Dios Padre
Os estáis ganando un tiempo en el Purgatorio
para reparar todo lo que dejasteis de hacer
 
 
El mal se ha desarrollado en el mundo, precisamente porque dejasteis de hacer cosas buenas. Generalmente, os confesáis de las cosas malas que hicisteis, pero, quizá, hasta más grave sea aquello que pudisteis haber hecho y no hicisteis, porque Yo os permití tener vida sobre la Tierra y, cuando os di vida, también os llené de Bendiciones y dones y capacidades especiales para vuestra misión particular y, como no actuasteis para hacer lo que teníais qué hacer, todo eso se desperdició y lo Mío, no se puede desperdiciar, Mis pequeños.
 
Temas:
Mi Iglesia va a ser purificada, porque ahora solamente es un remedo de lo que 
realmente debe ser.
Cuando vosotros no lleváis a cabo vuestra misión, todo se va deteniendo o 
deteriorando y de ahí surge todo lo que estáis viendo a vuestro alrededor.
Aquellos sacerdotes y ministros que están Conmigo, necesariamente, se parecen a 
Mí, vuestra Madre y, con eso, estaréis seguros que están viviendo en lo 
correcto, porque estarán sirviendo a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad.
Cuando os di vida, también os llené de Bendiciones y dones y capacidades 
especiales para vuestra misión particular y, como no actuasteis para hacer lo 
que teníais qué hacer, todo eso se desperdició.
Quiero que viváis en Paz, en ésa Paz que solamente os puedo dar Yo, vuestro Dios 
y en ésa Paz, con la Promesa que os estoy haciendo, de que venceréis porque Me 
escogisteis y estaré junto a vosotros hasta el final.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. 
V.
Primer Misterio, 
Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: Mi Iglesia va a ser purificada, porque ahora solamente es un 
remedo de lo que realmente debe ser.
   Ciertamente, hijitos Míos, que 
Mi Iglesia va a ser purificada, 
porque ahora solamente es un remedo de lo que realmente debe ser. Yo os di algo 
grandísimo, algo bellísimo, Me costó Mi Vida dejaros este gran regalo, que ni 
los mismos ministros, ni vosotros los fieles, habéis cuidado como debisteis 
haberla cuidado.
   Es un gran tesoro que tenéis en la Tierra, especialmente porque 
Yo estoy Vivo en ella y estoy 
Vivo en Palabra y estoy Vivo en Mi Sustancia Divina, en Mi Cuerpo y Sangre. 
Desgraciadamente muchos de los ministros actuales, sacerdotes que debieran estar 
contentos por el honor tan grande de poder traerme a la Tierra, no lo están, 
porque no están viviendo 
su sacerdocio correctamente, 
no están viviendo este Misterio tan grande y Divino que Yo os he dejado.
   En los tiempos por venir, cuando todo quede purificado, ellos y 
vosotros mismos, como fieles, comprenderéis este regalo tan grande que tenéis en 
la Tierra, que habéis desperdiciado, que habéis traicionado, que le habéis dado 
la espalda. Lloraréis 
lo que hicisteis de malo en Mi Iglesia y lo que dejasteis de tomar de ella.
 
