Dios Padre
El Santo Rosario es esa honda de David
No acabáis de entender que la protección que se os puede dar del Cielo, debe venir primeramente de vuestra petición.
Temas:
•Cuando regreséis a Mí, esa Fe y esa confianza en Mí, vuestro Dios, será
recompensada con creces y con creces inimaginables para vuestras terrenas
capacidades.
•Vosotros no acabáis de entender que la protección que se os puede dar del
Cielo, debe venir primeramente de vuestra petición.
•En vuestras capacidades humanas, no podéis comprender que el rezo del Santo
Rosario, algo aparentemente sencillo, pueda doblegar las fuerzas poderosas de
Satanás, pero así es.
•Os pido que abráis vuestro corazón para que Mi Amor os invada plenamente y para
que seáis almas salvadoras de tantos hermanos vuestros que necesitan de su
salvación.
•No quiero Ser el Dios de un momentito de vuestra vida, de un momentito de
vuestro día, quiero Ser vuestro Dios de todo momento, en las buenas y en las
malas.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.
V.
Primer
Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: Cuando regreséis a Mí, esa Fe y esa confianza en Mí, vuestro Dios, será
recompensada con creces y con creces inimaginables para vuestras terrenas
capacidades.
Hijitos Míos, antes y durante la purificación que se viene para la
Tierra entera y el Universo, vosotros, Mis pequeños,
conoceréis Mis Bondades.
Conoceréis lo que tuvisteis en la Tierra, especialmente en Mi Iglesia.
Conoceréis Mi donación por cada uno de vosotros, porque Yo Me doné, obedeciendo
a Mi Padre, para las almas del pasado, del presente y del futuro.
Conoceréis los regalos de Mi Corazón. Conoceréis el Amor que se derramó por cada
uno de vosotros, perdonando vuestros pecados, si es que así lo deseabais, Mis
pequeños, porque tenéis que poner de vuestra parte, para recibir Mis Gracias,
Mis Bendiciones y sobre todo, Mi Purificación sobre vosotros, que es vuestra
redención.
Lloré en el Huerto de los Olivos por las almas duras, por las almas que no
apreciarían Mi donación y Mis regalos Divinos sobre ellas; sobre todo, por su
falta de Fe, que siendo almas del mundo, ven más lo tangible, lo material y no
alcanzan a ver ni vivir lo espiritual.
Mis pequeños, muchos de vosotros
no queréis todavía entrar al Reino espiritual
que Yo os vine a traer para que lo vivierais, para que buscarais
estos regalos
inmensos del mundo espiritual, que son infinitamente mayores que los del mundo
material. Por eso, varias veces os he ejemplificado que lo material se podría
comparar a la Tierra, que es un granito de arena en una playa y, lo espiritual,
sería el Universo entero.
A muchos de vosotros os podría parecer esto exagerado porque,
estáis tan embebidos en las cosas del mundo y en lo material, que os sentís
satisfechos con lo que tenéis dentro de lo material, dentro de lo tangible, de
lo que vivís tocando y viviendo, pero viviendo solamente para vuestros gustos y,
es una realidad, que lo que es espiritual, y que os quiero dar a cada uno de
vosotros, es infinito,
es inmenso, es
inconmensurable, es incomprensible para vuestras capacidades,
pero, las almas, cuando llegan a Mí y ven todo este regalo que Yo le doy a las
almas fieles y amorosas, es cuando Me agradecen de corazón el que Yo sea así,
Mis pequeños.
Soy ese Rey
que reparto a Mis súbditos fieles, a Mis siervos fieles Mis riquezas infinitas.
Entrad pues, Mis pequeños, en el mundo de la
Fe
y de la confianza de todo lo que
os digo y os ofrezco, porque cuando regreséis a Mí, esa Fe y esa confianza en
Mí, vuestro Dios, será
recompensada con creces y,
con creces inimaginables para vuestras terrenas capacidades.
Vivid en el bien, Mis pequeños, vivid produciendo amor a vuestro
alrededor. Vuestras oraciones que van acompañadas del Amor profundo de vuestro
corazón, son las que pueden llegar a cualquier parte del vasto Universo,
lo puede aliviar, lo puede
purificar, si son así vuestras intenciones porque vosotros os uniréis a Mis
intenciones de Salvador y Redentor de todo el género humano, de todo lo creado,
de todo lo visible e invisible.
