DIOS PADRE
NO QUIERO QUE HAYA LUCHAS FRATERNAS,
LO QUE QUIERO
ES ORACIÓN
Rosario
vespertino.
Temas:
Os repito ahora Yo, vuestro Padre, de que tengáis un cambio verdadero y veréis
una transformación en vuestro Mundo y en el Universo entero, empezando con
vuestra propia persona.
Sed asiduos en la oración y esto os llevará a una íntima relación Conmigo, que
más tarde os llevará a un gusto tremendo que no conocíais y que conoceréis,
porque Me viviréis en una forma como antes nunca Me habíais vivido.
La oración produce milagros, Mis pequeños, contad con ellos, buscadlos,
pedídMelos, no actuéis solos, no actuéis con maldad satánica, deseándoles el mal
a vuestros hermanos, aunque ellos os hayan llevado al mal por mucho tiempo.
Al ser comprensivos, estáis aceptándoos también vosotros como pecadores y
aprendéis a callar porque, de ésta forma, al ser comprensivos, os dais cuenta
que vosotros, también habéis caído.
Orad, orad y Yo estaré al frente de vosotros, protegiéndoos y ayudándoos a que
crezcáis en el bien y que éste bien anule el poder de satanás.
Mensaje de Dios Padre a J. V. (27 de Febrero de 2014)
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os repito ahora Yo, vuestro Padre, de que tengáis un cambio verdadero y
veréis una transformación en vuestro Mundo y en el Universo entero, empezando
con vuestra propia persona.
Hijitos Míos, vosotros sabéis que Mi Amor todo lo puede. Mi Poder Divino podría
cambiar todo en un instante; estáis padeciendo por todos lados del mundo y así
se está padeciendo también en el Universo entero.
Ciertamente, Yo podría mejorar todo en un segundo pero, os hago la pregunta:
¿Sería esto bueno para vosotros? ¿Lo apreciaríais de verás? Visteis a Mi Hijo,
lo tenéis en las Escrituras, cómo toda aquella gente que Le seguía, ciertamente,
se deleitaban con Su Palabra, pero Él Mismo también les echó en cara que Le
seguían porque querían alimento de cuerpo, querían curación a sus enfermedades,
a sus padecimientos y ¿qué se lograba con todo esto? En la gran mayoría de
vuestros hermanos, de ese tiempo, no había conversión, conversión de corazón, un
cambio verdadero de vida, que va más allá del bienestar del cuerpo.
Ciertamente, al tener nuevamente vuestro cuerpo bien alimentado y sano, la más
de las veces, seguís cometiendo las faltas que veníais cometiendo, que eso
pasaba en aquél tiempo y, sigue pasando ahora, Mis pequeños. A veces, padecéis
enfermedades muy graves, durante ese tiempo tenéis un cambio, porque estáis
viendo que esa enfermedad grave, quizá os quite la vida y, entonces, entráis a
vuestro corazón y empieza un arrepentimiento. Puede venir un cambio de vida,
podéis también tener un verdadero cambio de corazón, que os pueda llevar a
vuestra salvación eterna pero, tan pronto como os aliviáis y salís de ese
peligro inminente que teníais, la más de las veces, volvéis a lo mismo.
Ciertamente, estáis teniendo una purificación mundial, algunos estáis viviendo
situaciones graves en vuestra vida. Todo esto lo estoy permitiendo para que
vosotros os metáis a vuestro corazón para que reflexionéis de vuestro mal
proceder. Todo eso que estoy permitiendo, os está llevando a que tengáis un
verdadero cambio de vida, es para vuestro bien, Mis pequeños. Satanás se está
encargando de que su maldad se vaya dispersando por todos lados, porque vosotros
os habéis apartado de la oración, del estado de Gracia, de todo lo bueno que Yo
os he dado y que os he pedido, pero ¿realmente estáis cambiando de actitud y
sois ahora almas nuevas, almas buenas, alma que vais en camino de la santidad?
No, Mis pequeños, todavía no veo un verdadero cambio de actitud en la gran
mayoría de vosotros.