   Mis pequeños, la Iglesia es Maestra de Mi Divinidad, Mis ministros 
debieran estar plenos de Mi Palabra y, al estar viviendo Mi Palabra, su santidad 
sería clara, porque aquél que Me vive, 
al seguir las Palabras de los 
Evangelios de Mi Vida sobre la Tierra, 
necesariamente alcanza su santidad, y Mis ministros y sacerdotes debieran 
vivirme, para que al alcanzar su santidad, ellos os atrajeran a Mi Iglesia, para 
que vosotros también alcanzarais vuestra santidad.
   Mi Iglesia, sus ministros, 
sacerdotes y todos vosotros, 
debierais ser un signo santo ante todas las naciones 
pero, como os dije, habéis desperdiciado y traicionado todo lo que Yo os di y 
que tanto Me costó.
   Pero vendrán tiempos, Mis pequeños, en que gozaréis todo esto que 
os estoy diciendo. Ciertamente todo cambiará y cambiará para bien de todos 
vosotros. Mi Iglesia unirá a todos los pueblos de la Tierra. La Sabiduría Santa, 
que saldrá de ella, será alabada y agradecida por todos los pueblos de la 
Tierra. Mi Presencia Viva será agradecida por todos vosotros y, entonces, es 
cuando se dará en pleno todo lo que Yo os dejé y Me lo agradeceréis de corazón, 
Mis pequeños, porque cuando os di 
Mi Promesa de que la Iglesia se mantendría hasta el fin del mundo, era para que 
tuvierais esta Luz Divina entre vosotros y que la gozarais y así va a ser, Mis 
pequeños.
   Agradecedme, pues, Mis pequeños, todo lo que saldrá de ella para 
bien de cada uno de vosotros. Ciertamente tiene que padecer su último ataque, 
Satanás todavía cree que la 
vencerá, pero no será así, 
porque Yo estoy Presente en ella 
y a Mí no Me puede vencer 
Satanás. Entended bien 
esto, Mis pequeños, porque si estáis unidos a Mi Iglesia, unidos de corazón y 
siguiendo sus enseñanzas, no os podrá vencer. 
Esa era una de las principales 
funciones de la Iglesia, la de unir a la humanidad entera, 
pero se dará en este futuro cercano ya para todos vosotros, los que Me amáis y 
que queréis este verdadero cambio que se tiene que dar para todos vosotros.
Orad pues, Mis pequeños, para que surja ya esa santidad de Mi Iglesia entre 
vosotros y que tengáis los ministros y sacerdotes santos que deben estar al 
frente de ella para guiaros a todos vosotros y para que gocéis de corazón las 
Verdades, las Bendiciones, las Gracias, que de ella tienen que emanar.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo 
Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Cuando vosotros no lleváis a cabo vuestra misión, todo se va 
deteniendo o deteriorando y de ahí surge todo lo que estáis viendo a vuestro 
alrededor.
   Hijitos Míos, vosotros sabéis que 
cada uno lleva una misión 
específica aquí en la 
Tierra. Cada misión es 
irrepetible, es personal y ha sido dada para que la llevéis a cabo, solamente 
cada uno de vosotros. Yo, 
vuestro Padre y vuestro Dios, seré quien califique, 
al final de vuestra existencia 
sobre la Tierra, 
cómo 
llevasteis a cabo vuestra misión.
   Si vosotros 
no lleváis a cabo vuestra misión, nadie más la hará, 
esto entendedlo muy bien, Mis pequeños, porque Yo os doy algo muy personal y lo 
debéis llevar a cabo para que todo se vaya dando según Mis Planes de salvación.
   La salvación se debió haber dado y completado hace tiempo, Mis 
pequeños, pero hay tantos, tantos hermanos vuestros alrededor del mundo, que no 
están llevando a cabo su misión 
y eso va retrasando Mis Planes. 
Entended que todo esto es para bien de toda la humanidad, para vuestro propio 
bien, para el bien de vuestra familia, de vuestros hijos, de vuestros amigos y 
parientes.
   Cuando vosotros no actuáis como debéis, todo se va atrasando y no 
solamente eso, también se 
va enfermando Mi Cuerpo Místico. 
Sí, Mis pequeños, ya os he 
explicado que vosotros sois como células del cuerpo, que si no trabajáis para 
que el cuerpo funcione correctamente, no se desarrolla bien, se va deteniendo y 
deteriorando los tejidos, los órganos, los sistemas en el organismo y lo mismo 
sucede en el Cuerpo Místico. 
Cuando vosotros no lleváis a cabo 
vuestra misión, todo se va deteniendo o deteriorando y de ahí surge todo lo que 
estáis viendo a vuestro alrededor.
   Ciertamente una parte va funcionando bien, pero otra parte es lo 
que está causando esos 
cánceres sociales, 
esas enfermedades graves 
que llevan a la muerte a muchos 
de vuestros hermanos. 
Estáis viendo las luchas fraternas, estáis viendo la destrucción de pueblos, 
estáis viendo la maldad en los gobiernos, estáis viendo cómo, en las familias 
mismas, se destruye la 
base familiar 
y eso 
destruye a la sociedad.
 