Vuestras oraciones son pequeñitas y lo sabéis, pero si van unidas a las Mías, de
vuestro Dios, es cuando podéis hacer grandes milagros para el bien de la
humanidad y del Universo entero. Aprovechad pues, Mis pequeños, esta Gracia que
os doy, de que podáis uniros a Mí, vuestro Dios y juntos podamos hacer Milagros
para todos vuestros hermanos, para el bien de sus almas, para el bien del Cielo
mismo, porque Yo Me di por todos vosotros y os quiero de regreso a todos.
Dadme ese gusto, Mis pequeños,
dadme almas para su salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla La Santísima Virgen María
Sobre: Vosotros no acabáis de entender que la protección que se os puede dar del
Cielo, debe venir primeramente de vuestra petición.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, os voy cuidando, Soy la Protectora de
todos los pueblos de la Tierra, porque todos vosotros sois Mis hijos, porque así
Me lo pidió Mi Hijo, Me pidió que os protegiera y que buscara vuestra salvación.
Ciertamente Satanás,
va tratando de destruir la obra de Mi Hijo y va atacando Mi
protección Materna sobre todos vosotros, Mis pequeños.
En una familia la madre vela más por los hijos débiles, desvalidos o aquellos
que necesitan más amor. Vosotros, los que sois padres de familia, conocéis a
vuestros hijos y os dais más por unos que por otros, pero no porque améis más a
unos que a otros, sino porque sois diferentes y, así, vais midiendo vuestro amor
y vuestra donación para repartir correctamente vuestro corazón hacia ellos.
Se les ama por igual, pero es el alma de los pequeños la que necesita mayor o
menor atención y así voy alrededor del mundo, Mis pequeños, cuidando a los
pueblos de la Tierra, porque los ataques de
Satanás van creciendo y
esto debido, Mis pequeños, a que vosotros
no acabáis de entender que la
protección que se os puede
dar del Cielo, debe venir
primeramente
de vuestra
petición.
Sí, Mis pequeños, vosotros contáis con la fuerza de protección del
Cielo, de vuestro Dios en Su Santísima Trinidad, la Mía, de vuestra Madre, de Mi
Esposo, San José, Mi esposo terrenal, que también os ama tanto y os conoce, de
los ángeles, de los santos, de las benditas almas del Purgatorio. Mis pequeños,
todo esto se os ha explicado tantas veces, pero estáis tan distraídos por el
mundo y no estáis inmersos en la vida espiritual en la que debierais estar,
porque vuestra vida terrena tiene que estar inmersa en la vida espiritual,
porque de ahí tomáis
vuestra fuerza para llevar
a cabo, correctamente, vuestra misión terrena.
Aquellos que se están basando solamente en vida terrena, que quieren tomar sus
fuerzas y su protección solamente en lo terreno,
terminan sucumbiendo, Mis
pequeños, porque Satanás, que es también un ser espiritual, os engaña, os lleva
a que os enamoréis solamente de lo terreno y cuando estáis ya embebidos en lo
terreno, ataca vuestra parte espiritual y os destruye. No os habéis percatado de
ello, la gran mayoría de vosotros, los que estáis inmersos en el mundo, él no
quiere lo terreno que vosotros le podéis dar, a él no le interesan los bienes de
la Tierra, de los cuales os enamoráis,
él ataca vuestra alma, la debilita, la
destruye y os lleva a la condenación eterna, pero es vuestra alma, vuestra parte
espiritual la que se condena eternamente, no es vuestra parte carnal, humana,
material, la que va a sufrir eternamente, sino vuestra parte espiritual, de la
cual os separó y vosotros ni cuenta os disteis de sus mentiras. Caísteis en sus
redes, no os percatasteis de esa inteligencia satánica que os estaba envolviendo
y os estaba destruyendo.
Soy vuestra Madre, Mis pequeños, y lloro, también, como Mi Hijo,
la pérdida de
un alma que se condena y, por eso, Le pido a Mi Esposo, el Santo Espíritu de
Amor que se derrame sobre vosotros, para que vosotros podáis entender estas
realidades, de las cuales, una gran mayoría de vosotros no queréis reconocer y
es más, hasta las atacáis, porque os ciegan las cosas del mundo y no os permiten
ver la realidad de vuestra existencia.
¿Qué acaso estáis tan ciegos que no veis la realidad que han vivido vuestros antepasados, vosotros, los que estáis inmersos en las cosas del mundo?
¿Acaso algunos de vuestros antepasados, que tuvieron muchos bienes del mundo, se pudieron llevar con ellos al menos una pequeña monedita?