Desgraciadamente necesitaréis algo todavía más fuerte porque, vuestra terquedad,
así Me lo indica. Como os he dicho, todo esto será para vuestro bien. Ofrecedme
vuestros dolores, pedidme que con todo esto se dé un verdadero cambio en
actitud, un cambio de corazón, un cambio verdadero de vida, tanto de vida humana
como espiritual.
Os he dicho que hasta que no vea un verdadero arrepentimiento de corazón, que os
arrodilléis a pedirme perdón por vuestro mal proceder y por todos aquellos
pecados con los que habéis dañado Mi Sacratísimo Corazón, es cuando todo
cambiará, para vuestro bien, para el mundo entero, para el Universo entero y,
con vuestro cambio, alegraréis Mi Corazón, después de tantos años, siglos, de
que habéis dañado Mi Sacratísimo Corazón.
Habéis dañado el Amor que os tengo. Cambiad, Mis pequeños, poned de vuestra
parte, se os ha dado mucho y, así como Mi Hijo le dijo a aquella gente, de ese
tiempo, que nada más Lo seguían por interés y no por un cambio verdadero, os
repito ahora Yo, vuestro Padre, de que tengáis un cambio verdadero y veréis una
transformación en vuestro Mundo y en el Universo entero, empezando con vuestra
propia persona.
Poned un “hasta aquí” a vuestra vida pasada, a vuestra maldad pasada y sed los
hijos verdaderos que Yo quiero ver en vosotros y, así, Mi Misericordia, Mis
Bendiciones y Mi Amor Infinito caerá sobre vosotros y sobre los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Sed asiduos en la oración y esto os llevará a una íntima relación
Conmigo, que más tarde os llevará a un gusto tremendo que no conocíais y que
conoceréis, porque Me viviréis en una forma como antes nunca Me habíais vivido.
Hijitos Míos, os insisto tanto en la oración, porque es un arma poderosísima,
primeramente, para protegeros vosotros mismos. Sabéis y os he hecho saber, Mis
pequeños, que con vuestra mente pecáis mucho, y sabéis que, también, todo lo que
sale de vosotros en palabra, en obra, empieza por vuestro pensamiento y os va a
llevar también a pecar, desde pecados leves, hasta pecados graves.
Mis pequeños, a vuestra mente le dais muchas libertades. A veces estáis en
distracción y de ahí se aprovecha Satanás, para que de vuestra mente salgan
cosas negativas y pequéis. Otras veces, no estáis distraídos, sucede algo a
vuestro alrededor, alguna tentación que Satanás os pone y, entonces, sale un
pecado aceptado por vosotros mismos.
A lo que voy, Mis pequeños, es que, con la oración, si estáis ocupados en ella,
difícilmente Satanás podrá llevaros a pecar, ya sea cuando estéis distraídos o
cuando estéis consientes de vuestros pensamientos.
Vosotros debéis ser almas de oración, al ser almas de oración, estaréis unidos a
Mí en Mi Santísima Trinidad, apoyados con Mi Hija la Santísima Virgen María, el
señor san José y todos los ángeles y santos que siempre están en oración
también.
Tenéis que ser asiduos a la oración, tenéis que practicar, para que la oración
sea ya parte continua de vuestra vida, que no la toméis solamente en momentos,
sino que sea totalmente parte de vuestra vida. O qué, ¿acaso no Me lo merezco,
Mis pequeños? ¿Tenéis acaso un padre mejor que Yo? ¿Tenéis acaso un pariente
mejor que Yo? ¿Tenéis acaso un amigo mejor que Yo? ¿Tenéis acaso alguien que os
comprenda mejor que Yo?
Yo conozco vuestras
intimidades, conozco vuestras alegrías, tristezas, deseos. Conozco vuestros
pecados, los que tenéis en vuestra mente, en vuestro corazón y los que realizáis
también. Os conozco perfectamente, Mis pequeños y os puedo ayudar a que os
vayáis purificando de todo aquello que Me molesta, a Mí, ver de vosotros.
