MENSAJES DE NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ

 

 

 

Nuestra Señora de Angueras

 

Pedro Regis

 

 

 

 Hermanos:  Es muy bueno que ustedes lean estos mensajes, aquí les seleccionamos los del año 2009 y principios del 2010. La Santísima Virgen entrega un mensaje muy nítido que debemos conocer. Además en algunos hay revelaciones de acontecimientos futuros para el mundo y la iglesia. En uno de ellos, detalla, no se sabe bien si al anticristo o al antipapa. Fíjense lo que dice para que lo sepan identificar.

 

 Al final, encontrarán un link para bajar los mensajes, imprimirlos y leerlos de a poco antes de dormir por las noches. Algo que se repite, ánimo, no tengan miedo, adelante, Dios tiene prisa y otros.

 

 

 

Queridos hijos, un hombre de gran influencia se levantará contra la Iglesia y a él se juntarán otros poderosos que llevarán la Iglesia al calvario. Aquellos que se oponen a Cristo actuarán con gran furia. Los consagrados temerán y muchos huirán. Muchos fieles se alejarán de la Iglesia por miedo y en muchos lugares la Iglesia estará vacía. Por largos años los hombres estarán alejados de la verdad, pero un milagro del Señor despertará en sus corazones el deseo de servir únicamente al Señor. Dios permitirá a todos los hombres que vean sus errores y arrepentidos volverán a servir al único y verdadero Señor.

 

 

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz y vine del cielo para traeros la paz. Abrid vuestros corazones al amor del Señor y seréis ricos de Su Gracia y Presencia. Doblad vuestras rodillas en oración. Camináis para un futuro de grandes pruebas. La humanidad camina por el abismo de la destrucción que los hombres prepararon por sus propias manos. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Vuestra cruz será pesada. Por medio del agua vendrá para los hombres sufrimiento y dolor. Gritos de desesperación se oirán por doquier. No os alejéis del camino que os he indicado. Sed fieles Escuchadme y todo acabará bien para vosotros. En las grandes pruebas espirituales, quedad con la Iglesia. Vuestra victoria está en el Señor. BUSCADLO en la Eucaristía y en las palabras de mi Hijo Jesús.

 

 

Queridos hijos, "Algo más grande que la tierra hará que a los hombres  sabios se preocupen. No encontrarán ninguna solución, pero Dios vendrá en ayuda de Su pueblo. En el universo está aquel que la ciencia aún no conoce, pero por permiso del Señor, descubrirán.". Pido que vuelvan a hacer la voluntad del Señor. No quedéis estancados. Doblad vuestras rodillas en oración. Volveos deprisa. Dios quiere salvaros, pero vosotros no podéis cruzar los brazos. La tierra está en peligro porque la criatura quiere ser más grande que el Creador. Arrepentíos. Aún hay oportunidad y todos pueden ser salvados. Adelante.

 

 

Queridos hijos, estáis atentos a las señales de Dios. El Señor os llama a ser en todo como Jesús. No crucéis los brazos. Dios tiene prisa y vosotros no podéis vivir alejados de Su gracia. Yo soy vuestra Madre y quiero ayudaros. No retrocedáis. Cambiad de vida, pues solamente así podéis contribuir con el triunfo de mi Inmaculado Corazón. Buscad fuerzas en la oración y en la Eucaristía. Todavía tengo nobles cosas que realizar. Ayudadme.

 

 

Queridos hijos, vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo. Sois del Señor y solamente a Él debéis seguir y servir. Yo soy vuestra Madre y conozco vuestras necesidades. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe. No permitáis que las cosas del mundo os alejen del Señor. Dad buen ejemplo a todos y testimoniad con vuestra propia vida que sois de Cristo. Os pido que viváis mis llamados, pues deseo conduciros a la santidad. Abrid vuestros corazones y Yo os conduciré A aquel que es vuestro Único Camino, Verdad y Vida. No retrocedáis. Aún ante vuestras dificultades, no desaniméis. Dios está con vosotros.

 

 

Queridos hijos, coraje. El Señor está muy cerca de vosotros. Abrid vuestros corazones a su llamado y vivid con alegría mis mensajes. No quiero obligaros, pero lo que digo debe ser llevado en serio. Mis pobres hijos caminan como ciegos guiando a otros ciegos. Sufro por aquello que os espera. La humanidad camina hacia su destrucción preparada por las propias manos de los hombres. Los hombres llevarán al interior de la tierra aquello que será el motivo de la destrucción de muchas regiones. Arrepentíos. Buscad el Señor.

 

 

 

Queridos hijos, la humanidad cargará la cruz del sufrimiento y mis pobres hijos han de llorar y lamentar. En las grandes tribulaciones, naciones enteras desaparecerán y los lugares desiertos se harán refugios para los hombres. El Señor dará el grande aviso. Caminad en la certeza de que vosotros no estáis solos. Doblad vuestras rodillas en oración. En la oración está vuestra fuerza y vuestra victoria. Coraje.

 

 

Queridos hijos, tengo prisa. No crucéis los brazos. Lo que tenéis que hacer hoy, no lo dejéis para el mañana. La humanidad se hizo espiritualmente pobre porque los hombres se alejaron de Dios. Vivís el tiempo peor que en el tiempo del diluvio y mis pobres hijos caminan como ciegos guiando a otros ciegos. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para socorreros. Abrid vuestros corazones, pues solamente así podéis contribuir para la gran victoria del Señor. Sed fervorosos en vuestra fe. Buscad fuerzas en la eucaristía y en las palabras de mi hijo Jesús. Arrepentíos y reconciliaos con Dios.

 

 

Queridos Hijos, Amad y defended la Verdad. Anunciad el Evangelio de Jesús, pues sus palabras transforman los corazones endurecidos y os llevan a la santidad. Llegará el día en que los hombres rechazarán la Luz y abrazarán las tinieblas. Muchos consagrados abandonarán la verdadera doctrina y se unirán a los enemigos. Habrá gran desprecio por lo Sagrado y la falta de orden estará presente en todas partes. No crucéis los brazos. Rezad y seréis capaces de comprender mis llamados. Ánimo.

 

 

Queridos hijos, sois del Señor y Él os ama. Os pido que seáis buenos unos con otros. No viváis alejados del Señor. Acoged con coraje y alegría mis llamados, pues deseo conduciros A aquel que es vuestro Único Camino, Verdad y Vida. La humanidad se alejó de la paz y abrazó el odio. He ahí el tiempo del gran retorno. Acoged la paz y el amor. No os olvidéis: la paz se construye con la paz. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para ayudaros. Sed dóciles a mi llamado. Lo que tenéis que hacer, hoy hacedlo ahora. Sabed que vuestro tiempo es corto. No crucéis los brazos. Aún tenéis un largo camino de sufrimiento y dolor. La tierra pasará por grandes transformaciones. Tras la gran tribulación, el Señor se manifestará y los justos recibirán su recompensa.

 

 

Queridos hijos, ánimo. Vosotros no estáis solos. Dios está con vosotros. Tened coraje, fe y esperanza. Conozco vuestras necesidades y pediré a Jesús por vosotros. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe. Alejaos de las cosas del mundo y abrazad las cosas que no pasan. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Abrid vuestros corazones a mi Hijo Jesús y seréis liberados de todo mal. No quedéis estancados. El demonio quiere esclavizaros, pero vuestra liberación está en Jesús. Él es vuestra fuerza y vuestra alegría. Decid vuestro sí al llamado de Jesús, pues solamente así seréis hombres y mujeres de oración. El árbol será plantado en otro campo y dará muchos frutos. Sed mansos y humildes de corazón. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para ayudaros. No os desaniméis. Yo rogaré a mi Hijo Jesús por cada uno de vosotros. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para conduciros a mi Hijo Jesús. Acoged con coraje mis llamados. No quiero obligaros, pero lo que digo debe ser llevado en serio. Buscad a Jesús. Él os ama y os espera de brazos abiertos. Doblad vuestras rodillas en oración. La humanidad camina hacia la destrucción que los hombres prepararon por sus propias manos. Arrepentíos. Vuestro tiempo es corto y esta es la hora de vuestro regreso. Estad atentos.

 

 

Queridos hijos, Yo os amo y quiero veros felices ya, aquí en la tierra y más tarde Conmigo en el cielo. Alejaos de la maldad y volveos A aquel que es vuestro único Camino, Verdad y Vida. Sed honestos en vuestros actos y Dios os bendecirá. Buscad las cosas del Señor y no quedéis apegados las cosas de este mundo. Cuidad de vuestra fe. No permitáis que el demonio os aleje del camino de Dios. Doblad vuestras rodillas en oración. Sin oración no podéis comprender los designios de Dios para vosotros. Ánimo.

 

 

Queridos hijos, os invito a asumir vuestro verdadero papel de cristianos y a abrazar, en esta Cuaresma, la Gracia que Mi Jesús desea concederos. Sed dóciles. No quedéis de brazos cruzados. Rezad y haced penitencia. Acercaos al confesionario y recibid la Gracia de Mi Señor. Yo vine del cielo para conduciros al cielo. Dad lo mejor de vosotros en la misión que el Señor os confió y seréis recompensados generosamente. Vivís en el tiempo de las grandes tribulaciones espirituales, las cuales Yo ya os anuncié. Rezad por la Iglesia. El gran sufrimiento de la Iglesia vendrá por medio del poder político. Leyes serán creadas para impedir la acción de la Iglesia. En muchos lugares templos serán destruidos y los cristianos han de llorar y lamentar. Sufro por aquello que os espera. No os alejéis de la Verdad. El Señor está con vosotros. Ánimo.

 

 

Queridos hijos, vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo. Buscad las cosas del cielo, pues todo en esta vida pasa. Solamente la Gracia de Dios será Eterna. En estos tiempos difíciles, vivid vueltos hacia el Paraíso para el cual únicamente fuisteis creados. Sustentaos en la oración, en la escucha de la Palabra y en la Eucaristía. Yo vine del cielo para señalaros el camino de vuestra verdadera liberación. Ánimo.

 

 

Queridos hijos, rezad el Rosario todos los días y recibiréis grandes Gracias del Señor. Yo pediré a Mi Jesús por vosotros. El Rosario es el arma que Yo os ofrezco para el gran combate espiritual. No os alejéis de la oración. Sois importantes para el Señor y ÉL os Ama. No quedéis alejados de la Gracia de Dios. Dios tiene prisa y vosotros no podéis vivir lejos de Su Gracia. Volveos deprisa. Lo que tengáis que hacer no dejéis para mañana. Os pido que mantengáis encendida la llama de vuestra Fe. Sed valientes y llevad Mis llamados al mundo. Días difíciles vendrán para la Iglesia de Mi Jesús. Dolor mayor no existió desde su fundación. Rezad por la Iglesia.

 

 

 

Queridos hijos, continuad rezando por la Iglesia. La acción del demonio causará grandes daños espirituales a mis pobres hijos. Habrá gran profanación y el trono de Pedro será sacudido. Sed fuertes en la fe. No retrocedáis. Confiad en Jesús. Después de toda persecución, vendrá la victoria del Señor. Yo soy vuestra Madre. Abrid vuestros corazones a mi llamado y llevad a todos mis llamados. Coraje. Yo pediré a Jesús por vosotros. Adelante.

 

 

Queridos hijos, un movimiento nacerá y se esparcirá por el mundo. Será coordinado por mujeres y llevará gran sufrimiento a la Iglesia de Jesús. Sufro por aquello que os espera. Doblad vuestras rodillas en oración. Amad la verdad y defendedla. Huí de las falsas ideologías y abrazad el Evangelio de Jesús. Dios tiene prisa y vosotros no podéis vivir alejados. Volveos deprisa.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y os amo. Sabed que sois amados uno por uno por el Padre, en el Hijo, por medio del Espíritu Santo. Sois importantes para la realización de los planes de Dios. Abrid vuestros corazones y sed dóciles al llamado del Señor. No os alejéis de la oración. Así como las plantas no crecen sin la lluvia, vosotros no podéis crecer sin oración. Rezad. Rezad. Rezad. La humanidad está enferma a causa de la triste ceguera espiritual de mis pobres hijos. Dios quiere salvaros. Dad lo mejor de vosotros en la misión que os fue confiada. Aquel que se opone a Cristo causará gran confusión en la casa de Dios. Pisará en lo sagrado y llevará muchos hombres de fe a alejarse de la verdad. Coraje. Cuando sintáis el peso de la cruz, llamad a Jesús. Él vendrá a os sostendrá en su gracia. Sed justos.