No, Mis pequeños, y ni así entendéis, porque vosotros, como buitres voraces, esperáis solamente que el alma termine su vida sobre la Tierra y que vosotros os podáis quedar con sus bienes materiales, los cuales atesoráis tontamente, porque ni siquiera los aprovecháis para ganar el Cielo, al compartir parte de ellos con vuestros hermanos necesitados.
Si esto hicierais, Mis
pequeños, muchos, muchos de vuestros hermanos, que están llenos de bienes
materiales, se salvarían, porque habrían actuado en Caridad, viendo la necesidad
de sus hermanos a su alrededor, pero no, Mis pequeños, Satanás os pone un velo
ante vuestros ojos y hace que vuestro corazón se vuelva de piedra para que no
compartáis aquello de lo cual, ni un centavo os llevaréis a la otra vida.
Son
bienes desperdiciados que pudieron haber hecho mucho bien entre vuestros
hermanos al compartirlos, pero se quedan para otra alma de corazón duro, para
que los siga atesorando, que se siga llenado de poderes de la Tierra, porque
para eso sí, compráis poderes de la Tierra, que todavía os van a llevar a una
condenación más profunda, porque os asociáis con Satanás para destruir lo
espiritual de vuestros hermanos.
Os insisto, Mis pequeños, Soy vuestra Madre y seguiré orando y pidiendo oración
por todos vosotros, Mis pequeños, los que más lo necesitáis para vuestra
salvación eterna.
Entended Mi Llamado antes de que sea tarde para vuestra vida eterna.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio,
Habla La Santísima Virgen María
Sobre: En vuestras capacidades humanas, no podéis comprender que el rezo del
Santo Rosario, algo aparentemente sencillo, pueda doblegar las fuerzas poderosas
de Satanás, pero así es.
Hijitos Míos, de todos los pueblos de la Tierra, Me he mostrado a
todos los pueblos de la Tierra como Madre vuestra y en diferentes Advocaciones,
para con esto, mostraros que estoy con vosotros, que no Me aparto de ninguno de
vosotros. Creáis o no, en Mí o en Mi Hijo, os estamos cuidando y
os estamos llevando hacia la
perfección, que es la santidad de las almas.
Ciertamente, estáis en proceso de purificación, que va a ser un
bien supremo que Nuestro Dios os está dando a cada uno de vosotros. Vosotros,
ciertamente, lo entendéis mal, porque veis que va decreciendo vuestra economía.
Ya no podéis obtener los bienes materiales tan fácilmente como antes los
obteníais y no en la cantidad que vosotros quisierais y, en muchos de vosotros,
vuestros hogares han quedado destruidos, ya sea por el viento, por las aguas,
por los terremotos, por el fuego. Muchos de vosotros estáis siendo atacados por
fuerzas malignas de gente armada, que van destruyendo vidas y que van causando
mucho pánico en vuestra vida diaria. Y, así, cada país va siendo probado de
diferentes formas, pero Yo os he dado el remedio en cada una de Mis Apariciones
y el remedio ha sido el mismo, Mis pequeños:
la vida en la Gracia y el rezo
del Santo Rosario.
Tenéis estas armas poderosísimas contra las fuerzas de Satanás y
las estáis desperdiciando,
las habéis venido desperdiciando porque os habéis alejado de la vida espiritual
que tanto necesitáis, ya sea para vuestra vida diaria, para vuestra misión y
para protegeros contra las fuerzas de Satanás. Al vosotros negar toda esta
fuerza espiritual que se os ha ofrecido y que Yo os he traído como Madre que os
cuida y os ama, vosotros estáis sufriendo de más.
Vosotros no queréis aprovechar toda esta fuerza espiritual que quizá, la
menospreciáis, porque os falta Fe, pero recordad que todo lo que viene de
Nuestro Dios es sencillo, siempre y cuando lo hagáis con una Fe absoluta y con
un grande amor.
Nuestro Dios no os pide cosas extraordinarias para vuestra salvación,
Él se va a
lo sencillo y es lo mismo que os estoy pidiendo que hagáis, Mis pequeños,
también para vuestra protección contra las fuerzas de Satanás.
En vuestras capacidades humanas, no podéis comprender que el rezo del Santo
Rosario, algo aparentemente sencillo,
pueda doblegar las fuerzas poderosas de
Satanás, pero así es, Mis pequeños y por eso, Nuestro Dios os da el ejemplo de
David y Goliat, un niño luchando contra un gigante poderoso, extremadamente
fuerte, un guerrero entrenado para destruir y ese niño, aparentemente indefenso,
con un arma sencilla, que hasta risa le dio al mismo Goliat, cuando se presenta
a luchar contra él, pero era un arma que tenía la Fuerza Divina.
