Dios Padre
SI NO SE HAN DADO LOS CIELOS NUEVOS
Y LAS TIERRAS NUEVAS ES POR VUESTRA
CULPA
Título original: Dudáis al ser tímidos y eso Me ofende.
Rosario vespertino
Temas:
Tratad de que vuestra fidelidad hacia Mí se vaya perfeccionando, que os olvidéis
más del mundo y que entréis a la realidad Divina a la cual pertenecéis cada uno
de vosotros.
Seguid adelante, Mis pequeños, luchad cuando tengáis que luchar, pero nunca os
desaniméis de estar sirviéndome a Mí, vuestro Dios, porque todo os lo pagaré con
creces, Mis pequeños.
Entre vosotros, si estáis realmente Conmigo y cumpliendo con vuestra misión, no
debe haber timidez.
Si no se han dado los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, es primeramente por
vuestra culpa, porque le habéis abierto vuestro corazón a Satanás y no estáis
luchando contra la maldad que lleváis cada uno de vosotros.
Soy vuestro Maestro, os llevo a conocer la realidad, vosotros escogéis qué es lo
que queréis para vuestra vida y para vuestro futuro, para la Tierra entera y
para el Universo, vosotros decidís.
Mensaje de Dios Padre a J. V. (1 de Mayo de 2013)
Primer Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Tratad de que vuestra fidelidad hacia Mí se vaya perfeccionando, que
os olvidéis más del mundo y que entréis a la realidad Divina a la cual
pertenecéis cada uno de vosotros.
Hijitos Míos, os quiero hablar
sobre la fidelidad.
La fidelidad que va de Mí hacia vosotros, pero principalmente la que debe venir
de vosotros hacia Mí.
Mis pequeños, Yo Soy vuestro Padre y vuestro Dios, simplemente, por ese hecho,
porque os he creado con Amor, porque os amo, mantengo la fidelidad de Mi Amor
hacia vosotros y os trato de cuidar en todo momento, para que no caigáis en el
mal y que os mantengáis siempre buscando lo Mío y, sobre todo,
aconsejándoos para que
podáis mantener vuestra alma pura y santa,
para que podáis regresar fácilmente al Reino de los Cielos.
Yo siempre os cuido, Yo os he dado a cada uno de vosotros
una misión muy
específica, que,
solamente, cada uno de vosotros la puede desarrollar y que, gracias a ella,
cuando regreséis al Reino de los Cielos, podréis estar en mejores puestos, cerca
de Mi Corazón, dependiendo de cómo llevasteis a cabo vuestra tarea, con la
misión que Yo os encomendé.
Yo Soy fiel a Mis Palabras, a Mis Promesas, a Mi Amor hacia vosotros, Mis
pequeños, Yo no os fallo, Yo no cambio de carácter como vosotros. Sí en Mi
Promesa os he dicho que os voy a proteger, que os voy a criar, que os voy a
llevar por los mejores caminos para que Satanás, a pesar de que os ataque,
vosotros sigáis caminando y, aunque tropezando, Yo os levante y que vuestros
golpes no sean tan fuertes como para que vosotros dejéis vuestra misión a un
lado; os consiento, muchas veces, a pesar de vuestros pecados,
porque vosotros no os
dais cuenta, en vuestra pequeñez, lo que vuestra misión vale, para vuestro bien
y para el de vuestros hermanos.
Mi fidelidad no cambia, es constante, no es un día pequeña y otro día más
grande, simplemente, doy Mi Amor y Me doy en totalidad por vosotros. En donde
falláis, Mis pequeños,
es realmente cuando
vosotros habláis de fidelidad hacia Mí. ¡Cuánto falláis, Mis pequeños!
No quisiera decir esta palabra, pero en la gran mayoría de vosotros, ¡cuánta
mediocridad hay en vuestra manera de ser hacia Mí y en vuestra forma de llevar
vuestra misión!
No os adentráis lo suficiente como para tratar de conocerme, amarme más, como Yo
os amo y, de esta forma,
llevar vuestra misión
en una forma seria y perfecta. Pocas veces os acordáis de Mí y mucho menos os
acordáis de la misión que lleváis cada uno de vosotros y que debéis cumplir para
agradarme y agradar a vuestros hermanos en su salvación eterna.
Cuántas veces, en lugar de ser buen ejemplo hacia lo demás, sois todo lo
contrario y, en lugar de darme almas, para que se vayan mejorando, hacéis, con
vuestro mal ejemplo, que ellas se vayan apartando todavía más de Mí.