 

 

Queridos hijos, coraje. No desaniméis, pues Dios camina con vosotros. Os pido que viváis con alegría mis llamados e imitad a Mi Hijo Jesús en todo. No permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Alimentaos de la Eucaristía y acoged el Evangelio de mi Hijo Jesús. La humanidad camina hacia su propia destrucción hecha por las propias manos de los hombres. Volveos. No quedéis estancados. Dios os espera de brazos abiertos. Llenaos del amor de Dios y dad testimonio de vuestra fe a todos aquellos que están alejados.

 

 

Queridos hijos, liberaos verdaderamente de todo mal y volveos A aquel que es vuestro Todo. Dios os dio la libertad, pero no permitáis que vuestra libertad os conduzca a la ceguera espiritual. Recorred el camino que os indiqué. Yo quiero conduciros a Jesús. Con Jesús seréis plenamente felices y vuestras vidas hablarán de Jesús más que vuestras palabras. Buscad las cosas del alto. Yo soy vuestra Madre y quiero ayudaros. Sed fuertes y firmes en la fe. Camináis hacia la gran confusión que los hombres causarán. Muchos de los que hoy son fervorosos en la fe se harán indiferentes. Muchos hombres de fe creerán en la ciencia y negarán a Dios. Habrá gran frialdad en el corazón de los hombres. Sosteneos en las palabras de Jesús y acoged mis llamados. Adelante sin miedo. El Señor vencerá.

 

 

Queridos hijos, Yo Soy vuestra Madre y vine del Cielo para llamaros a la Conversión. Os pido que en todo hagáis la Voluntad del Señor. ÉL es vuestro Único Bien Absoluto y os Ama. Sed dóciles a Su llamado. Doblad vuestras rodillas en oración. La acción del demonio causará gran confusión espiritual en la casa de Dios. Llegará el día en que el Oso feroz se unirá al León devorador. La furia de los animales caerá sobre la Iglesia y Mis hijos consagrados cargarán pesada cruz. Sufro por aquello que os espera. Escuchad Me. No quedéis de brazos cruzados. Dios tiene prisa. Adelante por el camino que os señalé.

 

 

Queridos hijos, os amo cómo sois y quiero veros felices ya aquí en la tierra y más tarde Conmigo en el cielo. Alegraos, pues el Señor os ama. Abrid vuestros corazones a su llamado y testificad con coraje Su amor. No quedéis alejados de la oración. La fuerza de la oración os fortalecerá y os conducirá a la santidad. Vivís el tiempo de las grandes tribulaciones espirituales. No os alejéis del camino que os señalé. La humanidad está al borde de grandes catástrofes y ha llegado el momento de vuestro retorno. Rezad. Rezad.

 

 

Queridos hijos, coraje. No desaniméis ante vuestras dificultades. Dios está a vuestro lado. No retrocedáis. Tras la gran tribulación la tierra será transformada y todo será diferente. Las cosas que hoy contempláis dejarán de existir. Todo será nuevo. Transformados, hombres y mujeres justos habitarán la tierra. Todo eso vendrá tras la gran señal, que será la última oportunidad para la conversión de la humanidad. Doblad vuestras rodillas en oración.

 

 

Queridos hijos, un rey orgulloso dividirá la Iglesia. Sus órdenes serán obedecidas y el precioso será lanzado fuera. La gran confusión espiritual está en camino. Rezad. Solamente por la fuerza de la oración podéis vencer el demonio. Quedad con la verdad y acoged el Evangelio de Jesús. Quién permanezca fiel hasta el fin encontrará la salvación. Adelante.

Queridos hijos, llegará el día en que los hombres abrazarán la fe y aceptarán el mensaje de mi Hijo Jesús. La tierra será transformada y habrá gran felicidad en el corazón de mis pobres hijos. Será este el tiempo del Triunfo de mi Inmaculado Corazón. Aquello que Yo os predije en el pasado va a realizarse. Alegraos, pues vuestros nombres ya están grabados en Mi Inmaculado Corazón. Dad lo mejor de vosotros en la misión que el Señor os confió. El Señor os recompensará generosamente. Tened confianza, fe y esperanza. No retrocedáis. No desaniméis. Dios os llamó. No os alejéis de él. Adelante.

 

 

Queridos hijos, solamente en Jesús está vuestra salvación. Recordáis hoy Su entrega total y consciente por la salvación de la humanidad. Confiad en Su amor. Él os conoce por el nombre y quiere salvaros. No retrocedáis. Sed valientes y testificad en todas partes que sois únicamente de Cristo. Cuando sintáis el peso de la cruz, orad a Mi Hijo Jesús, pues solamente Él es vuestro socorro en los momentos difíciles. Vendrán días en que sobre la tierra pocos serán los hombres y mujeres de fe. La gran confusión espiritual alejará a muchos de mis pobres hijos del camino de Dios. La humanidad enfrentará grandes pruebas. Jerusalén y muchas ciudades vecinas experimentarán la cruz pesada. La devastación será Grande. Doblad vuestras rodillas en oración. Solamente por la oración seréis capaces de soportar el peso de las pruebas que han de venir. Adelante

 

 

Queridos hijos, solamente en Jesús está vuestra salvación. Recordáis hoy Su entrega total y consciente por la salvación de la humanidad. Confiad en Su amor. Él os conoce por el nombre y quiere salvaros. No retrocedáis. Sed valientes y testificad en todas partes que sois únicamente de Cristo. Cuando sintáis el peso de la cruz, orad a Mi Hijo Jesús, pues solamente Él es vuestro socorro en los momentos difíciles. Vendrán días en que sobre la tierra pocos serán los hombres y mujeres de fe. La gran confusión espiritual alejará a muchos de mis pobres hijos del camino de Dios. La humanidad enfrentará grandes pruebas. Jerusalén y muchas ciudades vecinas experimentarán la cruz pesada. La devastación será Grande. Doblad vuestras rodillas en oración. Solamente por la oración seréis capaces de soportar el peso de las pruebas que han de venir. Adelante

 

 

Queridos hijos, sufro a causa del sufrimiento de mis pobres hijos. Doblad vuestras rodillas en oración. Solamente por la oración vendrá el auxilio de Dios. No crucéis los brazos. Aún veréis horrores sobre la tierra. Europa se hará pobre espiritual y materialmente. Naciones enteras desaparecerán y mis pobres hijos han de cargar la pesada cruz. Lo peor aún vendrá. Rezad. Rezad. Rezad.

 

 

Queridos hijos, ánimo. No desaniméis ante vuestras dificultades. Confiad en Dios. Vuestra vida está en sus Manos y Él es la certeza de vuestra victoria. Abrid vuestros corazones a mi llamado de conversión y aceptad la voluntad del Señor. No retrocedáis. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para ayudaros. Conozco a cada uno de vosotros por el nombre y pediré a Jesús por vosotros. Os pido que seáis firmes en la oración. Buscad las fuerzas en Dios. La oración es la fortaleza de los débiles. Adelante. Vivís el tiempo de los dolores. Vendrán días difíciles para mis pobres hijos.

 

 

Queridos hijos, ánimo. No desaniméis. Sabed que los planes del Señor os conducirán a la victoria. Lo que inicié aquí es de Dios y ninguna fuerza humana lo destruirá. Confiad plenamente en el amor del Señor y seréis grandes en la fe. No os alejéis de la oración. Cuando estáis alejados de la oración, os convertís en blanco del demonio. Yo necesito de vosotros. Lo que hagáis en favor de mis planes, el Señor os recompensará con generosidad. Llegará el día en que un hombre bueno y justo pisará esta tierra. Por medio de él las puertas se abrirán y mis llamados serán esparcidos por el mundo. No os preocupéis. Escuchad lo que os digo. Quién esta con Dios vencerá. Yo pediré a Jesús por cada uno de vosotros.

 

 

Queridos hijos, vosotros estáis en mi Inmaculado Corazón y a nada debéis temer. Os pido que seáis fieles a mi hijo Jesús. Cuando sintiereis el peso de la cruz, buscad las fuerzas en la eucaristía y en las palabras de mi Hijo Jesús. Permaneced firmes en el camino que os señalé. Yo vine del cielo para llenaros de Fe y Esperanza. Rezad. Solamente rezando podéis comprender los designios de Dios en vuestras vidas. Yo os Amo y quiero veros felices ya aquí en la tierra y mas tarde conmigo en el cielo. Volveos deprisa. Vuestro tiempo es corto. La muerte pasará por Argentina y mis pobres hijos vivirán momentos de pavor. Sufrimientos semejantes experimentaran mis pobres en Italia. He ahí los tiempos difíciles para vosotros. No os quedéis alejados del Señor. Vuestra fuerza está en Dios. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, no perdáis vuestra esperanza. Dios está a vuestro lada y a nada debéis temer. Conozco vuestras dificultades y vine del cielo para ayudaros. Abrid vuestros corazones y acoged con coraje el evangelio de mi Jesús. Sois el pueblo elegido de Dios y Él os ama. No quedéis estancados en el pecado. Este es el tiempo oportuno para vuestro regreso. Decid a todos que Dios tiene prisa. No desaniméis ante vuestras dificultades. No os alejéis de la oración. Solamente por la fuerza de la oración podéis alcanzar la victoria. Vivís en tiempo de las grandes tribulaciones. La humanidad se alejó del Creador y mis pobres hijos no saben a donde ir. Volveos. Mi Jesús os ama y os espera de brazos abiertos. Después de toda tribulación el Señor transformará la tierra. El enjugará vuestras lágrimas. No habrá más sufrimiento y todos han de servir y seguir al Señor con fidelidad. Sed honestos en vuestros actos y en todo imitad a mi Hijo Jesús. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, quiero deciros que sois importantes para la realización de mis planes. Dad lo mejor de vosotros y llevad a todos mis llamados. El Señor bendecirá generosamente a todos aquellos que se esfuerzan por llevar mis llamados al mundo. Llegará el día en que veréis las grandes maravillas del Señor y Él llamará por el nombre a todos los escogidos. La tierra será rica y nada le faltará a los hombres. Los fieles vivirán felices y ningún mal alcanzará a los hijos de Dios. Alegraos, pues vuestros nombres ya están inscritos en el cielo. Convertíos. No quedéis de brazos cruzados. He ahí el tiempo de vuestro sí al llamado del Señor. No retrocedáis. Lo que tenéis que hacer hoy no lo dejéis para el mañana. Adelante.

 

 

Querido Hijos, caminad siempre en los caminos del Señor. Acoged la verdad y defendedla. Vosotros sois del Señor y Él espera mucho de vosotros. Os pido que continuéis rezando. La fuerza de la oración transformará vuestros corazones. Deseo que seáis buenos unos para con los otros. Imitad en todo a Mi Hijo Jesús. Yo soy vuestra Madre y os amo. Tened confianza. Fe y esperanza. El mañana será mejor. Vine del cielo a preparar la humanidad para acoger una gran gracia de Dios. Llegará el día en que veréis la paz reinar sobre la tierra. Dios permitirá grandes tribulaciones para la humanidad. La humanidad será purificada por el dolor. Tras experimentar la cruz pesada los justos heredarán una tierra nueva. No retrocedáis. Vuestra victoria está en el Señor. Caminad siempre por el camino que os señalé. Solamente así podéis contribuir para el triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Adelante.

 

 

Querido Hijos, anunciad a Jesús. La humanidad necesita conocer el amor del Señor y vosotros sois llamados para contribuir a la salvación de las almas. La humanidad vive alejada del Creador y camina hacia el abismo de la autodestrucción que los hombres han prepararon con sus propias manos. Volveos. Vuestro Dios aún os espera. No retrocedáis. Buscad fuerzas en la oración y en la Eucaristía, pues solamente así podéis experimentar la victoria de Dios. En la gran tribulación para los hombres, Dios enviará los profetas para orientar a los escogidos. Vendrán días difíciles para la humanidad. La tierra se agitará y se levantará como las ondas del mar. Será esta la gran catástrofe para la humanidad. Rezad. Sufro por aquello que os espera. Adelante por el camino que os señalé. Coraje.

