UN LLAMADO TELEFONICO (DE REGRESO A PEÑABLANCA)

UNA LLAMADA TELEFÓNICA:

¡¡¡NO MÁS PEÑABLANCA!!!

El Padre Luis Fernández Carnero cierto día nos confidencia (al escritos Álvaro Barros) que casualmente se encontró presente en la oficina del Señor Obispo de Valparaíso cuando éste recibió una llamada personal telefónica de su amigo Augusto Pinochet, con posterioridad a Septiembre de 1984, y que ambos habían llegado al acuerdo de dar vuelta la página y ya ni por los medios de comunicación ni de viva voz, de ambos lados, nadie hablara más del asunto “aparición de Peñablanca”.

Es decir dos grandes poderes acallando a Peñablanca, por un lado Francisco de Borja Valenzuela, obispo de Valparaíso y por el otro el Presidente de Chile de ese entonces.

Aquí entonces ya tenemos dos actores importantes, pero habría un tercero en las sombras vinculado a un cuarto.

Ahora bien si definimos, al poderoso como la persona que tiene autoridad para mandar, dominar o influir sobre otros, no cabe duda alguna que nuestro cuarto personaje es el más poderoso. Por ahora no se revelará su nombre, pero nuestro tercer personaje podría decir: Quién a buen árbol se arrima, buena sombra recibe.

Los cuatro personajes tenían todos motivos diferentes para apagar el fenómeno Peñablanca y lo ejercieron con toda fuerza y no siempre de la mejor manera.

¡¡Qué responsabilidad tan grande todos las conversiones que se perdieron!!