   Cuando vosotros no trabajáis Conmigo, con vuestro Dios, cuando 
hacéis vuestra propia vida, llevando a cabo solamente vuestros intereses 
mezquinos, estáis viviendo 
en lo individual, no 
estáis viviendo en conjunto.
  Ciertamente esto tengo que arreglarlo Yo, Mis pequeños porque, 
humanamente, ya no lo podéis arreglar, porque estáis actuando en egoísmo y en 
maldad. Mi Santo Espíritu 
descenderá sobre toda la humanidad y os hará ver vuestros errores y si sois lo 
suficientemente humildes, a Él mismo Le pediréis ayuda para enmendar vuestro 
error.
   Tened esto presente, Mis pequeños, porque ya se os había avisado 
que Mi Santo Espíritu descenderá y os hará ver toda la maldad que vosotros 
producís y, sobre todo, cómo os habéis alejado de Mis Planes Divinos.
 
   Al entender esto, Mis pequeños, en humildad, 
pedidle que derrame Sus Dones 
sobre vosotros, para que 
podáis empezar, ahora sí, a hacer lo que debéis hacer, lo que debisteis haber 
hecho, pero que, ahora, con humildad 
y con un ferviente deseo de 
servirme, deseáis empezar 
y empezar bien lo que no 
hicisteis a lo largo de 
vuestra vida.
   Ciertamente, serán momentos difíciles, pero también provechosos, 
porque es una oportunidad, que os estoy dando en vida, para que entréis 
nuevamente al cauce de lo perfecto, que ya no vayáis haciendo vuestro caminar 
muy particular, errado y egoísta, 
sino que entréis en el cauce 
Divino, para que hagáis de 
esa fuerza un río caudaloso, que vaya destruyendo la maldad, en la cual estabais 
embebidos, y empecéis a reconstruir lo que quizá empezasteis, pero no quisisteis 
seguir por hacerle caso al enemigo.
   Ciertamente, 
Satanás va viendo vuestra vida y, si en un momento dado, él se da cuenta de que 
podéis hacer algo grande, algo provechoso para la salvación de muchas almas, os 
ataca fuertemente y, a veces, no necesariamente, haciéndoos vivir en un mal 
sino, simplemente, distrayéndos con cosas que creéis que no son malas, pero que 
no estáis haciendo lo que debéis hacer o debisteis haber hecho. 
Él es muy astuto y si no vivís bajo la Luz de Mi Santo Espíritu, desperdiciaréis 
vuestra vida de una forma tal, que llegaréis, quizá ante Mí, al final de 
vuestros días y no os disteis cuenta que 
no hicisteis nada bueno para la 
salvación de las almas y, 
aún, quizá hasta de 
vuestra propia salvación.
Os vuelvo a repetir, Mis pequeños, sed humildes cuando se os dé la Gracia de la 
introspección.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, 
Habla La Santísima Virgen María
Sobre: Aquellos sacerdotes y ministros que están Conmigo, necesariamente, se 
parecen a Mí, vuestra Madre y, con eso, estaréis seguros que están viviendo en 
lo correcto, porque estarán sirviendo a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad.