El Santo
Rosario es esa honda de David, es un arma aparentemente sencilla, pequeña,
contra el poderío de Satanás, que también lo palpáis, pero que os falta Fe para
saber que con el Santo Rosario
lo podéis destruir.
Os he dado un arma poderosísima, es el Santo Rosario y si os unís, Mis pequeños,
en confianza, en Fe, en amor, podréis doblegar las fuerzas de Satanás y
destruir
su poder maligno sobre todos vosotros, sobre el mundo entero, sobre el Universo
Infinito. El Santo Rosario es realmente un arma de amor poderosísima y si lo
rezáis con esa Fe con la que se presentó David contra Goliat,
veréis que el mal
se irá terminando sobre la Tierra.
Tenéis que poner de vuestra parte,
Mis pequeños, en la redención del género humano, sois parte de él y, también,
tenéis que poner ese deseo y ese granito de amor para sacar adelante a vuestros
hermanos, al mundo entero, a la humanidad que se os ha dado para que vosotros la
fuerais renovando en el Amor que Mi Hijo os enseñó, confiad más en lo que se os
da del Cielo.
Sois pequeños y se os dan cosas pequeñas que podáis entender para destruir
aquello inmenso que os rodea y que no podéis entender,
simplemente confiad.
Sois
esos pequeños Davides, que lucharán contra el Goliat, que es Satanás.
Venceréis,
Mis pequeños, porque vuestro Dios está con vosotros, como lo estuvo todo el
tiempo con David.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Os pido que abráis vuestro corazón para que Mi Amor os invada plenamente
y para que seáis almas salvadoras de tantos hermanos vuestros que necesitan de
su salvación.
Hijitos Míos, os pido que abráis vuestro corazón para que Mi Amor os invada
plenamente y para que seáis almas salvadoras de tantos hermanos vuestros que
necesitan de su salvación.
Esto os lo digo, Mis pequeños, porque Yo, como Padre
vuestro, ciertamente permito que veáis algo de lo malo que está a vuestro
alrededor, para que vuestro corazón, que está buscando Mi Amor, se apiade de
estas almas de vuestros hermanos para que oréis por ellos.
Pero, también, como
Padre vuestro, no os dejo ver, en profundidad, la maldad que se ha desatado
sobre el mundo y que no la soportaríais si os permitiera ver un poco de esta
maldad que se da en lo oscuro, en lo profundo, en lo escondido.
Son maldades
satánicas y vosotros caeríais muertos, horrorizados, por lo que Satanás está
haciendo ya entre vosotros, porque hermanos vuestros, alrededor del mundo, se
han donado a su maldad y lo apoyan, como instrumentos de mal sobre los pueblos
de la Tierra.
Esta maldad que os rodea y se da así, en lo escondido, por grupos que solamente
quieren la destrucción espiritual y humana de todos vosotros.
Esta maldad puede
ser destruida si vosotros oráis,
Mis pequeños, como se os ha dicho, especialmente, viviendo en
estado de Gracia,
dejándoos llenar de Mi Amor y utilizando las armas poderosísimas que se os han
dado, como os dijo Mi Hija, la Siempre Virgen María, con el rezo del
Santo Rosario.
Cuando
vosotros producís amor,
Mis pequeños, este amor
va doblegando a Satanás
y le vais poniendo una valla, la cual él no puede cruzar. La maldad, con la que
os está atacando, es poderosísima, pero nunca más poderosa, como os he dicho,
que Mi Poder de Dios, que es el que os está protegiéndoos y
que está junto a vosotros
cuando oráis y cuando hacéis un bien a vuestros hermanos.
Ciertamente, Satanás tiene a sus allegados, que están unidos y os quieren
destruir y si vosotros no os unís en el amor, y oráis para doblegar sus fuerzas,
entonces sufriréis mucho, Mis pequeños.
Yo Soy vuestro Dios
y estoy viendo perfectamente cómo se están dando estas luchas fuertes entre
almas buenas y almas malas
y, porque os quiero proteger, porque sois Mis hijos, os voy dando todos estos
consejos, Mis pequeños, para que venzáis al enemigo.
Recordad cómo se desarrollan las guerras, están los generales de ambos lados y,
con tácticas específicas, van moviendo a su ejército para tratar de destruir al
opositor.
Yo voy conociendo todos los movimientos de Satanás, los conozco de
antemano y os voy previniendo,
Mis pequeños, para que os adelantéis a sus
movimientos.