Cuántas veces no cerráis vuestro corazón
y no os queréis acordar
de vuestras obligaciones espirituales
y así vais pasando vuestra vida, desperdiciando el tiempo tan valioso, que es
vuestra vida y los méritos que podéis hacer. Cuando os deis cuenta, Mis
pequeños, de esta realidad, ya va a ser demasiado tarde para que podáis reparar
el daño causado a Mi Corazón. Pero también, será un momento muy fuerte para
vosotros y, que si realmente arrepentidos estáis, lloraréis vuestro error y esto
se dará, solamente si hay humildad de parte vuestra, porque os habéis vuelto muy
soberbios. Veis
solamente por vosotros, hacéis que todos os sirvan en vuestra vida y vosotros
poco servís a vuestros hermanos.
Mis pequeños, tratad de que vuestra fidelidad hacia Mí se vaya perfeccionando,
que os olvidéis más del mundo y que entréis a la realidad Divina a la cual
pertenecéis cada uno de vosotros.
El mal, continuamente
está acechándoos
y por eso os cuido, Mis pequeños, para que no os desviéis del camino que va a
hacer que vosotros desperdiciéis vuestro tiempo de vida.
No lo olvidéis, Mis pequeños,
es la única oportunidad
que tendréis en vuestra existencia, en tener un tiempo humano
para servirme, sirviendo a vuestros hermanos y también, es la única oportunidad
que tendréis para crecer más espiritualmente y obtengáis un lugar alto, muy
cerca de Mi Corazón, cuando regreséis al Reino de los Cielos para ser juzgados y
para vivir eternamente Conmigo.
Orad mucho, Mis pequeños, no dejéis la oración a un lado, la oración os llevará
a la fidelidad y la fidelidad os dará un premio inmenso eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Seguid adelante, Mis pequeños, luchad cuando tengáis que luchar, pero
nunca os desaniméis de estar sirviéndome a Mí, vuestro Dios, porque todo os lo
pagaré con creces, Mis pequeños.
Hijitos Míos, el hombre presume con su ciencia, el hombre presume con su
tecnología, con los grandes inventos que os van dando a todos vosotros
comodidad. El hombre presume de tantas y tantas cosas.
¿Por qué no presumís,
Mis pequeños, de que Yo vivo en vuestro corazón?
Presumís de todas esas cosas que son difíciles ya que solamente unos pocos
pueden inventarlas para el goce de todos los demás.
Yo os pido cosas sencillas,
Yo os pido pureza,
santidad, amor fraterno,
pero ¡cuánto os cuesta esto! Son cosas sencillas, que si vosotros pusierais de
vuestra parte, iríais moviendo corazones para que todos obrarais ya de acuerdo a
Mi Voluntad, pero se os hace más difícil que inventar cosas imposibles para las
capacidades de la gran mayoría de vosotros.
Si realmente vosotros fuerais humildes y pusierais de vuestra parte, para ir,
primeramente,
quitando de vosotros todo aquello que Me ofende,
que no Me permite, prácticamente, voltear hacia vosotros, porque vuestros
pecados, muchas veces, son nauseabundos, si vosotros lucharais para ser mejores
y dar así buen ejemplo a vuestros hermanos y con ello, ir cambiando esta
humanidad de la maldad en la que vivís, a un estado de santidad, os llevaría a
una gran alegría, pero no lo hacéis.
Lo que Yo os pido es sencillo, Mis pequeños, por eso envié a Mi Hijo, para que
Lo vierais a Él cómo se comportaba y,
de esta forma, acomodado
su comportamiento a estos tiempos, fuerais ejemplo vivo, ya que Mi Hijo vive en
vosotros. No os
imagináis lo que lograríais. Tanto, tanto que hay que hacer, Mis pequeños y,
vosotros, no ponéis de vuestra parte. Sois muy comodinos, solamente queréis que
se os consienta y no queréis luchar, primeramente, contra vosotros mismos, para
que luego, con vuestro ejemplo, con el cambio que hagáis en vuestro ser, sea
agradable a vuestros hermanos y, además, les interese y les guste luchar por
tener también ellos un cambio favorable en su vida.
Mis pequeños, cuando vosotros lucháis contra vuestra maldad, dentro de vuestro
corazón, Yo ya estoy junto a vosotros, es más, estoy dentro de vosotros.
Escucho vuestros
pensamientos,
nada se escapa a Mi atención y a Mis capacidades, como Padre y Dios que Soy para
todos vosotros.
Si vosotros Me buscáis, Me dejo encontrar,
pero, insisto, sois muy comodinos, queréis tener todos Mis favores y, vosotros,
con trabajo movéis un dedo.
Recordad que el bien y el esfuerzo de la lucha siempre os van a dar regalos, los
conozco Yo perfectamente, Mis pequeños, y premio al que se esfuerza.