   Hijitos 
Míos, como Madre vuestra y Madre de la Iglesia, Yo os estoy cuidando, estoy 
cuidando su santificación. La santidad de la Iglesia tiene que mantenerse hasta 
el final del tiempo, hasta el final de la Tierra.
   Mis pequeños, 
confiad en aquellos sacerdotes, 
religiosos y religiosas que están Conmigo, que acuden a Mí, 
porque en esos corazones, hay humildad, hay sencillez, porque aquella alma que 
se acerca a Mí, Yo le regalo con estas Virtudes, con estas Gracias y, aquellos 
que están Conmigo, son muy queridos de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad y 
sobre todo, en estos tiempos, Mis pequeños, en que Yo, vuestra Madre, he de 
luchar, junto con vosotros, contra la serpiente soberbia y mala.
   Cuando estáis Conmigo, necesariamente, 
seréis como Mis hijos 
y, sobre todo, 
instruidos por Mí, 
vuestra Madre y Yo os voy a enseñar a vivir las Virtudes y el Amor que se Me 
dieron y que por ello, se Me concedió Ser la Madre del Salvador.
   Al vivir como Yo os enseñaré, estaréis asegurando esa vida de 
Gracia, porque el vivir en humildad y llenos de Virtudes, Virtudes que son para 
servir a Nuestro Dios para la salvación de las almas, vosotros también 
recibiréis de Nuestro Dios infinidad de Bendiciones.
   Un alma humilde, sencilla, donada a la Voluntad de Nuestro Dios en 
Su Santísima Trinidad, es 
un alma que enamora a 
Nuestro Dios. Nuestro Dios 
ama 
la sencillez, la humildad y la docilidad, porque son 
atributos Divinos y eso es 
lo que le quita fuerza 
a Satanás.
   Satanás no soporta a un alma buena, sencilla, humilde, él, que 
busca ser grande y más que Nuestro Dios, no puede contra la sencillez porque, 
Mi Mismo Hijo Jesucristo, os dio 
ese Ejemplo de sencillez, de humildad y donación, obedeciendo a Nuestro Padre 
Dios en todo. La soberbia 
no es humilde y no obedece, se siente superior, se siente satisfecha, ordena, 
manda, destruye. Ésa es la diferencia con las almas humildes y sencillas contra 
las que son soberbias.
   Por eso, os pido 
oréis por vuestros ministros y 
sacerdotes y por todos los 
fieles de Mi Iglesia, que es vuestra Iglesia, la Iglesia de Mi Hijo, para que 
todos mantengáis esa vida de docilidad, de humildad, de donación, de servicio, 
de donación profunda y de unión íntima Conmigo, Mis pequeños, para que Yo os 
lleve hasta la Santísima Trinidad. Sois Mis hijos y los hijos se parecen a los 
padres y por eso, os repito, 
aquellos sacerdotes y ministros 
que están Conmigo, necesariamente, se parecen a Mí, vuestra Madre y, con eso, 
estaréis seguros que están viviendo en lo correcto, porque estarán sirviendo a 
Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, como Lo sirvo Yo, vuestra Madre.
Gracias, Mis pequeños.
 