Yo quisiera que fuerais almas puras, almas santas, almas sencillas, almas con
las que Yo pudiera contar en todo momento, para que pudiera descansar en vuestro
corazón, como lo hacía con vuestros Primeros Padres, Adán y Eva.
No os imagináis, Mis pequeños lo que Yo gozo un alma pura, un alma que Me ama,
un alma que Me llama, un alma que Me da Mi lugar en su corazón. Cuando un alma
Me trata así, descanso de tanto mal que veo Yo, también, a vuestro alrededor.
Ciertamente, Me dais a Mí un gusto porque Me tomáis en cuenta y Me dais el lugar
que Me merezco, que es el de Padre, Creador y Rey del Universo, no hay nadie por
encima de Mí. ¿No os da un gusto tremendo que Yo pueda habitar en vuestro
corazón? ¿No os da un gusto tremendo que, al estar Yo en vuestro corazón, os
regale grandes bendiciones, en regalos materiales y espirituales?
¡Me desperdiciáis, Mis pequeños, podría Yo hacer tanto en vosotros y podría
daros tanto de lo que necesitáis, mientras estáis en vuestra misión en la
Tierra, y no Me tomáis en cuenta!
Os repito, sed asiduos en la oración y esto os llevará a una íntima relación
Conmigo, que más tarde os llevará a un gusto tremendo que no conocíais y que
conoceréis, porque Me viviréis en una forma como antes nunca Me habíais vivido y
ya nunca os podréis separar de Mí, porque el alma que Me abre plenamente su
corazón, Yo la lleno de Mi Amor y es un Amor que, la gran mayoría de vosotros,
no conocéis pero, al saborearlo, nunca más un alma se separa de Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: La oración produce milagros, Mis pequeños, contad con ellos, buscadlos,
pedídmelos, no actuéis solos, no actuéis con maldad satánica, deseándoles el mal
a vuestros hermanos, aunque ellos os hayan llevado al mal por mucho tiempo.
Hijitos Míos, antes de que sucediera todo lo que estoy permitiendo, vivíais cada
quien vuestro mundo, os habíais vuelto muy individualistas. No os importaba la
vida de vuestros vecinos, de vuestra propia familia, de vuestros padres,
hermanos, parientes. No os importaba la gente con la que podríais convivir,
pasabais de largo día a día, a pesar de que se veían, no se importaban ni unos
ni otros del bienestar mutuo.
Al menos ahora, os vais conociendo, platicáis, aunque sea de las situaciones
malas que están sucediendo alrededor del mundo o alrededor vuestro. Os empezáis
a tomar en cuenta unos a otros, os empezáis a ayudar unos a otros, porque ya a
algunos, os está faltando hasta de lo más esencial y os ayudáis y empezáis a
hermanaros.
Estáis luchando por vuestros intereses. Se levantan los pueblos contra sus
gobernantes, porque ya no los quieren por dictadores, que solamente ven por sus
propios intereses y no por los del pueblo. Recordad lo que dicen las Escrituras,
de como los gobiernos oprimen al pueblo -y esto ha sido desde el principio, Mis
pequeños, desde que hubo reyes, desde que hubo quien gobernara a los pueblos-
que, pocas veces, estos reyes o gobernantes, mostraron verdadero amor y apoyo
por su pueblo.
Prácticamente, en todo el mundo, tenéis ese problema, que los gobiernos sí os siguen oprimiendo, que no buscan realmente ver por las necesidades de su pueblo pero, recordad que ya os he dicho, que ahora los cabezas de los pueblos, sus gobernantes, están manipulados por Satanás, a través de grupos masones, que son satánicos, Mis pequeños, ya os he explicado todo esto.
Yo, con lo que os estoy diciendo, no os estoy llevando a revueltas, no quiero
que haya luchas fraternas, lo que quiero es oración. Y vuelvo a repetir, la
oración es poderosísima, la oración va a llegar a Mí y Yo pondré remedio a
vuestras necesidades, Mis pequeños. Yo no quiero que vosotros os manchéis de
sangre vuestras manos, Yo no quiero que vosotros tengáis recelo contra vuestros
hermanos, que no haya odios en vuestro corazón. Recordad que Satanás afecta
vuestro corazón y hace que éste se vuelva contra vuestros hermanos.