 

 

Querido Hijos, días de tinieblas vendrán para la humanidad. Por defender la verdad, muchos consagrados serán perseguidos y muertos. La Iglesia será ferozmente perseguida y muchos retrocederán. Os pido que tengáis el coraje de Juan Bautista y que no desaniméis ante vuestras dificultades. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Doblad vuestras rodillas en oración y Dios os dará fuerza y coraje. Vivís el tiempo peor que el tiempo del diluvio, pero no perdáis vuestra esperanza. Quién está con el Señor jamás será derrotado. Yo pediré a Jesús por vosotros. Adelante sin miedo.

 

 

Querido Hijos, no os alejéis de la oración. He ahí los tiempos difíciles para la humanidad. Os pido que seáis hombres y mujeres de fé y que en todas partes procuréis testificar a Mi Hijo Jesús. Yo soy vuestra Madre y sé lo que os espera. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe. Tened coraje. Confiad en Jesús y todo acabará bien para vosotros. La tierra pasará por una gran transformación. Llegará el día en que habrá un gran terremoto y toda la tierra será sacudida. Regiones enteras de la tierra desaparecerán. Pasadas toda tribulación, habrá para vosotros un nuevo tiempo y alegría. No desaniméis. No retrocedáis. El Señor vencerá.

 

 

Querido Hijos, doblad vuestras rodillas en oración en favor de la Iglesia. Llegará para ella el momento de dolor. Habrá gran persecución a la casa de Dios y mis pobres hijos han de llorar y lamentar. El trono de Pedro será sacudido. Un sucesor de Pedro verá la destrucción de su casa y los hombres de fe se irán a lamentar. Yo soy vuestra Madre y os amo. Conozco vuestras necesidades y vine del cielo para socorreros. Permaneced firmes en el camino que os señalé. Yo quiero conduciros a la victoria. Sed dóciles a mi llamado y en todo imitad a Mi Hijo Jesús. Coraje.

 

 

Querido Hijos, caminad siempre al encuentro de Aquel que es vuestro único y verdadero Salvador. No quedéis alejados de Jesús. Solamente en Él encontraréis fuerzas para vuestro caminar en la fe. Os pido que viváis alegremente mis mensajes. Por medio de ellos quiero llevaros a un ardiente y continuo deseo de Dios. Rezad. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Aún veréis horrores sobre la tierra. Caerá fuego sobre la humanidad. El choque de dos gigantes en el espacio traerá sufrimiento a los hombres. Yo soy vuestra madre y vine del cielo para llamaros a la conversión. No quedéis de brazos cruzados. Animaos y asumí vuestro verdadero papel de cristianos.

 

 

Queridos Hijos, no hay victoria sin cruz. Cuando todo parezca perdido, el Señor vendrá a vosotros y seréis victoriosos. Decid a todos que este es el momento de vuestro sí al Señor. Sed fieles al Evangelio de Jesús y dejad que el amor transforme vuestros corazones. Continuad rezando. El Señor espera mucho de vosotros. Sabed que este es el tiempo de la gracia. Llegará el día en que muchos han de arrepentirse de la vida transcurrida sin Dios, pero para muchos será tarde. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para ofreceros mi amor. No quiero obligaros, pero lo que digo debe ser llevado en serio. No desaniméis. Yo pediré a Jesús por cada uno de vosotros. Adelante sin miedo. Sufro a causa de mis pobres hijos alejados. Rezad. Solamente rezando seréis capaces de aceptar la voluntad de Dios.

 

 

Queridos Hijos, cuidad de vuestra vida espiritual. Sois del Señor y solamente a Él debéis servir y seguir. No permitáis que las cosas materiales os impidan contribuir con los planes de Dios. Yo necesito de vosotros. Conozco vuestras necesidades y pediré a Jesús en favor vuestro. He ahí los tiempos difíciles para la humanidad. Rezad. Acercaos al Señor por medio de los sacramentos. Lo que tenéis que hacer hoy no lo dejéis para el mañana. La humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento. Un fuego veloz cruzará los cielos de varios países de Europa. Caerá sobre un famoso templo y los hombres llorarán y lamentarán. Yo soy vuestra Madre y sé lo que os espera. No retrocedáis.

 

 

Queridos Hijos, Yo os amo y vine del cielo para bendeciros y deciros que sois amados uno por uno por el Padre, en el Hijo por medio del Espíritu Santo. No desaniméis ante vuestras dificultades. Mi Hijo Jesús está muy cerca de vosotros. Confiad en Él que ve en lo oculto y os conoce por el nombre. Vivís el tiempo de las grandes confusiones espirituales y ha llegado el momento de vuestro regreso al Señor. Sed fieles. No os alejéis del camino que os señalé. Sabed que el Señor os conducirá a la victoria. Vuestra liberación está cerca. El Señor no os abandonará. Él enjugará vuestras lágrimas y seréis victoriosos. Vosotros sois valiosos a los ojos de Dios. No viváis alejados. He ahí el tiempo oportuno para vuestra conversión.

 

 

Queridos Hijos, en la gran y final tribulación, Mi Hijo Jesús guardará vuestras almas como se guarda el oro purísimo en un vaso precioso . No habrá dolor y sufrimiento para los escogidos de Dios. Aquellos que sean fieles hasta el final, recibirán la recompensa de los justos. Serán estos que contemplarán los cielos nuevos y la tierra nueva . Os pido que hagáis el bien a todos. Lo que hagáis en favor de vuestros hermanos, por poco que sea, Jesús no dejará sin recompensa. Sed valientes y en todas partes testificad que sois únicamente de Cristo. No permitáis que las cosas de este mundo os alejen del Creador. Abrid vuestros corazones y acoged mis llamados. Yo soy vuestra Madre y bien sabéis lo mucho que ama una madre a sus hijos. Escuchadme y todo terminará bien para vosotros. Adelante.

 

 

Queridos Hijos, la tierra pasará por grandes transformaciones. La humanidad será totalmente transformada y Dios hará surgir en los lugares más desiertos una belleza que los ojos humanos jamás vieron. Las maravillas escondidas podrán ser contempladas por los hombres. Los justos heredarán una tierra nueva y no experimentarán más sufrimiento alguno. Os pido que os dejéis conducir por las manos del Señor. Permaneced firmes en el camino que os indiqué y seréis grandes hombres y mujeres de fe. Yo soy vuestra Madre. Quiero deciros que Mi Corazón se alegra con vuestro sí a mis proyectos. Dios hará todo en favor de sus escogidos. Abrid vuestros corazones y aceptad el llamado del Señor. Rezad. En la oración seréis capaces de comprender los designios de Dios para vuestras vidas. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos Hijos, rezad. Solamente por la fuerza de la oración podéis vencer al demonio. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. Los hombres caminan como ciegos guiando a otros ciegos y la humanidad es conducida por el camino de la negación a Dios. Yo soy vuestra Madre Dolorosa y sufro por aquello que os espera. Yo soy incansable y llamo, aún cuando estáis alejados y sin Dios. El poder de Dios transformará los corazones endurecidos. Por medio del dolor, la humanidad encontrará el camino de la salvación. Mis pobres hijos cargarán la cruz pesada. Un gran castigo caerá sobre la humanidad y solamente los hombres y mujeres de fe sobrevivirán. Escuchadme y caminad al encuentro de aquel que es vuestro único y verdadero Salvador.

 

 

Queridos Hijos, la humanidad vivirá la angustia de un condenado, pero en el Amor del Señor encontrará la verdadera liberación. Sabed que estos son los tiempos difíciles para la humanidad. Rezad. La oración os fortalecerá y os hará comprender la voluntad del Señor. No retrocedáis. Adelante, sin miedo. En el Señor está vuestra victoria. No quedéis estancados. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Yo pediré a Jesús por vosotros. Alegraos, pues sois el pueblo elegido del Señor. Quién camina con el Señor jamás experimentará el peso de la derrota. Llegará el día en que el amor reinará en toda la tierra. Los hombres vivirán en paz y la humanidad transformada, esperara la recompensa del Señor. Será este el tiempo del Triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Adelante, por el camino que os señalé.

 

 

Queridos Hijos, en el día del juicio el Señor actuará con Misericordia con todos mis devotos; con aquellos que rezan el rosario y divulgan mis llamados. En la hora final, mis hijos recibirán gracias especiales y no sufrirán el castigo eterno. Alegraos. Vuestros nombres ya están inscritos en el cielo. Permaneced en el camino que os he indicado. No os atemoricéis. No habrá derrota para mis escogidos y consagrados. Doblad vuestras rodillas en oración y seréis ricos en la fe. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Dad lo mejor de vosotros en la misión que el Señor os confió, pues solamente así el mundo se hará más justo y fraterno. Rezad también por la Iglesia. Vendrá para ella sufrimiento y dolor. Aquello que os anuncié en el pasado va a realizarse.

 

 

Queridos Hijos, Yo soy vuestra Madre y vine del Cielo para conduciros a mi Hijo Jesús. Volveos a Él, que os ama y os conoce por el nombre. Os pido que continúes rezando. La humanidad se hizo pobre espiritualmente porque los hombres se alejaron de la oración. Estad preparados. Vuestra Cruz será pesada. Buscad fuerzas en el Señor. Alimentaos de la Palabra de Dios y de la Eucaristía. Hechos espantosos llamarán la atención de los hombres. Una explosión en el universo causará gran espanto a los hombres sabios. La Tierra sufrirá. Y mis pobres hijos experimentarán la Cruz pesada. Es necesario que todo eso acontezca, pero por fin vendrá para vosotros la gran victoria de Dios. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos Hijos, sufro por aquello que viene para vosotros. Habrá grandes tribulaciones sobre la tierra y los hombres no soportarán el peso de los sufrimientos. Muchos desearán la muerte, pero deberán pasar por la Gran prueba de la purificación. En este Tiempo, los justos recibirán la protección de los ángeles del Señor y ningún mal los alcanzará. Aquellos que se Consagran a Mí, experimentarán una alegría sin fin. Estos han de contemplar, aquello que los ojos humanos jamás vieron. No retrocedáis. Permaneced en el camino de la verdad. Mi Señor está con vosotros y no os dejará solos. La fuerza de la oración os fortalecerá y os hará comprender los designios de Dios. Vosotros sois importantes, para la realización de mis planes. Abrid vuestros corazones y llevad a todos mis llamados. Yo soy vuestra Madre y os Amo. Animo. Nada está perdido. La victoria será del Señor.

 

 

Queridos Hijos, Yo soy vuestra Madre y vengo del cielo para llamaros a la conversión sincera. No quedéis de brazos cruzados. Vivís el tiempo de las grandes confusiones espirituales y ha llegado el momento de vuestro regreso al Señor. Sabed que Jesús espera mucho de vosotros. Doblad vuestras rodillas en oración y todo acabará bien para vosotros. La humanidad camina hacia un gran abismo y mis pobres hijos cargarán la cruz pesada. Vendrán días difíciles para la humanidad. Volveos deprisa. El Señor os ama y os quiere. No os sintáis solos. En los momentos más dolorosos para vosotros, el Señor os protegerá y vosotros experimentaréis su victoria. Un fenómeno extraordinario se dará en Europa. Los hombres no tendrán explicación. Cuando los hombres testifiquen el surgimiento de la gran luz, sabed que está próxima la gran batalla final. Los hombres la llamarán el segundo sol. Aquello que os anuncié en el pasado va a realizarse. Coraje. Yo pediré a Jesús por vosotros. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos Hijos, llegará el día en que el Señor transformará toda la tierra. Después de la gran tribulación los hombres fieles heredarán una tierra nueva y todos vivirán felices. El Señor enjugará vuestras lágrimas. El mal no existirá más y los justos vivirán para servir al Señor. Alegraos, sobre todo vosotros que estáis escuchándome, pues el Señor es algo grandioso para vosotros. Adelante sin miedo. Yo soy vuestra Madre y sé lo que os espera. Doblad vuestras rodillas en oración. No permitáis que la llama de la fe se borre dentro de vosotros. Os pido que seáis testigos del amor del Señor. Amad siempre y haced el bien a todos. Todo en esta vida pasa, pero la gracia de Dios en vosotros será para siempre. Acoged mis llamados y la humanidad será transformada.