Cuarto Misterio, 
Habla Dios Padre
Sobre: Cuando os di vida, también os llené de Bendiciones y dones y 
capacidades especiales para vuestra misión particular y, como no actuasteis para 
hacer lo que teníais qué hacer, todo eso se desperdició. 
    Hijitos Míos, de esta purificación, que se os avecina, 
 
sacaréis muchos frutos, 
Mis pequeños. Iréis viendo cómo la maldad se irá 
erradicando de la Tierra, 
cómo las almas buenas se 
irán quedando y todo se 
irá renovando por Mi Santo Espíritu. Por eso os he dicho que gocéis estos 
momentos por venir y que 
no os preocupéis vosotros, 
los que estáis Conmigo, de estos acontecimientos que se irán dando para la 
renovación de la Tierra, tanto en lo físico como en lo espiritual.
   Sí, vosotros seréis renovados, 
la Tierra 
será renovada, el Universo 
entero será renovado, toda la Creación volverá a palpitar al unísono con Mi 
Corazón y, nuevamente, todo se alimentará de Mi Amor, Mis pequeños.
   Os he dicho que todo el Universo se alimenta de Mi Amor, porque 
todo fue creado por Mi Amor hacia vosotros y, por eso, deberéis abrir vuestro 
corazón a todo lo que Yo os vaya dando, para que, primeramente, cuando seáis ya 
renovados, os alimentéis, ahora sí, correctamente, de ese alimento que vuestra 
alma tiene que recibir, y 
el alimento que sale de Mí, vuestro Dios, es Amor. 
El Amor tiene muchas facetas, que ya os he explicado, y estéis en donde estéis, 
viváis lo que viváis, recibiréis Mi Amor y creceréis por Mi Amor, os uniréis 
perfectamente a Mí y, 
así, 
volveréis a ser Mi pueblo y Yo, vuestro Dios.
   Debéis luchar, Mis pequeños, contra todo aquello malo que exista 
dentro de vosotros, todo aquello que os separa de Mí, que es todo aquello que es 
del mundo, todo aquello en lo cual estáis embebidos y que no deja ningún 
crecimiento espiritual. 
Y, 
si hacéis un recuento de vuestra vida, os daréis cuenta de todo el tiempo que 
habéis desperdiciado y que si Yo os juzgara en estos momentos, os daríais 
cuenta, claramente, de que mucho de lo que vivisteis, no sirvió para Mis Planes 
de salvación, tanto como para vuestra alma, como para la de los vuestros.
   Ciertamente, algunos de vosotros habéis vivido ya muchos años, pero 
¿cuánto de Mi Amor habéis dejado en la Tierra? 
A eso vinisteis, Mis pequeños, a 
producir Amor, a luchar contra el odio de Satanás, contra su maldad, 
y, ¿qué hicisteis para contrarrestar toda esta maldad de Satanás?, 
no disteis amor y además, os 
pusisteis del lado de Satanás.
   Si os hubierais llenado de Mi Amor, este mundo sería diferente, 
estaríais viviendo Mi Amor en pleno, os estaríais respetando mutuamente con 
todas las Virtudes que Yo derramo sobre vosotros, pero que no habéis abierto 
vuestro corazón para recibirlas, y sobre todo, para practicarlas.
   Si meditáis todo esto, Mis pequeños, os daréis cuenta de que, 
además de que perdisteis vuestro 
tiempo, vuestra 
oportunidad de servirme aquí en la Tierra, 
os estáis ganando un tiempo en el 
Purgatorio para reparar todo lo que dejasteis de hacer, 
es una falta grave también, Mis pequeños. Tuvisteis la oportunidad de hacer 
grandes cosas para el Reino de los Cielos y por estar embebidos en el mundo, en 
vuestras cosas, que no eran de importancia para la salvación de las almas y para 
que Mi Reino se diera ya sobre la Tierra, por ello tendréis que pagar también, 
porque no actuasteis para el bien 
supremo, que es la salvación de las almas.
   El mal se ha 
desarrollado en el mundo, 
precisamente porque 
dejasteis de hacer cosas buenas. 
Generalmente, os confesáis de las cosas malas que hicisteis, pero, quizá, hasta 
más grave sea aquello que pudisteis haber hecho y no hicisteis, porque Yo os 
permití tener vida sobre la Tierra y, cuando os di vida, también os llené de 
Bendiciones y dones y capacidades especiales para vuestra misión particular y, 
como no actuasteis para hacer lo que teníais qué hacer, todo eso se desperdició 
y lo Mío, no se puede desperdiciar, Mis pequeños. Yo os estoy dando capacidades 
y dones Celestiales, sí, Mis pequeños, Celestiales, para vuestra misión sobre la 
Tierra, porque así os dijo Mi Hijo, que se diera el Cielo en la Tierra y, la 
única forma en que se dé el Cielo en la Tierra, es con Dones Celestiales y eso 
es lo que os regalo, Mis pequeños. Os los doy, para que vuestra misión sea una 
misión Celestial, 
para que destruyáis con el Amor y las Virtudes Celestiales, 
el odio y la maldad de Satanás.
¿Os dais cuenta ahora, Mis 
pequeños, de la gravedad de vuestra vida inútil?, desperdiciáis Bendiciones, 
Gracias Celestiales, porque no vivisteis para Mí, vivisteis para vuestros 
propios intereses o, peor aún, vivisteis en la maldad de Satanás.
   Entended todo esto, Mis pequeños, para que enmendéis vuestra vida, 
si entendéis esto y os unís, 
podréis disminuir los 
acontecimientos de la purificación y estos acontecimientos pasarán rápido, para 
que se dé ya Mi Reino sobre la Tierra, 
y gocéis plenamente de Mi Cielo sobre la Tierra y así se cumpla la Promesa que 
Mi Hijo os dio en el “Padre Nuestro”. 
Uníos 
pues con Mi Hijo Jesucristo para que actuéis como Él en la redención del género 
humano.
Gracias, Mis pequeños.
 
