobre la Tierra, y si vosotros podéis compartir de lo que tenéis, eso va mejorando el amor en vuestros corazones, estáis actuando el amor que vive en vuestro corazón y así es cómo el mundo va a ir cambiando. De tener un corazón de piedra, lo estaréis cambiando en un corazón vivo, vibrante, un corazón de carne, un corazón que realmente está amando, porque está pidiéndome por sus hermanos.

 

Así es como este mundo va a ir cambiando y preparándose para la Venida de Mi Hijo, ya habréis dejado toda esa maldad, toda esa pasividad de vuestra vida, nada más pensando para lo vuestro, para vuestro bienestar. Al ver todo esto que está sucediendo, es cuando vuestro corazón pedirá para que vuestros hermanos también tengan de lo que han perdido. Por eso no juzguéis mal lo que está sucediendo, todo tiene una finalidad, Mis pequeños, y es para que os unáis los unos a los otros, para que os ayudéis, como verdaderos hermanos, para que deis de lo mucho o de lo poco que tengáis a vuestros hermanos que están sufriendo o que están desesperados por no tener hasta de lo más elemental. He ahí, así será cuando vosotros volveréis a ser como verdaderos hermanos y se cumplirá lo que os pidió Mi Hijo, que os amarais los unos a los otros.

Gracias, Mis pequeños.

 

Quinto Misterio, Habla la Santísima Virgen María

 

Sobre: Debéis enmendar el camino ya que es poco el tiempo que queda para los mayores desastres que pudieran venir.

 

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y estoy con vosotros, estoy con la humanidad entera y estoy mucho más cerca de vosotros en estos momentos de la humanidad, en donde veo tanto dolor, tanta destrucción, tanta maldad con que Satanás os está atacando, tratando de destruiros, no solamente en lo físico, sino en lo espiritual.

 

Estos son Mis tiempos, en que vengo para protegeros, para cuidaros, para levantaros, para llevaros hacia Mi Hijo, para llenaros de Vida, para llenaros nuevamente del Amor de Nuestro Dios.

 

Mis pequeños, son momentos de tribulación mundial, son momentos de mucho dolor para muchas almas, para muchas familias, para naciones enteras y que esto no debiera de haber sucedido si vosotros no os hubierais apartado de las Leyes y del Amor de Nuestro Dios. Pero Satanás ha sabido jugar bien sus cartas y vosotros habéis caído en sus trampas. Os ha llevado por caminos de error, separándoos de las Leyes que se os dieron para que os perfeccionarais, porque Nuestro Padre y Nuestro Dios, sabiendo que por vuestra debilidad, por el Pecado Original, vosotros podríais caer fácilmente en el mal y por eso os dio unas Leyes que os iban a recordar en qué erais débiles, para que, al repasar estos Mandamientos, os dierais cuenta de vuestras debilidades, debilidades carnales, debilidades espirituales y no cayerais en ellas.

 

Estas Leyes que se os han dado, se os daban para que vosotros las meditarais en vuestro corazón, para que os dierais cuenta de que sois débiles, de que fácilmente podéis caer en uno o varios errores que se os dan en estas Leyes o Mandamientos Divinos, pero el hombre no ha querido tomarlos como recordatorio a su debilidad humana y habéis hecho vuestras propias Leyes. Os habéis dejado guiar por vuestra carnalidad y Satanás, aprovechando esto, os llevó hacia el pecado y vosotros lo tomasteis fácilmente como medio de vida y ahora estáis viendo el resultado, el dolor mundial, y no estabais vosotros preparados para esto.

 

Fuisteis creados para una vida bella, para una vida santa, para una vida en el Amor. Debíais haber sido consentidos por el Amor de Nuestro Dios, porque sois Sus hijos y un padre siempre quiere lo mejor para sus hijos, pero os separasteis de Sus Leyes y de Su Amor y, os repito, quisisteis hacer vuestra propia ley, vuestra propia vida y caísteis en el error.

 

Debéis reparar el mal causado al Corazón de Nuestro Dios, debéis enmendar el camino ya que es poco el tiempo que queda para los mayores desastres que pudieran venir, si no entendéis. Os he dado el remedio más grande para éstos momentos, que es el rezo del Santo Rosario pero, primeramente, protegidos por los Sacramentos. Al vivir el estado de Gracia, al vivir alimentados con el Alimento Divino del Cuerpo de Mi Hijo, al vivir esa comunicación íntima de la oración, al vivir unidos Conmigo, con vuestra Madre a través del Santo Rosario, al vivir unidos a las almas del Cielo, a los ángeles que os protegen y os guían, al vivir unidos en la Comunión de los Santos, vosotros podéis hacer grandes cosas para la salvación de todas las almas y la Ira Divina no se derramará en toda Su Fuerza, porque vuestro cambio hacia el Amor y hacia la perfección, hará que la Misericordia de Nuestro Padre Dios, detenga su Ira Divina.

 

Mis pequeños, no debéis tomar todo esto a la ligera, os lo estoy diciendo por vuestro bienestar, porque todavía falta venir lo peor de la purificación mundial y os enfrentaréis claramente a los poderes infernales que todavía no conocéis. Os quiero ahorrar mucho dolor y quiero la salvación de la gran mayoría de las almas, porque así lo quiere Nuestro Dios.

 

Yo os vengo a ayudar porque Soy vuestra Madre, no quiero que padezcáis lo que quiere Satanás que vosotros padezcáis, para burlarse del Amor de Nuestro Dios. Ya no le deis a Satanás ese gusto, de burlarse de vuestro Padre, de todo el Bien que quiere para vosotros. Obedeced Sus Leyes, buscad Su Amor y veréis cómo se empieza a aplacar toda esta tormenta de maldad que se está dando sobre la Tierra.

 

Os repito, buscad vuestra vida de Gracia, vuestra vida de Amor, vuestra vida en la Virtud y tomad entre vuestras manos esta arma tan poderosa que se os ha dado, que es rezo del Santo Rosario, para que os defendáis en lo particular y defendáis a vuestros hermanos alrededor de la Tierra contra los ataques de Satanás, que cada vez se van a hacer mayores si vosotros no lo detenéis.

Gracias, Mis pequeños.

 

 

 

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