Con la oración podéis vencer la maldad que traen en su corazón y Mi Corazón
producirá Amor y estas almas malas, que veis en vuestros hermanos, pueden
cambiar. Habéis visto muchas veces cómo almas malas, cambian y se vuelven un
ejemplo para todos los que les rodean.
La oración produce milagros, Mis pequeños, contad con ellos, buscadlos,
pedídmelos, no actuéis solos, no actuéis con maldad satánica, deseándoles el mal
a vuestros hermanos, aunque ellos os hayan llevado al mal por mucho tiempo, que
os hayan pisoteado, que os hayan quitado vuestros bienes, que hayan amargado
vuestras vidas.
Sabíais que el mal os está rodeando y que día a día se ha de poner peor, si
vosotros no cambiáis y os volvéis almas de oración. Confiad plenamente en Mí,
para que Yo haga Justicia, Justicia Verdadera y no que vosotros tratéis de hacer
justicia ya que no sabéis en qué van a parar esas aparentes justicias, que
terminan siempre en una injusticia, si no contáis Conmigo, con Mi Consejo y con
Mi Ayuda.
Sois hermanos, os debéis ayudar los unos a los otros, si veis maldad en vuestro
hermano, ayudadle con vuestra oración, para que ésta llegue a Mí y Yo cambie ese
corazón por un corazón digno de ser llamado hijo Mío y hermano vuestro.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Al ser comprensivos, estáis aceptándoos también vosotros como pecadores y
aprendéis a callar porque, de esta forma, al ser comprensivos, os dais cuenta
que vosotros, también habéis caído.
Hijitos Míos, os pido Me pidáis la virtud de la comprensión y quiero llamarla,
así, una virtud, que os va a ayudar muchísimo, Mis pequeños, porque en vosotros
no hay mucha Caridad, como para que lleguéis a esa virtud de ser comprensivos
con vuestros hermanos.
Os dije anteriormente que os gusta juzgar a vuestros hermanos y que,
ciertamente, no tenéis todos los elementos para poder juzgar verdaderamente a un
hermano vuestro porque no conocéis su interior.
Cuando vosotros os volvéis comprensivos con vuestros hermanos, está actuando
inmediatamente la Caridad, o sea, el Amor, con el que debéis de actuar siempre.
Al ser comprensivos, estáis aceptándoos también vosotros como pecadores y
aprendéis a callar porque, de esta forma, al ser comprensivos, os dais cuenta
que vosotros, también habéis caído, no una, sino muchísimas veces, quizá en lo
mismo que estáis juzgando. El Único Juez válido Soy Yo, porque os conozco
perfectamente.
Vosotros, a veces, como padres, es cuando más aprendéis a ser comprensivos con
vuestros semejantes, puesto que aprendisteis ya con vuestros propios hijos, a
ayudar en vez de juzgar.
Sí, Mis pequeños, cambiáis porque son vuestros hijos, son pequeñitos y, los
errores que cometen ellos, los vais arreglando, porque vais educando el corazón,
les vais ayudando a vuestros pequeñitos a que sean mejores, no los juzgáis a
ellos como juzgáis a otros hermanos vuestros, porque les amáis, porque son
pequeñitos, es más, ponéis un sinnúmero de pretextos para no castigarles de
alguna forma, porque les amáis y, eso es lo que Yo quiero que hagáis con
vuestros hermanos, que les améis ante de juzgarles. Ayudadles de cualquier forma
que podáis, pero ayudadles, no les critiquéis no gritéis alguna grosería, alguna
mala palabra, un reproche, porque actuaron mal, porque eso no lo haríais con
vuestros hijos pequeñitos, porque realmente les amáis y les respetáis.
Haced lo mejor por vuestros hermanos, porque aquello que hagáis por ellos, por
su bien, por ayudarles, se os regresará.