 

 

Queridos Hijos, rezad mucho delante de la cruz por la conversión de los hombres. Buscad fuerzas en la Eucaristía, pues solamente así seréis capaces de testificar las maravillas del Señor. No permitáis que el demonio robe vuestra paz. Vosotros sois del Señor y solamente a Él debéis seguir y servir. Yo soy vuestra Madre dolorosa. Quiero deciros que aún tendréis grandes sufrimientos. Estáis caminando hacia un futuro de grandes pruebas. La humanidad será purificada en el sufrimiento. Llegará el día en que los hombres gritarán auxilio y desearán la muerte. Un fuego veloz y destructor alcanzará la tierra. De muy lejos está viniendo y los hombres no podrán impedir su acción destructora. Sufro por aquello que viene para vosotros. Continentes enteros dejarán de existir y la tierra no será más la misma. Todo será diferente. Lo que hoy contempláis dejará de existir. Después de todo eso, Dios hará surgir una tierra nueva para sus elegidos. Avanzad con coraje.

 

 

Queridos Hijos, confiad plenamente en Jesús, pues solamente Él es la certeza de vuestra victoria. Él es vuestro Dios para siempre y fuera de Él, jamás el hombre podrá ser salvado. Os pido que continuéis rezando. Rezad por la Iglesia. Muchos consagrados serán contaminados. Negarán los dogmas y se alejarán de la verdad. Surgirá un hombre, aparentemente lleno de virtudes, pero en verdad será un enviado del demonio. Engañará a muchos con su doctrina, pero encontrará una gran barrera en la fuerza y fidelidad de mis devotos y escogidos. Os pido que mantengáis encendida la llama de vuestra fe. Quién permanezca fiel será salvado.

 

 

Queridos Hijos, llegará el día en que para los justos el Señor enviará lluvias extraordinarias de gracias. No habrá sufrimiento para los elegidos del Señor. Para aquellos que rezan y acogen mis llamados, vendrá la victoria. El Señor enjugará las lágrimas de sus escogidos. En la gran tribulación, los ojos de los fieles no contemplarán los sufrimientos. Ellos estarán protegidos y en sus corazones habrá solamente alegría y paz. Os pido que volváis al Señor. Dad lo mejor de vosotros. Escuchad la voz de Dios y Él os guiará por el camino del bien. No retrocedáis. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Llenaos del amor de Dios, pues solamente así seréis sanados espiritualmente y podéis contribuir para el triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Adelante.

 

 

Queridos Hijos, no hay victoria sin cruz. Enfrentad con alegría vuestras dificultades y Dios os dará la victoria. Continuad firmes en la oración. He ahí los tiempos de los dolores para la humanidad. Camináis hacia un futuro de grandes pruebas y solamente en la fuerza de la oración encontraréis la luz que os guiará por el camino seguro. Yo soy vuestra Madre y sé lo que os espera. No quedéis de brazos cruzados. Sed fieles a mis llamados y el Señor os recompensará generosamente. Estad atentos. Vendrán días en que la fe estará presente en pocos corazones. Hechos asombrosos sacudirán la Iglesia. La revuelta de un gran líder religioso causará sufrimiento y dolor para mis hijos. Andad en la verdad. No permitáis que nada os aleje del Señor. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos Hijos, acoged mis llamados, pues deseo transformaros y conduciros a mi Hijo Jesús. Quiero llevaros a todos para el cielo. Volveos deprisa. No quedéis alejados de la oración. Cuando rezáis estáis atrayendo sobre vosotros las bendiciones del Señor. En la oración seréis capaces de descubrir los tesoros de Dios que está dentro de vosotros. Dad vuestra contribución para el triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. En el tiempo de la gran tribulación, mis consagrados estarán protegidos. Los ángeles del Señor los ayudarán y no tropezarán. El mal estará distante de ellos. Coraje. Jesús hará un gran milagro y todos los ojos lo verán. Será este milagro el motivo de la conversión de los ateos y de todos aquellos que abrazaron falsas doctrinas. Acontecerá un día de domingo en la fiesta de un gran mártir.

 

 

Queridos Hijos, rezad. La humanidad vive alejada de Dios y los hombres caminan ciegos espiritualmente. No tardará caer sobre la humanidad un gran castigo. De la naturaleza vendrá un gran sufrimiento para un continente. Por medio del agua vendrá gran dolor para mis pobres hijos. La furia de la naturaleza alcanzará los hombres y miles serán victimas de la gran tragedia. Sufro por aquello que viene para vosotros. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para alertaros y socorreros. Seguidme por el camino que os señalé. Vuestra victoria está en el Señor. Volveos a Él.

 

 

Queridos Hijos, Yo soy vuestra Madre y vengo del cielo para llamaros a la conversión sincera. No quedéis de brazos cruzados. Dios tiene prisa y os espera con inmenso amor de Padre. Vosotros sois del Señor y solamente en Él debéis depositar toda vuestra confianza y esperanza. Vivís el tiempo peor que el tiempo del diluvio. La humanidad desafió lo Creado y camina para el abismo de la autodestrucción. No tardará caer sobre la humanidad la ira de Dios. Convertíos deprisa. Yo os amo y soy incansable. Sed fieles a mis llamados. No quedéis alejados del Señor. He ahí el tiempo oportuno para que os reconciliares con Dios. Doblad vuestras rodillas en oración. Llegará el día en que Europa extenderá la mano al mundo como un mendigo necesitado de auxilio. Rusia será una piedra para muchas naciones y Roma será destruida con fuego. Sufro por aquello que os espera. Os pido que mantengáis encendida la llama de vuestra fe. Vosotros que estáis escuchándome no desaniméis. En la hora del dolor, vosotros seréis protegidos y ningún mal os alcanzará. Confiad en Mi maternal protección y seréis victoriosos.

 

 

Queridos Hijos, Yo os amo como sois y deseo conduciros por el camino del bien y de la santidad. Acoged el Evangelio de Jesús. Dejad que las palabras de mi Hijo transformen vuestras vidas. No os alejéis de la verdad. La humanidad vive alejada de Dios porque los hombres se alejaron de la verdad. Mis pobres hijos viven en una triste ceguera espiritual y no saben para donde ir. Yo vine del cielo para señalaros el camino. Sed dóciles. Abrid vuestros corazones y llenaos del amor del Señor. No retrocedáis. Aún cuando sintáis el peso de la cruz testificad que sois verdaderamente del Señor. Dios está muy cerca de vosotros. No os alejéis de la oración. Camináis para un futuro de grandes tribulaciones. Depositad vuestra esperanza en Mi Hijo Jesús. Ningún mal alcanzará a mis escogidos. Vosotros que vivís mis llamados seréis amparados en la hora del dolor. Dios jamás abandonará aquellos que sean fieles hasta el fin. Para los justos vendrán abundantes gracias del Señor. Alegraos, pues sois amados uno por uno por el Padre, en el Hijo por medio del Espíritu Santo. No os sintáis solos. Yo estaré siempre a vuestro lado.

 

 

Queridos Hijos, os invito a asumir vuestro verdadero papel de cristianos. No crucéis los brazos. La humanidad necesita de vuestro sincero y valiente testimonio. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para llamaros a la santidad. Rezad. No os alejéis de la oración. Vuestra fuerza está en el Señor. No os alejéis de su gracia. Vendrán días de sufrimientos para la humanidad. Dios permitirá y los hombres sabios anunciarán la llegada de aquel que será motivo de desesperación para muchos. En muchas regiones de la tierra el fuego se esparcirá por todas partes. Sufro por aquello que os espera. Escuchadme. No quiero forzaros, pero lo que digo debe ser tomado en serio. Sed fieles a mis llamados. Vuelvo a decir que ningún mal alcanzará a mis devotos. Coraje.

Queridos Hijos, los proyectos del Señor serán realizados en toda la tierra. Llegará el día en que el Señor llamará y los justos oirán Su voz. Habrá un sólo rebaño sirviendo al único Señor. La idolatría caerá por tierra. Los que pertenecen al demonio serán separados de aquellos que pertenecen al Señor. Los verdaderos hijos de Dios estarán en un lugar seguro. Los ángeles del Señor serán enviados para cuidar de mis escogidos. Animaos y no retrocedáis. Todo eso acontecerá tras la gran tribulación. En ese tiempo la tierra estará purificada. No os alejéis del camino que os señalé. Sed Míos en la oración, en la escucha de la palabra y en la fidelidad al Señor. Adelante.

 

 

Queridos hijos, la humanidad vivirá momentos difíciles, pero del Señor vendrá el auxilio para los justos. La tierra será sacudida y muchos lugares dejarán de existir. Quiero decir que el Señor no os dejará solos. Sed fieles. Creed firmemente en el poder de Dios y ningún mal vendrá contra vosotros. Vendrán días de alegría para los elegidos del Señor. En el triunfo final, mis escogidos experimentarán una alegría sin fin. Volveos A aquel que os ama y os espera de brazos abiertos. Sed firmes en la oración, pues solamente así podéis ayudar para la transformación de la humanidad. Coraje.

 

 

Queridos hijos, dejad que la luz del Espíritu Santo penetre en vuestros corazones, pues solamente así seréis capaces de haceros luz para aquellos que están alejados. Amad el Amor. Cuando los hombres se abran al amor de Dios la humanidad será curada espiritualmente. Os pido que seáis justos y en todo imitad a Mi Hijo Jesús. Llevad mis llamados al mundo y el Señor os recompensará generosamente. Mis elegidos brillarán en el Triunfo de mi Inmaculado Corazón. Mis devotos experimentarán gran alegría, pues el Señor los llamará por el nombre y serán proclamados bendecidos por Mi Hijo Jesús. Estos heredarán aquello que los ojos humanos jamás vieron. Adelante.

 

 

Queridos Hijos, vine del cielo para conduciros a mi Hijo Jesús. Dios me envió hasta vosotros para llamaros a la conversión y para haceros hombres y mujeres de oración. Yo soy vuestra Madre y os amo. Sabed que este es el tiempo de la gracia. Vendrán días de tribulaciones y los hombres desearán la muerte. Muchos han de arrepentirse de la vida transcurrida sin Dios, pero será tarde. Volveos deprisa. Animaos y llevad a todos mis mensajes. Sabed que no experimentarán la muerte eterna todos aquellos que viven mis mensajes y se esfuerzan en llevarlos a otros. No perdáis vuestra esperanza. Confiad en el amor Misericordioso del Señor y seréis victoriosos. No os dejéis vencer ante las dificultades. Jesús está a vuestro lado aunque no lo veáis. Entregaos a Él que es vuestro bien absoluto y os conoce por el nombre. Adelante.

 

 

Queridos Hijos, estoy feliz por estar aquí. Agradezco vuestra fidelidad a mis llamados y os aseguro que vuestros nombres ya están grabados en Mi Inmaculado Corazón. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe y que en todo busquéis imitar a Mi Hijo Jesús. No os alejéis del camino que os señalé a lo largo de estos años. Dios recompensará con ricas y abundantes gracias a todos aquellos que anuncien mis llamados a mis pobres hijos. En el triunfo de mi Inmaculado Corazón, aquellos que acogen mis mensajes serán protegidos y experimentarán gran alegría. Vosotros estáis en el mundo, pero sois del Señor. Doblad vuestras rodillas. Solamente rezando podéis encontrar fuerzas para vuestra noble misión. Yo soy vuestra Madre y soy incansable. Aún tengo nobles cosas que realizar. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, vosotros estáis en el mundo, pero sois únicamente del Señor. Os pido que viváis encaminaos hacia el paraíso para el cual fuisteis creados. Vivís el tiempo de las grandes tribulaciones espirituales, pero no desaniméis. Es necesario que todo eso suceda para que se cumpla aquello que Yo os anuncié en el pasado. Seguidme por el camino del bien y de la santidad. Aquellos que estén por el camino que Yo señalé, jamás experimentarán la derrota. La victoria de Dios será también vuestra victoria. Alegraos, todos vosotros que estáis escuchándome, porque no seréis derrotados por el demonio. Yo cuidaré de vosotros. Sois vosotros mis elegidos, aquellos que Yo escogí para formar parte de mi legión victoriosa. Tened coraje, fe y esperanza. Yo estaré siempre a vuestro lado. No retrocedáis. Mis fieles no experimentarán dolores físicos. Los ángeles de Dios los protegerá en la gran batalla final. Rezad. Solamente rezando seréis capaces de aceptar mis llamados.