Poned de vuestra parte, Mis pequeños, porque todo esto es para
vuestro bien, para que no padezcáis tanto dolor, ¿qué acaso necesitáis vivir más
dolor y más terror del que ya ahora vivís para que entendáis que Mis Palabras
son ciertas y Mis consejos verdaderos?
Entended ya, Mis pequeños, o ¿acaso os gusta vivir en el sufrimiento y en el
terror con el que os está atacando Satanás?
Venid a Mí, Mis pequeños, venid arrepentidos, entrad en oración íntima Conmigo,
con vuestro Padre y vuestro Dios, para que Yo os vaya guiando a cada uno de
vosotros y os vaya uniendo como un bloque inquebrantable, durísimo, que podrá
vencer toda fuerza de Satanás.
Yo os ayudo, os protejo y os voy guiando, pero necesito de vuestra donación y
ésta tiene que ser dentro de vuestra voluntad libre.
Os amo tanto, Mis pequeños, y no quisiera que vosotros sufrierais. Daos pues al
Amor,
dejad que Mi Amor llene vuestro ser, porque con el Amor venceréis las
fuerzas malvadas de Satanás.
Os he dicho que él no puede contra Mi Amor, debéis
uniros en ese bloque de Amor que venga de Mí y salvad vuestra alma y la de
vuestros hermanos con vuestra donación, pero hacedlo ya, Mis pequeños, porque
pronto estará Satanás para dar su zarpazo final con el que quiere destruir vuestro
mundo, vuestra vida y, aunque no lo voy a permitir, sí podréis sufrir
excesivamente y esto no lo quiero, Mis pequeños,
porque sois débiles.
Os quiero consentir, pero actuad de Mi lado, apoyadme con vuestra vida de amor y
de donación, es una lucha muy fuerte que, ciertamente, Yo puedo soportarla Solo,
pero sois Mi familia, Mis pequeños y quiero compartir el triunfo con vosotros,
uniéndoos en esta lucha que la estáis viviendo y que la estáis sufriendo.
Luchemos juntos, Mis pequeños y, así, Nuestro triunfo se dará pronto y lo
gozaréis inmensamente Mis pequeños. Que Mi Amor se derrame sobre vosotros y los
vuestros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: No quiero Ser el Dios de un momentito de vuestra vida, de un momentito de
vuestro día, quiero Ser vuestro Dios de todo momento, en las buenas y en las
malas.
Hijitos Míos, mucho Amor se ha derramado de Mi parte sobre todas las
generaciones, por las pasadas, las presentes y las que vendrán y, ciertamente,
como dicen las Escrituras, que cuando la lluvia cae a la tierra y la moja, la
fecunda, también Mi Amor fecundará a las almas y llegará a Mí de regreso, con
ese gozo grande de haber salvado a infinidad de almas.
Mi Amor es inmenso por vosotros y, como os he dicho, es incomprensible en estos
momentos, porque vuestra mente y vuestros ojos están velados por el pecado, pero
cuando vosotros podéis ver plenamente lo que se os ha dado, Me agradeceréis de
corazón todo lo que os he dado y os daré y ese será Mi Gozo, porque Mi Sangre
Preciosa, Mi Amor Infinito, en ese momento será recompensado por vuestro
agradecimiento, por vuestro amor, por vuestra donación eterna.
AmadMe, Mis pequeños, con todo vuestro ser, penetrad más en vuestro corazón y
encontradme ahí, Yo no estoy lejos de vosotros, Soy vuestro Dios que Vive en
vosotros, que os acompaña en todo momento, que conoce perfectamente hasta lo más
íntimo de vuestro ser,
pero que no broto hacia vosotros hasta que vosotros no Me
llamáis y Me tomáis en cuenta para vivir a la par en vuestra vida.
No quiero Ser
el Dios de un momentito de vuestra vida, de un momentito de vuestro día,
quiero
Ser vuestro Dios de todo momento, en las buenas y en las malas.
Sí, Mis pequeños, si Vivo en vosotros,
quiero que Me compartáis todo y os
ayudaré en los momentos difíciles y gozaré con vosotros vuestros triunfos, todo
lo bueno que hagáis y todo lo que gozáis, pero compartídmelo,
Mis pequeños, para
que vayáis preparando vuestro camino de regreso porque, en el Reino de los
Cielos, ya no habrá ningún momento en que Nos separaremos. Uníos pues ya a ese
gozo eterno en que vivamos, ya desde la Tierra, unidos para el gozo eterno.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal (Índice del tema)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Mensajes de San Miguel Arcángel
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.