No dudéis de
hacer lo que vuestro corazón os pida que hagáis. Buscad el bien y el bien se
derramará sobre vosotros, es una Ley Divina, Mis pequeños, porque Yo cuido a
todos aquellos que cuidan de lo Mío.
Ciertamente seréis atacados por Satanás, pero Yo estaré siempre con vosotros y
no dejaré que él os destruya.
Seguid adelante, Mis
pequeños, luchad cuando tengáis que luchar, pero nunca os desaniméis de estar
sirviéndome a Mí, vuestro Dios,
porque todo os lo pagaré con creces, Mis pequeños. Gracias por vuestro amor.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Entre vosotros, si estáis realmente Conmigo y cumpliendo con vuestra
misión, no debe haber timidez (vacilación).
Hijitos Míos, entre vosotros, si estáis realmente Conmigo y cumpliendo con
vuestra misión, no debe haber timidez.
Cuando hay timidez, Me ofendéis, Mis pequeños, porque no estáis confiando plenamente en Mí, vuestro Dios. Porque sabiendo quien Soy y conociendo Mi Omnipotencia y con esto, haciéndoos saber que Yo puedo hacer cualquier cosa que vosotros ni siquiera os imagináis. Dudáis al ser tímidos y eso Me ofende, porque no Me estáis manteniendo en Mi puesto Divino, Me rebajáis a un nivel, quizás humano y por eso perdéis vuestras confianza y ya no Me buscáis, porque ya no veis en Mí, Mi Poderío Divino. Yo he creado todo, Yo conozco todo, no hay nada que se escape a Mí, Mis pequeños, por eso, al no conocerme perfectamente, vosotros dudáis y esto no está bien Mis pequeños.
Vosotros debierais, primeramente, estar agradecidos de que Yo, vuestro Dios, en
Mi Omnipotencia Divina, en Mi Poderío, que vosotros ni siquiera imagináis, Me
haya fijado en vuestra pequeñez, os haya dado el don de la vida y el hecho de
que os dé Mi tiempo entero, entendedlo, “Mi tiempo entero”, para cuidaros,
guiaros, perfeccionaros, esto debiera ser para vosotros un gran honor y lo
debéis sentir así, que el Dios, Creador del Universo, Inmenso, Infinito, se esté
fijando en cada uno de vosotros, en vuestra pequeñez, en vuestra nada.
No sois nada, Mis
pequeños y aún así, os busco y os protejo.
Vuestra pequeñez os debiera llevar a una
donación total hacia Mi
Voluntad, pero Yo
os pido y vosotros ponéis en duda, en tela de juicio lo que Yo os estoy pidiendo
porque, en vuestra timidez,
dudáis de que sea Yo el
que os esté hablando y os esté pidiendo lo que Yo deseo.
Revestíos de la humildad que Yo quiero Me pidáis, para que se os quite esa
timidez y podáis tener las capacidades del pequeño, del niño confiado, del niño
que habla con el Padre Infinito y no se atemoriza y, así, podáis tener todas Mis
Gracias, Bendiciones,
porque Yo Me derramo
sobre todos aquellos que son confiados y sencillos y que quieren agradarme. No
seáis tímidos, porque esto Me ofende, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Si no se han dado los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, es
primeramente por vuestra culpa, porque le habéis abierto vuestro corazón a
Satanás y no estáis luchando contra la maldad que lleváis cada uno de vosotros.
Mis pequeños, vosotros debéis vivir en una confianza plena hacia Mí, hacia lo
que os pido. Siempre estaré buscando Yo por vuestro bien y eso no lo debéis
siquiera dudar. Pero vosotros, como os distraéis con las cosas del mundo,
empezáis a dudar y, especialmente,
porque cuando os
separáis de Mí, Satanás empieza a atacaros cada vez más y luego Me echáis la
culpa a Mí, vuestro Dios de lo que sucede en vuestra vida.
Cuando os separáis de Mí y, al Yo respetar vuestra decisión, no tenéis completamente toda Mi Protección y por eso Satanás os ataca más, os va destruyendo, os separa de Mí y empiezan los pleitos, primeramente a pequeña escala, entre hermanos, para luego terminar en guerras mundiales, porque así es Satanás, os va engañando, os va llenando de errores y de odios, ya no hay amor entre cada uno de vosotros, os peleáis con todo mundo y el mal va cundiendo y el mal va alimentando cada vez más al mal y es por eso que termina todo con guerras inmensas, muerte masivas, odios entre hermanos que duran muchísimos años.