Si actuasteis con comprensión, con amor, con cariño, esa es la forma en que
ellos os van a tratar después porque, cuando vosotros reprocháis o actuáis mal
con vuestros hermanos y, a veces, hasta con grosería, eso es lo que recibiréis
después, porque vosotros les enseñasteis cómo actuar ante tal o cual situación
que no os gustó y, cuando ellos mismos vean eso que les reprochasteis o que les
llamasteis la atención pero, ahora, vosotros lo estáis cometiendo, os lo
regresarán a vosotros, si ellos tampoco tienen Caridad en su corazón.
Es vuestra obligación, Mis pequeños, transmitir lo que Mi Hijo os transmitió,
que es Amor, que es respeto, que es cariño por vuestros hermanos, que es el
darse por los demás, para que luego podáis recibir lo mismo que vosotros disteis
y así crear un mundo de amor, que es para lo que vino Mi Hijo.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Orad, orad y Yo estaré al frente de vosotros, protegiéndoos y ayudándoos
a que crezcáis en el bien y que éste bien anule el poder de Satanás.
Hijitos Míos, hace tiempo os hablé de que tarde o temprano ibais a llegar a ser
justicia con vuestras propias manos y, esto es la ley de la selva. Ciertamente,
porque estáis viendo que las autoridades no están cumpliendo con su deber y que
se han ya coludido con el mal, ahora, los mismos ciudadanos están haciendo
justicia con sus propias manos y, esto os va a llevar a peores problemas, Mis
pequeños, porque también os he dicho que al mal no lo vais a vencer con el mal.
Si se os atacó con una piedra, vosotros cogeréis una roca y si el otro toma algo
más grande que la roca, vosotros buscaréis un arma más poderosa y, así, estaréis
en competencia a ver quién tiene un arma mayor para anularos, para destruiros,
porque así es el mal. Satanás no se va a quedar quieto para que se le venza, al
contrario, os va a seguir instigando a que vosotros luchéis unos contra otros y
con armas cada vez más poderosas.
No podréis acabarlo porque vosotros sois muy pequeños para tratar de acabar con
Satanás y, además, con el mal que viene de él. Solamente poniéndome a Mí en
vuestra defensa, es como podréis acabar con Satanás, pero vosotros utilizaréis
el amor y Yo os iré guiando a través de Mi Santo Espíritu, que habita en
vosotros. Esta es la forma en que podáis ir acabando con la maldad que os rodea,
siempre actuando en el bien, sembrando el bien, ayudándoos los unos a los otros,
porque, de qué servirá que vosotros ataquéis al mal con otro mal en vuestro
corazón, y así nunca nacerá el bien, porque siempre estaréis viendo y buscando
cosas nuevas, negativas, para destruir ese mal que os ataca y que se irá
incrementando y también el odio se irá incrementando en vuestro corazón y no
dejaréis, en ningún momento, que el bien nazca en vuestro corazón, crezca y
termine con el mal que os rodea.
Me tenéis que tomar en cuenta, Mis pequeños, acudid a Mí, vuestro Dios, para
terminar con el mal que os rodea. A muchos de vosotros os parecerá infantil y
tonto, lo que os estoy diciendo, pero es la realidad, Mis pequeños.
Ya Mi Hija, La Siempre Virgen María, os había hablado del rezo del Santo
Rosario. Ciertamente, para muchas mentes, esto es incomprensible, inverosímil,
cómo el rezo del Santo Rosario puede terminar con un mal inmenso que tenéis a
vuestro alrededor, pero recordad que Yo tomo cosas pequeñas para hacer cosas
grandes. También tomo almas pequeñas para hacer cosas grandes. En Mí está la
sencillez, en Mí está lo pequeño, para darle grandes lecciones a Satanás y a
todos aquellos que le siguen.
Sed sencillos, sed pequeños, sed como niños, y veréis lo qué podréis lograr con
vuestra pequeñez, destruyendo al mal que vosotros lo veis ahora como un gigante,
que en cualquier momento os pueda aplastar. Orad, orad y Yo estaré al frente de
vosotros, protegiéndoos y ayudándoos a que crezcáis en el bien y que este bien
anule el poder de Satanás.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal (Índice del tema)
Página siguiente (Carta Séptima)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.