 

 

Queridos hijos, vendrán días difíciles y mis pobre hijos experimentarán la cruz pesada. Continentes desaparecerán y los hombres contemplarán cosas que hoy no son visibles a los ojos humanos. Serán tiempos dolorosos para vosotros. No podéis soportar el peso de la cruz, si vivís alejados de la oración. Buscad fuerzas en la palabra de Dios y en la eucaristía. Si os convirtieras seréis victoriosos. No retrocedáis. Permaneced firmes en el camino que os señalé. Coraje. Yo pediré a Jesús por vosotros. Después de la gran tribulación la humanidad será purificada y los justos vivirán en paz. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, Dios está a vuestro lado. Confiad en Él que es vuestro único y verdadero amigo. Acoged con alegría mis mensajes, pues deseo conduciros a la cima alta de la santidad. Abrid vuestros corazones al amor. El amor os transformará y seréis grandes a los ojos de Dios. Doblad vuestras rodillas en oración. Repito: rezad, rezad, rezad. La tierra pasará por grandes y dolorosas transformaciones. Los hombres serán confundidos, pues se colocaron en el lugar del Creador. Habrá fenómenos inexplicables en la tierra y los hombres sabios no encontrarán respuestas. No retrocedáis. Permaneced en el camino que os señalé. No quiero obligaros, pero escuchadme.

 

 

Queridos hijos, coraje. Yo os amo y no os abandonaré. El día de la gran tribulación mis devotos serán amparados y protegidos. El dolor será grande para la humanidad. Muchos desearán la muerte, pero deberán pasar por la tribulación. La humanidad será purificada por el sufrimiento y Dios será el vencedor. Vosotros sois los elegidos de Dios. Rezad. Buscad fuerzas en la Eucaristía y vivid valerosamente mis llamados. Si os convirtierais seréis victoriosos. No quedéis estancados. Caminad al encuentro de Jesús. Él es vuestro Camino, Verdad y Vida. Solamente en Él está vuestra esperanza. No retrocedáis.

 

 

Queridos hijos, adelante sin miedo. El Señor os ama y está muy cerca de vosotros. Alegraos, pues vuestros nombres ya están inscritos en el Cielo. La humanidad está alejada de Dios, pero un gran milagro del Señor atraerá a muchos hombres alejados. Para los justos el Señor reservó aquello que los ojos humanos jamás vieron. Naciones contaminadas por el comunismo abrirán las puertas al Señor. Rezad. No desaniméis. Por fin mi Inmaculado Corazón Triunfará. Yo soy vuestra Madre y soy incansable. Escuchadme y Yo os conduciré a mi Hijo Jesús. No os alejéis de la verdad. Sed fieles al Evangelio y seréis grandes en la fe.

 

 

Queridos hijos, no temáis, depositad vuestra confianza en el señor y vivid encaminaos hacia el paraíso para el cual únicamente fuisteis creados. No os alejéis del camino que señalé. La humanidad camina hacia el abismo de la autodestrucción que los hombres prepararon con sus propias manos. Yo soy vuestra madre y vine del cielo para socorreros. Abrid vuestros corazones al amor de Dios y seréis grandes en la fe. Dios tiene prisa y vosotros no podéis quedar de brazos cruzados. Volveos deprisa. Si permaneciereis fieles ningún mal os alcanzará. La humanidad se acerca a un gran sufrimiento. Sabed que a vosotros que estáis escuchándome será concedida la gracia de la protección en los momentos de las grandes tribulaciones. No sufrirán aquellos que acogieron mis llamados y rezaron el rosario. Adelante, sin miedo. Vuestra victoria esta en el señor. Ánimo.

 

 

Queridos hijos, Coraje. Nada está perdido. Alegraos, pues el Señor os ama y os espera con inmenso amor de Padre. La humanidad se distanció del Creador y mis pobres hijos viven en una triste ceguera espiritual. Sed dóciles al llamado de Dios. Él quiere salvaros. Él enjugará vuestras lágrimas. Llegará el día en que no habrá sufrimientos sobre la tierra. El Señor transformará la tierra y mis pobres hijos experimentarán una alegría sin fin. Las guerras cesarán y la paz reinará para siempre en el corazón de mis pobres hijos. No desaniméis. Confiad en el Señor. Él hará todo para vuestro bien espiritual. Rezad. Buscad fuerzas en las palabras de mi Hijo Jesús y acoged con coraje mis mensajes. Yo soy vuestra Madre y sabéis bien cuánto ama una Madre a sus hijos. Sed fuertes en la fe. No permitáis que la luz de Dios se borre dentro de vosotros. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. No retrocedáis. Yo pediré a Jesús por vosotros. Adelante

 

 

Queridos hijos, la maldad de los hombres será grande. Los fieles serán perseguidos y aquel que se opone a Cristo actuará con gran furia contra la iglesia de Mi Jesús. Sufro por aquello que os espera. No os alejéis de la oración. Animaos y testimoniad que sois del señor. Huid del pecado y volveos a aquél que vuestro Camino, Verdad y Vida. No crucéis los brazos.

 

 

Queridos hijos, yo soy vuestra madre y sufro a causa de Mis pobres hijos alejados del Señor. Llegará el día en que muchos querrán arrepentirse de la vida transcurrida sin Dios, pero para muchos será tarde. No permitáis que el demonio os engañe. Sed del Señor y el transformará vuestras vidas. Este es el tiempo de la gracia. La humanidad camina por senderos de autodestrucción que los hombres hicieron con sus propias manos. Un gran sufrimiento vendrá para los habitantes de Italia. Semejantes sufrimientos vivirán los habitantes de Chile. La Tierra se sacudirá y los hombres vivirán momentos de grandes sufrimientos. Rezad. Solamente en la Oración podéis soportar el peso de la cruz. Buscad la fuerza en el Señor. El os Ama y os espera. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.  

 

 

Queridos hijos, no viváis alejados del Señor. Volveos aquel que os ama y os conoce por el nombre. Dios espera mucho de vosotros. Sabed que este es el momento oportuno para convertiros y reconciliaros con Dios. No retrocedáis. Yo soy vuestra madre y vine del cielo para llamaros a ser en todo semejantes a mi hijo Jesús. No quiero forzaros, pero escuchadme. Dios tiene prisa. Lo que tenéis que hacer hoy no lo dejéis para el mañana. Alejaos de la maldad. No juzguéis ni condenéis a nadie. Solamente Dios es el Juez supremo. La Humanidad vive fuertes tensiones y camina hacia un gran abismo. La fuerza de la naturaleza provocará fenómenos nunca vistos. Objetos serán lanzados de la tierra por una fuerza que los hombre no tendrán explicación. De las profundidades de la tierra surgirán fuerzas que dejarán a los hombres preocupados, pero quiero deciros que Dios no abandonará a su pueblo. Rezad. Aún veréis cosas que los ojos humanos jamás vieron.

 

 

Queridos hijos, el camino de la santidad es difícil de ser recorrida, pero vosotros podéis alcanzarla en el amor de Dios. Para ser santos debéis estar en el mundo sin pertenecer al mundo; debéis desear el Paraíso viviendo en la tierra. Sois pertenencia del Señor. Fue precisamente por amor a vosotros que Mi Hijo Jesús se entregó con total donación por vuestra salvación. Solamente en el amor podéis comprender los misterios de Dios. Llenaos del amor del Señor y fácilmente encontraréis la santidad. La pobreza espiritual de la humanidad es fruto de la falta de amor. No os olvidéis: el Amor quiere ser amado. Quiero conduciros a la victoria, pero depende de vosotros aquello que Yo hago. Seguidme, pues deseo haceros hombres y mujeres de fe. Abrid vuestros corazones al Señor. Él cuidará de vosotros. Estad atentos. En el triunfo de mi Inmaculado Corazón mis elegidos experimentarán gran alegría. El Señor proclamará Bien-aventurado todos aquellos que acogen mis llamados y difunden los mensajes que aquí os transmito. En la hora final, el Señor os llevará a la vida eterna y vosotros seréis eternamente felices. Ánimo. Abrazad el cielo. Fortaleceos en el amor del Señor para ser santos. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, alejaos de todo mal y volveos al Señor. No permitáis que el demonio os engañe. Sed del Señor y depositáis en él vuestra confianza y esperanza. No hay victoria sin cruz. Buscad fuerzas en la oración y en la escucha de la Palabra de Dios. La humanidad necesita, ser curada por el Amor Misericordioso del Señor y solamente en la fuerza de la oración podéis encontrar el camino de la salvación.

 

 

Queridos hijos, arrepentíos sinceramente de vuestros pecados y volveos a Aquel que es vuestro único y verdadero salvador. No os alejéis del camino de la verdad. El Señor os espera de brazos abiertos. No retrocedáis. No permitáis que vuestros problemas os alejen de Dios. Doblad vuestras rodillas en oración y Dios os fortalecerá. Un descubrimiento grandioso se dará para el bien de los hombres. Objeto de uno de los milagros hecho por Mi Hijo Jesús. He ahí el misterio. Sabed que el Señor hará todo para vuestro bien. Abrid vuestros corazones a Él y seréis felices.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para llamaros a la conversión sincera. No quedéis alejados de la gracia del Señor. Él os ama y os espera con inmenso amor de Padre. Volveos a Él que ve el oculto y os conoce por el nombre. Camináis para un futuro de grandes pruebas. Buscad fuerzas en la oración. Cuando estáis alejados, os hacéis blanco del demonio. Sed fuertes. Seguidme por el camino del bien y de la santidad. Yo quiero ayudaros, pero depende de vosotros aquello que Yo hago. No desaniméis. Vosotros que estáis escuchándome, alegraos porque será grande vuestra recompensa. En la tribulación final, vosotros seréis protegidos y veréis el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal. La tierra será transformada y los hombres experimentarán gran alegría. Adelante. Sin miedo.

 

 

Queridos hijos, asumid vuestro verdadero papel de cristianos y en todo imitad a Mi Hijo Jesús. No quedéis estancados. Testimoniad con vuestros actos y palabras que sois únicamente de Cristo. Dios espera mucho de vosotros. Abrid vuestros corazones y aceptad Su voluntad sobre vuestras vidas. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para llamaros a la conversión. No retrocedías. La humanidad se contaminó con el pecado y este es el momento de vuestro regreso. Vivid alegremente el Evangelio de Jesús y seréis bendecidos. El Señor transformará la humanidad y la paz reinará para siempre en los corazones de los hombres y mujeres de fe. Días de alegría vendrán para vosotros. El Señor reservó para sus elegidos aquello que los ojos humanos jamás vieron. Del cielo vendrá el auxilio para vosotros. Una gran señal de Dios atraerá los hombres y mujeres alejados. Alegraos, pues vuestros nombres ya están inscritos en el cielo. Adelante.

 

 

Queridos hijos, vosotros no estáis solos. Dios está a vuestro lado, aunque no lo veáis. El cuidará de vosotros. En la Gran Tribulación el Señor enviará a sus Ángeles y vosotros esteréis amparados. No habrá derrota para los fieles. La tierra transformada pertenecerá al pueblo elegido de Dios. El Señor cumplirá sus promesas y veréis las maravillas de Dios en vuestras vidas. No os alejéis de la oración. Rezad siempre. Solamente por la Oración la humanidad encontrará la Paz. Sed mansos y humildes de corazón. Confiad en el Señor y sed misericordiosos con vuestros hermanos.