Actualmente todavía hay en pueblos, familias que se odian, que se pelean entre ellos aún a pesar de que ya se está tratando con descendientes de segundas o terceras generaciones y no con los iniciadores de los problemas y aún así el odio que seguís alimentando en vuestro corazón se sigue manteniendo, y en lugar de producir paz, armonía, amor fraterno, es todo lo contrario y Satanás feliz, por haber destruido vuestras almas y por haberos puesto en contra Mía, que Soy todo Amor, que Soy la Paz absoluta, que Soy la Vida.
Mis pequeños, debéis discernir todas estas actitudes propias que cada uno de
vosotros tenéis contra vuestros hermanos, para que no sigáis alimentando la
maldad que Satanás quiere que alimentéis, para que no se dé el Cielo aquí en la
Tierra como Yo quiero que se dé.
Si no se han dado los
Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, es primeramente por vuestra culpa, porque le
habéis abierto vuestro corazón a Satanás y no estáis luchando contra la maldad
que lleváis cada uno de vosotros.
Vivid en el bien, dad ejemplo de amor, tratad a los demás como quisierais que os
trataran y así pondréis vuestro granito de arena y veréis que poco a poco todo
irá cambiando, porque vosotros ya pusisteis de vuestra parte para que se vaya
dando el cambio.
Vosotros podríais creer que esto es imposible que, cómo siendo cada uno de
vosotros un grano de arena de toda una playa, pudierais cambiar a vuestros
hermanos en su forma de ser, pero es una realidad, Mis pequeños y debéis ponerla
a prueba si dudáis.
Cambiad y veréis cómo
los demás cambiarán,
porque sois niños todavía y el niño aprende de lo que ve en el hogar.
El mundo entero es
vuestro hogar, si vosotros deseáis que cambie, cambiad primero y dad un buen
ejemplo y veréis que se volverá una realidad.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Soy vuestro Maestro, os llevo a conocer la realidad, vosotros escogéis
qué es lo que queréis para vuestra vida y para vuestro futuro, para la Tierra
entera y para el Universo, vosotros decidís.
Hijitos Míos, vivís envueltos en falsedades, infinidad de falsedades hay en
vuestra vida, hay a vuestro alrededor,
Satanás se ha encargado
de llenaros de mucha falsedad y eso os lleva a que vosotros os apartéis de Mí,
porque también lo Mío, lo que es de vuestro Dios, también lo ha llenado de
falsedades. Os
separa de Mí, os separa de vuestra realidad, no estáis viviendo para lo que
debéis vivir, que es para transmitir vida y amor hacia vuestros hermanos.
Fácil hubiera sido para Mí nada más dictaros lo que debierais hacer, y que, de
hecho, lo tenéis en los Diez Mandamientos. Os di las Tablas de la Ley y así las
empezaron a cumplir los primeros hombres que las recibieron, aunque,
ciertamente, después se desviaron.
Mandé a Mi Hijo, para que tuvierais un Dios entre vosotros y así ya no tuvierais
pretexto, de que, como en antiguo, interpretaban Mis Órdenes según a
conveniencia, pero ahora, al tener a Mi Hijo con ellos, ya no había ningún
pretexto, era un Dios entre los hombres,
eran Mis Palabras
puestas en acción por Mi Hijo.
Satanás os va desviando, os va llenando de tantas mentiras y falsedades, pero
vosotros, en lugar de actuar en Sabiduría y con Discernimiento santo, os dejáis
arrastrar por lo que Satanás os pone para que le sigáis,
cuando debierais volver
hacia la figura de Mi Hijo, hacia Sus acciones y vosotros seguirlas.
Si seguís a Satanás, si seguís en sus mentiras, acabáis necesariamente en el
mal, si tuvierais un poquito de Sabiduría, regresaríais hacia Mi Hijo, haríais
lo que Él hizo para enseñaros y todo se volcaría hacia un bien en vuestra vida,
todo cambiaría y gozaríais Mi Presencia y Mis Bienes continuamente.
Es vuestra necedad y
vuestra tontería lo que hace que vosotros no estéis viviendo tranquilos, en paz,
en el Bien, bendecidos grandemente por Mí, vuestro Dios, porque podríais tener
todo si fuerais ejemplo de lo que os enseñó Mi Hijo.
Si preferisteis a Satanás, si os desviáis del buen camino, se hacéis lo que él
os enseña con sus engaños, necesariamente
debéis acabar en el mal,
porque él es el mal.
Vosotros decidís, Mis pequeños, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre, Soy vuestro
Maestro, os llevo a conocer la realidad,
vosotros escogéis qué es
lo que queréis para vuestra vida y para vuestro futuro,
para la Tierra entera y para el Universo, vosotros decidís.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal (Índice del tema)
Página Siguiente (El mensaje de Akita es el mensaje de Fátima)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.