Quinto Misterio, 
Habla Dios Padre
Sobre: Quiero que viváis en Paz, en esa Paz que solamente os puedo dar Yo, 
vuestro Dios y en esa Paz, con la Promesa que os estoy haciendo, de que 
venceréis porque Me escogisteis y estaré junto a vosotros hasta el final.
   Hijitos Míos, vosotros veis en la naturaleza cómo después de la 
tormenta, llega la paz. 
Ahora estáis viviendo la tormenta, la tormenta satánica alrededor del mundo.
 
  Su maldad, porque sabe que su tiempo ha finalizado, ciertamente tiene 
también su tiempo para probar a la humanidad, pero Yo protejo a los Míos, 
protejo a las almas buenas, protejo a la semilla que puede dar buen fruto y que 
es la semilla que se ha de quedar para iniciar nuevamente la vida sobre la 
Tierra.
  Digo para iniciar, porque será un nuevo amanecer para la humanidad, vais 
a iniciar una vida nueva en amor y virtudes como no la habéis vivido, pero que 
sí la vivieron vuestros Primeros Padres. 
Es un nuevo amanecer para el 
Universo entero, es Mi 
regalo de Padre y Creador para todas las almas buenas, para todas las almas que 
no se ensuciaron con el mundo, que ciertamente caísteis en faltas, 
pero os levantasteis, no os 
quedasteis vencidos ante el pecado, sino que reconocisteis vuestra maldad, 
vuestro error y os levantasteis nuevamente para tomar nuevamente Mi Gracia.
 
   Esa lucha espiritual, es lo que hace que vosotros seáis almas 
valiosas para iniciar este Nuevo Mundo sobre la Tierra.
  Cosas bellísimas tendréis después de la prueba, Satanás todavía tratará 
de destruir las semillas buenas pero, vosotros, 
estaréis protegidos por Mí, 
Mis pequeños. No os dejéis engañar con lo que él os dé y os prometa, él 
solamente os puede dar cosas pasajeras y que no van a dar un fruto eterno. 
Vosotros estáis llamados a vivir 
eternamente en lo Mío. 
Vosotros pertenecéis al 
Reino de los Cielos, 
Satanás no os puede dar esto, porque él lo perdió y os tratará de engañar, para 
que vosotros también perdáis vuestro lugar eterno en el Reino de los Cielos. 
De esto se tratará la última prueba que tendréis que pasar, Mis pequeños, pero que esto os dará, precisamente, esa Gracia grande para que seáis aceptados como la semilla buena para iniciar el Nuevo Mundo. Seréis acrisolados y venceréis, Mis pequeños, no os atemoricéis, ya habéis vivido, muchos de vosotros, muchos años de prueba y, si os habéis mantenido Conmigo, no temáis, será el último momento más de vuestra vida, en donde, al ser acrisolados, si os mantenéis en lo que habéis creído toda vuestra vida, ¿de qué os preocupáis?, pasaréis la prueba, porque Yo no Me separaré de vosotros.
   Si Me habéis preferido a Mí antes que al mundo, no os preocupéis de 
estos momentos, venceréis, Mis pequeños, 
porque lucharemos juntos y, al 
momento de la tentación, Yo estaré junto a vosotros, al momento de la duda, la 
Luz de Mi Santo Espíritu os iluminará, al momento del extravío, Mi Madre estará 
junto a vosotros y os tomará de la mano y os llevará nuevamente por el buen 
camino. Tenéis todo a 
vuestro favor, porque escogisteis la mejor parte, Me escogisteis a Mí, vuestro 
Dios a lo largo de vuestra vida y Yo no Me puedo apartar de aquellos que Me 
escogieron a Mí, antes que estar con el mundo.
Os Bendigo, Mis pequeños, y quiero que viváis en Paz, en esa Paz que solamente 
os puedo dar Yo, vuestro Dios y en esa Paz, con la Promesa que os estoy 
haciendo, de que venceréis porque Me escogisteis y estaré junto a vosotros hasta 
el final.
Gracias, Mis pequeños.
 
 
 
 
Página Principal (Índice del tema)
Página Siguiente (Vuestro cambio tiene que ser ahora)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Mensajes de San Miguel Arcángel
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.