 

 

Queridos hijos, coraje. Yo estoy a vuestro lado. No perdías vuestra esperanza. Cuando sintáis el peso de la cruz orada a Jesús y el vendrá en vuestro auxilio. Abrid vuestros corazones y sed imitadores de Mi Hijo Jesús. Conozco vuestras necesidades y pediré a Jesús en vuestro favor. Doblad vuestras rodillas en oración. La humanidad se distanció del Creador y mis pobres hijos caminan hacia un gran abismo. He ahí el tiempo de vuestro regreso. No crucéis los brazos. Yo vengo del Cielo para reclamar lo que es de Dios. Sed dóciles. Vosotros sois importantes para la realización de mis planes. Sabed que será grande la recompensa para todos aquellos que están escuchándome. Caminad en la verdad. Acoged el Evangelio y vivid mis llamados. La Iglesia de Jesús andará por caminos difíciles y sufrirá mucho. Cuando todo parezca perdido, el Señor enviará un hombre justo y este contribuirá para el crecimiento espiritual de la Iglesia. Después de todo el bien que hará a la Iglesia, él será asesinado, pero la Iglesia estará firme y los enemigos derrotados. Adelante, sin miedo. Quién está con el Señor jamás será derrotado.

 

 

Queridos hijos, os pido que mantengáis encendida la llama de la fe, pues solamente así podéis caminar por el camino de la santidad. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para bendeciros y ofreceros Mi amor. Sed fieles a Jesús. Abrid vuestros corazones a su llamado para ser salvados. No quedéis estancados. Dios tiene prisa. No retrocedáis. Dad lo mejor de vosotros en la misión que el Señor os confió. Acoged con docilidad mis palabras y seréis capaces de contribuir para el triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. No desaniméis. Llegará el día en que todos los hombres alejados tendrán la gracia del arrepentimiento. El Señor concederá a sus hijos la oportunidad de regresar. Será un gran milagro. Alegraos, pues el Señor no os abandonará. Él os conoce por el nombre. Confiad en Él y seréis felices ya, aquí en la tierra y más tarde Conmigo en el cielo.

Queridos hijos, la humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento, a causa de los fenómenos inexplicables que vendrán de la naturaleza. Doblad vuestras rodillas en oración, para soportar el peso de la cruz. La cordillera de los Andes descenderá y muchas naciones cargarán la cruz pesada. La Tierra pasará por grandes transformaciones, pero al final la victoria será de los hombres y mujeres de fe. Yo soy vuestra Madre y sabéis bien, cuanto os Amo. Os pido que hagáis el bien a todos. Llenaos del Amor de Dios y en todas partes testificad que sois de Mi Hijo Jesús. Coraje. Yo pediré a Jesús por vosotros. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para conduciros a mi Hijo Jesús. Creed en Él, que es vuestro Bien Absoluto y los ama como sois. Os pido que no perdáis vuestra esperanza. Depositad vuestra confianza en el Señor y todo saldrá bien para vosotros. Vosotros sois los escogidos de Dios. No retrocedáis. Permaneced firmes en la oración. Así como las plantas no pueden crecer sin la lluvia, vosotros no podéis crecer en la vida espiritual, sin oración. Sin oración os hacéis vacíos y sin Dios. Quiero conduciros a la victoria y solamente acogiendo mis llamados, podéis alcanzar la santidad. La humanidad vive alejada de Dios y ha llegado el momento de vuestro regreso. Si los hombres no se convierten, no tardará en caer sobre la humanidad un terrible castigo. Ríos de fuego correrán por la Tierra. Las aguas estarán contaminadas y en muchas regiones de la tierra, mis pobres hijos cargarán la cruz pesada.

 

 

Queridos hijos, hijos, pido hoy vuestra consagración a mi Inmaculado Corazón, pues deseo conduciros a mi Hijo Jesús. Vuestra entrega total y consciente contribuirá para el Triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Tiempos difíciles vendrán para vosotros. Rezad. En las grandes tribulaciones, los que se consagran a Mí, estarán protegidos. Mi Corazón será para vosotros refugio seguro. Será el arca de vuestra alianza con Dios y Él os salvará. Alegraos. No desaniméis. Acontezca lo que ha de acontecer no os sintáis solos. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, dejaos guiar por el Señor y seréis conducidos a la santidad. No desaniméis. No retrocedáis. Vosotros no estáis solos. Yo soy vuestra Madre y estoy a vuestro lado. Cuando sintáis el peso de vuestras dificultades, orad a Jesús. Él será vuestro apoyo en los momentos de dolor. No os olvidéis: no hay victoria sin cruz. Sed imitadores de mi Hijo Jesús. Yo vine del cielo para ofreceros Mi amor. Abrid vuestros corazones a mi llamado y vivid con alegría mis mensajes. La humanidad se hizo pobre espiritualmente porque los hombres se alejaron del Creador. Rezad. Rezad. Rezad. Un hecho asombroso se dará en Europa y alcanzará tres países a la vez. Los hombres han de llorar y lamentar. Buscad fuerzas en la oración y en la Eucaristía. Vuestra victoria se aproxima. Sed del Señor.

 

 

Queridos hijos, vosotros sois importantes para la realización de mis planes. Dad lo mejor de vosotros en el misión que el Señor os encomendó y Él os recompensará generosamente. Yo soy vuestra madre y viene del cielo, para llamaros a la conversión. No quedéis de brazos cruzados. Conozco vuestras necesidades y pediré a mi Jesús por vosotros. Ayudaos y testimoniad que sois únicamente de Cristo. Llegará el día que vuestra cruz se tornará muy pesada, pero quiero deciros que estaré a vuestro lado. Mucha aguas sobre poca aguas. Suplicad misericordia al Señor, el Señor os sustentará. Yo camino con vosotros y ningún mal vendrá contra vosotros si escucháis a mis llamados.

 

 

Queridos hijos, volveos al Señor que es vuestro bien absoluto y os conoce por el nombre. No perdáis vuestra esperanza. En el Señor está vuestra fortaleza y solamente con Él seréis victoriosos. Rezad. Los hombres se alejaron de la oración y se hicieron esclavos del demonio. Liberaos verdaderamente y servid al Señor. Cuando llegue el gran día, la humanidad será liberada y mis pobres hijos estarán libres. El demonio será encadenado y la humanidad volverá a tener paz. Será un tiempo de gloria para los justos y todos vivirán para servir únicamente a mi Hijo Jesús. Convertíos. Lo que tenéis hacer hoy no lo dejéis para el mañana.

Queridos hijos, no viváis alejados del Señor. He ahí el tiempo de vuestro regreso, A aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe. Buscad la gracia del Señor por medio de los sacramentos, pues solamente así podéis crecer espiritualmente. Yo vine del cielo para señalaros el camino de la paz y del amor. Abrid vuestros corazones a mis llamados y Yo os conduciré a la santidad. Consagraos todos los días a mi Inmaculado Corazón. En el gran triunfo de mi Inmaculado Corazón el cielo se abrirá y los ángeles del Señor vendrán en auxilio de mis escogidos. Aquellos que permanezcan fieles hasta el fin, han de contemplar aquello que los ojos humanos jamás vieron. Coraje. Doblad vuestras rodillas en oración y sed dóciles al llamado del Señor. Lo que tenéis que hacer hoy no lo dejéis para el mañana.

 

 

Queridos hijos, Soy la Inmaculada Concepción. Vine del cielo para señalaros el camino de la santidad. Abrid vuestros corazones, pues deseo conduciros a la perfección. Alejaos del pecado y volveos al Señor. Vosotros sois importantes para los proyectos de Dios. No retrocedáis. Decid vuestro sí y volveos a los brazos del Padre. Yo soy vuestra Madre y bien sabéis cuánto ama una madre a sus hijos. Sed mansos y humildes de corazón, pues solamente así podéis sentir el Amor de Dios en vuestras vidas. Dios está muy cerca de vosotros. Él hará todo para salvaros. Llegará el día en que los hombres alcanzarán gran gracia. Un gran milagro de Dios transformará los corazones endurecidos. Cada uno verá sus errores y tendrá la gracia del arrepentimiento. Será la gran oportunidad que el Señor dará a Sus hijos alejados. Sabed que jamás seréis abandonados. Doblad vuestras rodillas en oración y seréis capaces de comprender los designios de Dios para vuestras vidas. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, dejad que el Señor tome posesión de vuestras vidas. No quedéis estancados. Dad al Señor lo que Le pertenece. Vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo. Llenaos de valor y testificad que sois verdaderamente del Señor. Rezad. Vuestra victoria está en la fuerza de la oración. Cuando rezáis, sois capaces de comprender los designios de Dios. La humanidad vive alejada del Creador y ha llegado el momento del gran regreso. Buscad Aquel que es amor y os espera de brazos abiertos. Cuando las piedras gigantes se derritiesen surgirán cosas misteriosas. No os alejéis de la verdad. Quedad con el Señor. En Él está vuestra esperanza y salvación. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más

 

 

Queridos hijos, calmad vuestros corazones y depositad toda vuestra confianza en el Señor. Cuando sintáis el peso de vuestras dificultades, orad a Jesús. Él es la certeza de vuestra victoria. En Él está vuestra salvación y fuera de Él, el hombre jamás podrá ser salvado. Arrepentíos de vuestros pecados y volveos A aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida Permaneced firmes en vuestra fe. Buscad fuerzas en la Eucaristía y en las palabras de mi Hijo Jesús. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Dios me envió para indicaros el camino de la santidad. No quedéis estancados. Llenaos del amor del Señor y seréis grandes en la fe. No temáis. En la gran tribulación el Señor vendrá en vuestro socorro. Ningún mal alcanzará a mis escogidos. No habrá derrota para los elegidos del Señor. Un hecho grandioso se dará en esta tierra y los hombres quedarán maravillados. No retrocedáis. No permitáis que nada os aleje del Señor. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, alegraos, pues vuestros nombres ya están inscritos en el cielo. Yo soy vuestra Madre y deseo vuestra conversión. No crucéis los brazos. La humanidad necesita de vuestro sincero y valiente testimonio. Llevad esperanza a los desesperados. Vosotros sois del Señor y Él espera mucho de vosotros. No temáis. Vuestra cruz os llevará a la victoria. Aceptad con alegría las pruebas que el Señor os envía. Yo pediré a Jesús por vosotros. Confiad en Él que es vuestro Bien Absoluto y os conoce por el nombre. Vendrán días difíciles, pero el Señor estará con vosotros. La tierra pasará por grandes transformaciones, pero por fin vendrá a vosotros la gran victoria de Dios con el Triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Sed del Señor, pues solamente así podéis experimentar, en la alegría, el amor de mi Inmaculado Corazón. Sed justos. Solamente los justos contemplarán la transformación del mundo. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, vivid alegremente mis llamados y Yo os conduciré a mi Hijo Jesús. Vosotros sois importantes para la realización de mis planes. No crucéis los brazos. Todo lo que hagáis a Mi favor, el Señor os recompensará generosamente. Dios tiene prisa y ha llegado el momento de vuestro regreso. Rezad mucho delante de la cruz y en todo imitad Mi Hijo Jesús. Yo soy vuestra Madre y sé lo que os espera. La humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento. Subirá fuego de las profundidades de la tierra y muchas regiones serán destruidas. No os alejéis de la oración. Yo estaré siempre con vosotros. Adelante sin miedo.

Queridos hijos, la ciencia avanzará y creará medios de transportes espantosos a los ojos de los hombres. Lo que está visible estará invisible a los ojos humanos. He ahí los tiempos difíciles para la humanidad. Volveos a Jesús. Dejad que Él sea vuestra Luz, pues solamente así no seréis contaminados por las tinieblas del demonio. Doblad vuestras rodillas en oración. Adelante.

 

 

Queridos hijos, no permitáis que el demonio os engañe. Alejaos de la maldad y volveos al Señor para ser salvados. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para indicaros el camino del bien y de la santidad. Os pido que seáis hombres y mujeres de oración. La humanidad se alejó del Creador porque los hombres se alejaron de la oración. Sabed que sois amados por el Señor y Él os espera de brazos abiertos. Un doloroso acontecimiento se dará en la tierra de la reina (Inglaterra) y se repetirá en la capital de Brasil. Sufro por aquello que os espera. No retrocedáis. Acoged mis llamados y testificad que sois únicamente de Cristo.

Queridos hijos, Yo soy vuestra madre dolorosa y sufro a causa de vuestros sufrimientos. Doblad vuestras rodillas en oración suplicando la Misericordia del Señor para la humanidad. Mis pobres hijos cargaran la cruz pesada. La costa terrestre se partirá en muchas regiones de la tierra. La energía venida de su interior causará sufrimiento a muchos de mis pobres hijos. Escuchad lo que os digo. La humanidad está a las vísperas de los más terribles flagelos y castigos. Lo que os anuncié va a realizarse. Sed fuertes y firmes en la fe. Sed del Señor y seréis victoriosos.

 

 

2010

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para traeros la paz. Abrid vuestros corazones al amor del Señor y dejad que Él os transforme. No quedéis de brazos cruzados. Permaneced firmes en la oración. La oración os fortalecerá y os conducirá a la victoria de Dios. Camináis hacia un futuro de grandes pruebas. La muerte de un gran líder causará gran confusión. La caída de un profeta será necesaria para el bien de muchas almas. Los misterios de Dios vosotros no lo podéis comprender. Doblad vuestras rodillas en oración. Buscad fuerzas en la Eucaristía y en las palabras de mi Hijo Jesús. La Iglesia encontrará un gran obstáculo en la revuelta de una famosa congregación. Permaneced firmes en la verdad. No permitáis que nada os aleje de la verdad. Escuchadme y Yo os llevaré por el camino seguro. Coraje. Quién camina con el Señor jamás será derrotado. Caerá Sangre de las alturas y correrá fuego sobre las aguas. He ahí los tiempos que os anuncié en el pasado. Adelante en la verdad.

 

 

Queridos hijos, abrid vuestros corazones al Señor y dejad que Su Luz ilumine vuestras vidas, pues solamente así podéis descubrir vuestra verdadera vocación. Dios necesita de vuestro sincero y valiente testimonio. Dad lo mejor de vosotros en la misión que os fue confiada. No quiero forzaros a nada, pero escuchadme. Yo quiero llevaros A aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida. Vosotros sois del Señor y nada podrá contra vosotros sí vivís encaminaos para las cosas del cielo. Yo soy vuestra Madre y deseo vuestra conversión. La humanidad camina en una triste ceguera espiritual y mis pobres hijos no saben hacia donde caminar. Mostrad a todos, con vuestros ejemplos y palabras, el camino del bien y de la santidad. Rezad mucho delante de la cruz. Aún veréis horrores sobre la tierra. Un doloroso acontecimiento sacudirá Italia. Los hombres han de llorar y lamentar. No retrocedáis. Adelante con coraje.

 

 

Queridos hijos, depositad vuestra confianza en el Señor. Entregad a Él vuestra existencia y no permitáis que vuestra fe sea sacudida. Sed hombres y mujeres de oración. Cuando estáis alejados de la oración, os hacéis débiles espiritualmente. Yo soy vuestra Madre y conozco a cada uno de vosotros por el nombre. Sed dóciles a mi llamado, pues deseo conduciros a mi Hijo Jesús. Vivís el tiempo de las grande tribulaciones. Buscad fuerzas en Jesús.

 

 

Queridos hijos, Yo os amo como sois. Vine del cielo para bendeciros y deciros que este es el tiempo oportuno para vuestra conversión. No quedéis de brazos cruzados. El Señor os llama y os espera. Conozco vuestras dificultades y pediré a mi Hijo Jesús por vosotros. No desaniméis. Confiad en el Señor. Creed firmemente en Su Bondad y seréis ricos en la fe. No viváis alejados de la gracia de Dios. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Rezad Así como las plantas necesitan de la lluvia para crecer, vosotros necesitáis de la oración para crecer en la vida espiritual. No os atemoricéis. En la gran y final tribulación, aquellos que se consagran a Mí serán protegidos. Sufro a causa de mis pobres hijos alejados. La tierra será sacudida y en muchos lugares las montañas descenderán. Aquellos que fueron fieles hasta el fin no experimentarán la derrota. Sed del Señor. Yo soy vuestra Madre y estoy siempre a vuestro lado. Coraje.

 

 

Queridos hijos, coraje. Seguidme por el camino de la santidad. Sabed que la vía hacia la santidad está llena de obstáculo, pero el Señor estará a vuestro lado. Decid vuestro SÍ al llamado del Señor y seréis felices. Yo vine del cielo para llamaros a ser en todo semejantes a mi Hijo Jesús. No viváis alejados de la verdad. Sed fieles. Doblad vuestras rodillas en oración y todo terminará bien para vosotros. Confiad plenamente en Mi Hijo Jesús. Él os espera de brazos abiertos. La humanidad se alejó del Creador y mis pobres hijos caminan como ciegos guiando a otros ciegos. Las tinieblas cubren toda la tierra y los hombres no saben hacia dónde ir. Yo viene del cielo para señalaros el camino. No retrocedáis. Un acontecimiento doloroso sacudirá la fe de muchos hombres. La iglesia llorará y se lamentará. Rezad mucho delante de la cruz. Suplicad la Misericordia de Dios para vosotros. Yo estaré siempre a vuestro lado. Adelante, sin miedo.

 

 

Queridos hijos, doblad vuestras rodillas en oración y no permitáis que la llama de la fe se borre dentro de vosotros. Sois del Señor y solamente a Él debéis servir. Amad la verdad. No permitáis que las cosas del mundo os alejen de Dios. Yo soy vuestra Madre y os amo. Sed dóciles a mi llamado. Yo necesito de vuestro sincero y valiente testimonio. Una revuelta causará destrucción y muerte en varios países de Europa. Rezad mucho y no os alejéis del camino que os indiqué. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, no os alejéis de la oración. Cuando os pido rezar, debéis entender que solamente por medio de la oración la humanidad encontrará la paz. Sufro a causa de mis pobres hijos alejados de Dios. Yo soy vuestra Madre y soy incansable. No retrocedáis. Abrid vuestros corazones a mis llamados. Estad atentos a lo que os digo y encontraréis respuesta a vuestras dudas. La humanidad va por el camino de la autodestrucción que los hombres prepararon por sus propias manos.

 

 

Queridos hijos, abrid vuestros corazones al Dios de la salvación y de la paz. Sed solamente del Señor y dejad que Él os transforme. No viváis alejados del camino que os señalé al largo de estos años. Doblad vuestras rodillas en oración. No quiero forzaros, pero lo que digo debe ser tomado en serio. Yo soy vuestra Madre y sufro a causa de vuestros sufrimientos. He ahí los tiempos difíciles para la humanidad. Un gran sufrimiento vendrá para los habitantes de Chile. Semejante sufrimiento vendrá también para los habitantes de Lisboa. Rezad. Rezad, rezad.  

 

 

Queridos hijos, confiad en el Señor. Él es vuestro Bien Absoluto y os conoce por el nombre. Vivís el tiempo de las grandes tribulaciones. La humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento, pero Dios no os abandonará. Él enjugará vuestras lágrimas y la tierra será transformada en un paraíso nuevo. El Creador restaurará la tierra y veréis aquello que los ojos humanos jamás vieron. Aún en las tribulaciones, alegraos, pues Dios está muy cerca de vosotros. Lo que tenéis a hacer hoy, no lo dejéis para el mañana.

 

 

Queridos hijos, no os preocupéis. Dios está al tanto de todo. Confiad plenamente en Su Misericordia y seréis victoriosos. Yo soy vuestra Madre y vengo del cielo para llamaros a la conversión. No desaniméis. Permaneced firmes en el camino que os señalé al largo de estos años. Sed mansos y humildes de corazón. Abrid vuestros corazones y acoged mis llamados. No quedéis en silencio. Llevad mis llamados al mundo. Será Grande la recompensa para aquellos que divulgan mis mensajes. Dios tiene prisa. Volveos ahora, pues vuestro tiempo es corto. La humanidad camina hacia el abismo de la autodestrucción que los hombres prepararon con sus propias manos.

 

 

Queridos hijos, no permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Sois del Señor y Él os ama. Os pido que viváis el Evangelio de mi Hijo Jesús, pues solamente así podéis crecer en la vida espiritual. No os alejéis de la verdad. Abrid vuestros corazones a la gracia del Señor y dejad que Su gracia os transforme. Camináis para un futuro de grandes pruebas. Solamente amando la verdad podéis soportar el peso de las pruebas que han de venir. Aquellos que permanezcan fieles serán proclamados benditos por Mi Hijo Jesús. He ahí el tiempo de las grandes batallas espirituales. Si permanecierais en el camino que os señalé ningún mal os alcanzará. La humanidad vivirá la angustia de un condenado. Europa estará pobre y en todo lugar habrá gran desesperación. Sufro por aquello que os espera. Volveos ahora.

 

 

Queridos hijos, la paz del mundo está amenazada. Doblad vuestras rodillas en oración, pues así alcanzaréis la paz. La humanidad camina para un gran abismo y ha llegado el momento de vuestro regreso al Señor. El Oriente Medio temblará con el gran holocausto atómico. Los momentos de dolor para la humanidad se avecinan. Yo vine del cielo para llamaros a la conversión. Abrid vuestros corazones y aceptad la voluntad de Dios para vuestras vidas. No retrocedáis. Adelante por el camino que os señalé.

 

 

Queridos hijos, volveos A aquel que ve en lo escondido y os conoce por el nombre. No quedéis estancados. Dios tiene prisa. Lo que tenéis que hacer hoy no lo dejéis para el mañana. Conozco vuestras necesidades y pediré Jesús por vosotros. Animo. Pase lo que pase, no os alejéis del camino que os señalé. La humanidad se alejó de Dios y mis pobres hijos caminan como ciegos guiando a otros ciegos. Soy vuestra Madre dolorosa y sufro a causa de mis pobres hijos alejados. Abrid vuestros corazones al Señor y seréis ricos en la fe. Sabed todos vosotros que este es el tiempo oportuno para vuestro regreso. Decid vuestro si al llamado del Señor. Un acontecimiento doloroso se dará en la casa de Dios y los hombres han de llorar y lamentar. Los enemigos abrirán las puertas y los hombres de barba grande actuaran con gran furia. Doblad vuestras rodillas en oración. He ahí el tiempo de los dolores.

 

 

Queridos hijos, no os alejéis de la oración. Buscad fuerzas en Aquel que es vuestro único y verdadero Salvador. La humanidad se hizo infiel al Creador y ahora vive alejada de la verdad. La humanidad camina como ciegos guiando a otros ciegos y encontrará la destrucción que los hombres prepararon por sus propias manos. Animaos y testificad que sois del Señor. La muerte pasará por Asia y mis pobres hijos han de llorar y lamentar . Las aguas se levantarán y la humanidad vivirá momentos de dolor . California enfrentará la cruz pesada . La tierra se levantará y montañas descenderán . Sufro por aquello que viene para mis pobres hijos. Rezad. Rezad. Rezad.

 

 

Queridos hijos, Yo os amo como sois. Os pido que mantengáis encendida la llama de la fe, pues solamente así podéis contribuir para el triunfo definitivo de mi inmaculado Corazón. Dios me envió para llamaros a la conversión. No viváis en pecado. Abrid vuestros corazones al Señor y Él transformará vuestras vidas. Vivís el tiempo de las grandes confusiones espirituales. No os alejéis de la oración. Cuando estáis alejados, os hacéis el blanco del demonio. Alejaos de todo mal y volveos A aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida. Camináis hacia un futuro de grandes pruebas. Seguidme por el camino del bien y de la santidad. Creed en Jesús. Solamente en Él está la salvación y fuera de Él jamás el hombre podrá estar a salvo. Llegará el día en que un hombre con apariencia de bueno y justo surgirá. Engañará a muchos, pues realizará grandes prodigios. Vendrá del hemisferio sur y muchos lo tendrán como un salvador. Estad atentos para no ser engañados. Escuchad mis llamados. Amad y defended la verdad. Quién está con el Señor jamás será derrotado. Coraje. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

 

 

 Queridos hijos Yo soy vuestra Madre. Quiero deciros que sois muy importantes para la realización de mis planes y que Dios espera mucho de vosotros. No viváis alejados del Señor. BUSCADLO siempre, pues Él os ama y os espera de brazos abiertos. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Rezad. Solamente rezando podéis aceptar la voluntad de Dios. El demonio desea alejaros del camino de la gracia, pero vosotros podéis vencerlo. Caminad al encuentro de Jesús. Escuchad sus palabras y recibidlo en la Eucaristía. Sufro a causa de mis pobres hijos alejados de Dios. Sed fieles. No os alejéis de la verdad. Quién está con el Señor jamás será derrotado. No desaniméis ante vuestras dificultades. Yo pediré a Jesús por vosotros. Sabed que un gran milagro de Dios sucederá en favor de mis devotos. En la gran tribulación, mis escogidos no experimentarán el sufrimiento. Serán los elegidos de Dios y heredarán el nuevo mundo. No habrá dolor. La muerte no existirá más y todos vivirán felices. Será este el tiempo del triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Coraje. Yo estaré a vuestro lado.

 

 

Queridos hijos, estad atentos. La humanidad camina hacia el abismo de la destrucción que los hombres hicieron con sus propias manos. Doblad vuestras rodillas en oración y Dios os salvará. Yo soy vuestra Madre y sé lo que os espera. Llevad a todos mis llamados. No quedéis en silencio. Dios necesita de vuestro testimonio. Aquellos que hagan conocidos mis mensajes no experimentarán la muerte eterna. Confiad plenamente en la Bondad del Señor y seguidme por el camino que os señalé. Un hecho asombroso se dará en la vieja montaña. He ahí que la humanidad camina para una gran transformación y los hombres no tendrán explicación. Llegaron los tiempos en que Yo os anuncié en el pasado.

 

 

Queridos hijos, confiad en el Señor. Él secará vuestras lágrimas y veréis la transformación de la tierra. Alegraos, pues vuestros nombres ya están inscritos en el cielo. El calvario de la humanidad comenzará un viernes, pero la victoria de Dios vendrá enseguida y vosotros seréis conducidos al gran día de la victoria. Aquello que el Señor reservó para sus elegidos, que los ojos humanos jamás vieron. Coraje. No os alejéis de la oración. ES necesario que todo eso suceda (los acontecimientos actuales), pero por fin vendrá el triunfo definitivo de mi Inmaculado Corazón. Animaos y dad a conocer a todos a mis llamados. Yo necesito mucho de vosotros. Permaneced firmes en el camino que os señalé. Confiad plenamente en Mi maternal protección. Yo no os dejaré solos. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, el águila no volará tranquila. Su nido se estremecerá y habrá gran pavor. Doblad vuestras rodillas en oración. La humanidad vive fuertes tensiones y ha llegado el momento de vuestro regreso al Señor. Abrid vuestros corazones al Señor. Él os ama y os espera de brazos abiertos. Dios me envió hasta vosotros para llamaros a la conversión y para pediros que seáis en todo semejante a mi Hijo Jesús. No desaniméis. No reculéis. Confiad en el poder de Dios y seréis victoriosos. Yo conozco vuestras necesidades y pediré a Jesús por vosotros. Acoged y testificad mis llamados. Yo necesito de vosotros. No permitáis que nada os aleje del camino que os indiqué. En este momento hago caer sobre vosotros una extraordinaria lluvia de gracias. Adelante sin miedo.

Queridos hijos, la tierra de Santa Cruz vivirá momentos difíciles. Sufro por aquello que os espera. No os alejéis de la oración. Volveos a mi Hijo Jesús por medio de los sacramentos. Este es el tiempo oportuno para vuestra conversión, no retrocedáis, pero buscad fuerza en la Eucaristía y en las Palabras de Jesús. Estad atentos. Escuchad lo que os digo. Llegará el día en que el león furioso se acostará a los pies del dragón. La unión de las fieras traerá gran sufrimiento para mis pobres hijos. Rezad. Rezad. Rezad. Decid a todos que Dios tiene prisa y ya no haya más tiempo que perder. Adelante por el camino que os señalé.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y bien sabéis lo mucho que una Madre ama sus hijos. Sed dóciles a mi llamado y Yo os conduciré A aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida. Os pido que seáis mansos y humildes de corazón. Yo necesito de vuestro sincero y valiente testimonio. Abrid vuestros corazones al Amor de Dios. La humanidad vive alejada del Creador y camina hacia un gran abismo. Decid a todos que el tiempo es corto. Doblad vuestras rodillas en oración y veréis la paz reinar sobre la tierra. Sufro por aquello que os espera. Un hecho asombroso sucederá en España y se esparcirá por varios Países de Europa. Francia beberá el cáliz amargo del dolor. Aquello que os anuncié en el pasado va a realizarse. Estad atentos. Volveos al Señor.

 

 

Queridos hijos, sabed que vuestra victoria está en el Señor. BUSCADLO siempre para ser grandes en la fe. No viváis alejados del Señor. Yo vine del cielo para ofreceros la gracia de la conversión. Sed dóciles, pues solamente así seréis transformados. La humanidad se distanció de la verdad y mis pobres hijos caminan ciegos espiritualmente. El demonio consiguió en engañar mis pobres hijos y ellos no aceptan más las Leyes Divinas. Cada día crece el número de aquellos que ya no creen y la humanidad camina hacia el abismo de la autodestrucción. Doblad vuestras rodillas en oración. Vuestra nación (Brasil) beberá el cáliz amargo del dolor. Una gran revuelta se esparcirá por Brasil y la muerte estará presente en muchas plazas y calles. Sufro por aquello que viene para vosotros. Yo soy vuestra Madre. Escuchad lo que os digo. No vine del cielo por jugar. Todo aquello que aquí os anuncié va a realizarse. Estad atentos.

 

 

Queridos hijos, rezad. La fuerza de la oración os conducirá a una verdadera sincera y conversión. La humanidad necesita acoger el amor del Señor. Abrid vuestros corazones y no permitáis que el demonio os contamine. Sois del Señor. A los ojos de Dios tenéis un gran valor. Escuchad mis llamados. Rezad mucho por la Iglesia de Jesús. La iglesia beberá el cáliz amargo del sufrimiento. Las tinieblas de la falta de fe y de la infidelidad se esparcirán cada vez más dentro de la Iglesia. Un gran escándalo sacudirá la fe de los hombres y la Iglesia perderá mucho. Os pido que mantengáis encendida la llama de vuestra fe. No os alejéis de la verdad. Acoged con alegría el Evangelio y seréis salvos.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre dolorosa. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Os pido que seáis siempre del Señor. No os dejéis contaminar. Doblad vuestras rodillas en oración. Solamente rezando podéis encontrar fuerzas para vuestro caminar. La humanidad vive alejada y ha llegado el momento de vuestro regreso. Abrid vuestros corazones al amor del señor. Cuando sintáis el peso de vuestras dificultades, orad a Jesús. El es vuestro gran amigo. Acercaos al sacramento de la confesión y de la Eucaristía. He ahí el tiempo oportuno para vuestra conversión. Llegaron los tiempos que Yo os anuncié en el pasado. Sed fuertes. La muerte pasará por España. Costa Rica vivirá momentos de angustia. Un gigante adormecido llevará sufrimiento y muerte a África. Volveos al Señor. Lo que tenéis a hacer hoy no lo dejéis para el mañana.

 

 

Queridos hijos, Yo soy vuestra madre y os amo. Sois el pueblo elegido del Señor y el os ama. Volveos a aquél que ve en lo oculto y os conoce por el nombre. Conozco vuestras dificultades y pediré a mi hijo Jesús por vosotros. Vivís en el tiempo de las grandes tribulaciones espirituales. Confiad plenamente en el poder de Dios y llegareis a la victoria. Un hecho asombroso se dará en Uruguay y se repetirá en Espíritu Santo. La muerte pasará por tres estados de Brasil y será grande la destrucción. Dolor mayor no existió. No os quedéis alejados de la oración. Yo necesito de vosotros. Sabed que todo aquello que hicierais en favor de mis planes el Señor os recompensará generosamente. No desaniméis. Es necesario que todo eso acontezca, pero al final la victoria será del Señor y de sus escogidos. Adelante sin miedo.

 

 

Queridos hijos, no hay victoria sin cruz. No desaniméis ante vuestras dificultades. Depositad vuestra confianza en el Señor. En Él está vuestra esperanza y sin Él nada sois y nada podéis hacer. Os pido que viváis con alegría mis llamados. No vine del cielo para obligaros, pero escuchadme. Vivís en el tiempo peor que en el tiempo del diluvio. La humanidad se contaminó con el pecado y necesita ser curada. Yo vine del cielo para llamaros a la conversión. No retrocedáis. Dad lo mejor de vosotros en la misión que el Señor os confió. Dios tiene prisa y vosotros no podéis cruzar los brazos. Apresuraos, pues este es el tiempo oportuno para vuestro regreso. Camináis hacia una dolorosa tribulación. Aún veréis horrores sobre la tierra. Naciones enteras desaparecerán y la humanidad beberá el cáliz amargo del dolor. Sufro por aquello que os espera. No os alejéis del camino que os señalé. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. No seáis infieles a vuestro Dios. Él os ama y os espera de brazos abiertos. Yo pediré a mi Jesús por cada uno de vosotros. Tiende confianza, fe y esperanza.

 

 

Queridos hijos, Yo vine del cielo para bendeciros y deciros que sois importantes para la realización de mis planes. Os pido que mantengáis encendida la llama de vuestra fe. La humanidad vive en las tinieblas del pecado y mis pobres hijos caminan ciegos espiritualmente. No viváis alejados del camino que os señalé. Llenaos del amor de Dios. El amor sobrenatural es la mayor defensa contra todo y cualquier mal. Amad el Amor. Abrid vuestros corazones y dejad que la gracia de mi Hijo Jesús os transforme. Soy vuestra Madre dolorosa y sufro por aquello que os espera. La muerte pasará por Teixeira de Freitas (es un municipio brasileño del estado de Bahía.) y mis pobres hijos han de llorar y lamentar. Escuchad lo que os digo. Vuestro tiempo es corto y este es el tiempo de gracia. No retrocedáis. Dios os llama y os espera.

 

 

Queridos hijos, adelante por el camino de la oración. Estad atentos a mis llamados y abrid vuestros corazones al llamado del Señor. Dios tiene prisa y vosotros no podéis vivir alejados de la verdad. Sed mansos y humildes de corazón. Buscad la vía de la santidad para ser salvos. Vivís el tiempo de las grandes tribulaciones, pero Dios no está lejos de vosotros. Vivís el tiempo en que la criatura es más valorada que el Creador y la humanidad camina ciega espiritualmente. Arrepentíos sinceramente y Dios os salvará. Yo soy vuestra Madre. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Depositad vuestra confianza en Mi Hijo Jesús. Después de toda tribulación, vendrá la transformación de la tierra. Dios hará un gran milagro y veréis aquello que los ojos humanos jamás vieron. Será un tiempo de alegría para los elegidos de Dios. Adelante sin miedo. Los habitantes de una gran ciudad de la Tierra de Santa Cruz vivirán momentos de grandes tribulaciones. Los hombres sabios anunciarán y toda población huirá. El descubrimiento de la gran laguna llamará la atención del mundo. Volveos al Señor. Él está de brazos abiertos a vuestra espera.

 

 

Queridos hijos, Yo os amo como sois y vine del cielo para ofreceros la gracia de la conversión sincera. Abrid vuestros corazones a mi llamado. Yo quiero conduciros a la cima alta de la santidad. No retrocedáis. No desaniméis. Acoged con fidelidad el evangelio de Jesús. La humanidad se alejó de Dios y los hombres se convirtieron esclavos del pecado. Liberaos verdaderamente y volveos A aquel que es vuestro único y verdadero Salvador. Buscad fuerzas en la oración. Solamente por medio de la oración seréis capaces de soportar el peso de las pruebas que ya están a camino. He ahí el tiempo de la gracia para cada uno de vosotros. No viváis alejados del Señor. Él os llama y os espera. Los habitantes de la tierra de la reina vivirán momentos de grandes tribulaciones. Será en un viernes y los hombres han de llorar y lamentar. Rezad. Rezad. Rezad.

 

 

Queridos hijos, camináis para un futuro de grandes pruebas. Sufro por aquello que viene para vosotros. De las profundidades de la tierra vendrán inmensos ríos de fuego. Muchas regiones serán completamente devastadas y la destrucción atravesará muchos países. Doblad vuestras rodillas en oración. Solamente en la oración encontraréis fuerzas para testificar lo que vendrá. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para consolaros y deciros que sois el pueblo elegido del Señor. Volveos, pues el Señor aún os espera. Huid de la maldad y dejad que la gracia del Señor os transforme. Adelante por el camino que vuela indiqué.

 

 

 

 

 

 

 

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